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Senku miró a su alrededor con una gran sonrisa. En sus audífonos sonaba Sweet emotion de Aerosmith.

La fachada era bastante moderna, recordaba a los edificios ingleses clásicos, sin embargo, era predominada por el vidrio, enormes ventanas en forma de arcos con herrería negra que contrastaban muy bien con las baldosas blancas de piedra lisa, dándole un toque acogedor y aún así intimidante. Las puertas del edificio eran enormes y de cristal. Había un par de hologramas que anunciaban las actividades más importantes así como algunos avisos para los estudiante. Una mezcla de lo nuevo y lo viejo en una sincronía bastante interesante.

El cielo estaba despejado y el clima era cálido sin ser bochornoso. Senku llevaba un pantalón negro y una playera gris, tenis casuales blancos y una cadena plateada como accesorio "Te verás bastante cool! Todos los chicos usan una y a las chicas les parece de bomba!" Le había dicho su padre al darsela "No es como que me interese lo que cualquiera piense de mi apariencia... Y ya nadie dice de bomba, Byakuya. Te escuchas como un señor raro que nunca maduró" le había contestado sin apartar la vista del monitor de la computadora mientras su padre lloriqueaba por lo "malo" que era con él.
Sonrió ante tal recuerdo.

-Esto sí que es emocionante- Dijo para si mismo. Acomodó la mochila en su hombro, tomó el aza de su maleta y subió las escaleras hacia las grandes puertas que se deslizaron dándole paso.

Al entrar a la sala de recepción no pudo evitar mirar cada rincón, ante él se encontraba una estructura cristalina en forma del esacudo de la institución, 2 enormes pasillos a ubicados a cada lado de la enorme sala con los títulos respectivos de ala este y oeste, al frente 2 pares de escaleras eléctricas, unas ascendientes y otras en decenso, en medio de estas se formaba un espacio que parecía llevar a otro lugar, no pudo ver a donde daba pues algunos bambús en macetas recortados hacían de muro de separación. En la parte de arriba se veía el piso siguiente, había algunas personas recargadas en los barandales cristalinos, sin embargo, lo que más le llamó la atención fue el enorme calendabro que colgaba de la cúpula de cristal, lucía verdaderamente increíble.
Se percató de lo que parecía ser un andamio alrededor de la cúpula pero su perspectiva no ayudaba mucho.

-Ishigami Senku?- El chico estaba algo distraído y la música alta.

-Ishigami Senku?- Repitió.

Finalmente la joven notó los audífonos y se decidió a darle un toque en su hombro.

El pobre chico detuvo detuvo su observación de golpe dando un saltito por la sorpresa y miró hacia atrás quitándose un audífono.

Miró a la chica que tenía una sonrisa divertida en el rostro -¿Ishigami Senku?-.

-Soy yo- Habló en inglés tratando de recomponer la compostura ligeramente indignado.

-Me llamo ___, soy tu guía asignada- La chica le sonrió ampliamante, hablaba en inglés igualmente pero se notaba que no era su idioma natal.

Senku la analizó un poco, se notaba que era un poco más joven que él. Reconfortante, le permitía relajarse un poco. Extendió su mano
-Mucho gusto ___- cambió su expresión a una más amigable sonriendo ligeramente.

La joven tomó su mano y se dieron un buen apretón, contrarias a sus manos, las de la chica eran cálidas, no eran ásperas pero tampoco tan suaves como las de otras mujeres.

Mecánica o mecánica eléctrica... quizás mecatronica. Pensó.

Gracias a una mente realmente ágil, un segundo le bastó para tomar su físico en una imagen mental. Cabello cobrizo a los hombros, ligeramente rizado, medio recogido en lo que parecía un chonguito. Ojos cafés almendrados adornados por lentes dorados de patilla que quedaban perfectos a la forma de su rostro, labios delicados, dientes parejos y una nariz redonda bastante tierna, aproximaba 160cm de altura, complexión media, deportista. Un estilo tranquilo, llevaba un short de mezclilla claro, una camisa de manga larga ajustada de algodón color beige y unos converse verdes, notó también una pulsera en su tobillo izquierdo y un par de pulseras de hilo en sus muñecas. ¿Aretes? Sí, una luna menguante en la derecha y una estrella en la izquierda, de hecho la convinacion le había gustado bastante.

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