Help me. [EDITANDO]

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Rin pov.

Caminé ruborizada junto a Len, íbamos tomados de la manos, era la primera vez que experimentaba estas sensaciones, me sentía muy feliz al mismo tiempo que muchas cosas pasaban por mi cuerpo, mi estómago revoloteaba como si sintiera...¿Mariposas? De seguro tengo diarrea... Pasamos enfrente de la zorra de Miku y sus amigas, sonreí victoriosa y ella al parecer moría de celos, estaba enfurecida, lo bueno que Len no notó eso y seguimos nuestro camino. Vimos a Megpoid sentada en una banca comiendo y escuchando música, cuando ella notó nuestra presencia sonrió, pero lo hizo aún más cuando vio la mano de Len y la mía juntas.

– ¡OHHHH KAWAII!–Dijo Megpoid súper feliz, los dos nos miramos ruborizados. –Hacen una hermosa pareja. –Después de eso, rompimos el enlace que teníamos de las manos.

–Qu-que cosas dices Gumi. –Dijo Len rascándose el cabello, todo ruborizado.

–Je, chicos ¿Qué tal si mañana salimos? Mañana es viernes y deberíamos aprovecharlo. –Propuso Megpoid dando saltitos muy emocionada.

– ¡¿Faltar a clases?!–Dijimos Len y yo al mismo tiempo.

– ¡Sí, será divertido!–Dijo la peliverde. Len y yo nos miramos, luego volvimos a ver a Megpoid.

–Que va, yo iré. –Dijo el rubio acomodándose al lado de Megpoid. – ¿Y tú Rin?

– ¡Vamos Rin! ¡Solo será mañana!–Dijo Megpoid emocionada. Yo no estaba segura, era de esas niñas que siempre iba a la escuela y nunca faltaba, pero un día de diversión no me haría daño. Suspiré y di la respuesta.

–De acuerdo, de acuerdo. –Dije. Megpoid saltó sobre mí para abrazarme y empezó a gritar. – ¡Ahhg, Megpoid me lastimas!

– ¡Sí! ¡Mañana será el mejor día!– Sonó el timbre para la salida, al fin a casa.

– ¡Len, mañana te traes ropa abajo del uniforme!–Gritó Megpoid atrayendo la atención.

–De acuerdo Gumi, pero no grites tanto. –Dijo sobándose el oído. – Sayonara Rin y Gumi. – Se despidió Len.

– ¡Sayonara Len-kun!–Dijimos las dos al mismo tiempo y nos separamos de Len. Iba con Megpoid de camino a mi casa, mientras caminábamos ella me comentaba de lo emocionada que estaba por lo de mañana. Hasta que por fin llegamos a mi casa.

–Sayonara Rin, y mañana te traes ropa bonita. –Dijo Megpoid alejándose.

–Sayonara Megpoid. – Me metí a mi casa y estaba mi madre sentada en el sillón viendo la televisión, mi padre estaba dormido a lado de ella.

–Hasta que llegas niña. –Dijo mi madre mientras cambiaba de canal. Deje mi mochila en un rincón y fui a mi cuarto.

Cerré la puerta con llave y fui hacia mi baño, cerré la puerta de este, me empecé a quitar todas las prendas del uniforme, abrí las llaves y me metí a la regadera. Cuando termine de ducharme, cerré las llaves y me cubrí con una toalla. Salí de mi baño y fui hacia los cajones, saque mi ropa interior limpia y me la puse, luego me puse un bóxer azul que me llegaba hasta los muslos y una camiseta holgada blanca con un unicornio de colores en ella. Me senté en mi cama y tome mi teléfono, vi que tenía un mensaje, de un número desconocido. Lo revise y decía:

Desconocido: ¡Hola Rin!

Rin: ¿Quién eres?

Desconocido: Soy Len, Gumi me pasó tu número y creí que sería buena idea hablarte.

No alcance a responderle porque escuche la voz de mi madre gritando mi nombre

– ¡Rin, ven a hacer de comer! ¡Ahora mismo!– Gritó mi madre. Tuve que despedirme de Len.

Rin: Len, te guardaré en mis contactos, pero ahora tengo que ir a la cocina ya que mis padres quieren que les haga de comer, adiós;)

Y solo respondió:

Len: Okay linda, adios, te veo mañana:3

Linda, linda ¡Me dijo linda! Paré de fantasear y bajé, mi madre seguía en el sillón y mi padre estaba dormido.

–Mamá ¿Qué quieres que haga de cenar?– Pregunté, ella me miró de reojo lo que causó un pequeño escalofrío en mí, luego volvió a mirar la televisión.

–Yo que sé, has huevos estrellados, algo sencillo, cuidado en no cometer ningún...accidente. –Remarcó la palabra accidente. Tragué saliva.

–S-sí madre. – Fui a la cocina y saqué 3 huevos que se comería mi padre, 2 que se come mi madre y 2 que me como yo. Saqué el sartén y aceite, encendí la estufa y el fuego salió, puse el sartén encima del fuego, luego el aceite, empecé a romper cada huevo. Duré aproximadamente 30 minutos cocinando y una vez que terminé, los serví en un plato cada uno, los puse en la mesa, saqué tres tenedores y los puse al lado de los platos, al final iba a servir jugo de naranja, baje dos vasos y cuando iba a bajar el tercer vaso, cayó de mis manos y terminó roto en mil pedazos. Estaba en graves problemas. Escuché los pasos de mi madre venir hacia aquí, abrió la puerta de un portazo y vio todo los pedazos de vaso en el suelo.

– ¡¿Pero por qué rompes el vaso niña tonta?!– Dijo súper enojoda acercándose a mí, y yo solo retrocedía del miedo.

– ¡Perdón mamá! Es que no lo hice apro–Mi madre me interrumpió con una bofetada que hizo caerme al suelo encima de los vidrios rotos, como había puesto mi mano para apoyarme, se encajaron vidrios en mi palma.

– ¡Limpia todo esto!–Mi madre tomo mi plato con mi cena y me la lanzó haciendo que toda la comida cayera en mi cabello, y se fue, dejándome en el suelo herida y manchada de comida.

Empecé a llorar en el suelo, odio mi vida, la odio. "A pesar de todo, tú sigue adelante" me repetía a mí misma mientras recogía los vidrios y los tiraba en la basura. Abuela, como quisiera estar contigo, quiero irme de aquí lo más pronto posible e irme contigo.

-KM♥