[𝐖] Una amistad de años se desmorona en una sola noche. Lo que pensaban que no podría afectarles se revela como un cambio irreparable. En medio de intentos fallidos por olvidar, Gwen se sumerge en la vida caótica de Draco, mientras él lucha contra...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝖂| 𝒄. ₀₀₂ —𝒢
La vida suele tomar giros inesperados.
Sobrevivir las primeras semanas de noviembre se convirtió en un desafío enorme. La tensión entre Draco y yo se manifestaba cada día con más intensidad, como una tormenta que amenazaba con desbordarse. Nuestra conversación junto al Lago Negro, que pretendía aclarar las aguas turbias de nuestra amistad, pareció desencadenar una serie de emociones que se extendieron como grietas en un espejo fracturado. No pasó mucho tiempo antes de que nuestros amigos comenzaran a hacer preguntas incómodas.
—¿Por qué Draco y tú no han hablado en semanas? ¿Pelearon? —inquirió Pansy mientras nos dirigíamos hacia la clase de DCAO.
Solté un suspiro, recordando lo desastroso que fue mi último encuentro en clase con Draco actuando tan distante. Odiaba que nuestros problemas personales repercutieran en nuestra vida académica. Encontraba un dejo de egoísmo en su falta de cooperación; yo también sufría las consecuencias de esa noche, pero al menos intentaba dejar mis problemas a un lado cuando entraba al aula.
—Nada importante —murmuré, forzando una sonrisa en un intento por evitar su mirada. Pansy me conocía lo suficientemente bien como para darse cuenta de que algo no estaba bien solo con mirarme a los ojos.
—Ustedes han estado actuando muy raro, espero que no sea algo de lo que deba preocuparme —continuó ella, con una mirada perspicaz que dejaba claro que no se dejaría engañar fácilmente.
—No quiero que te preocupes, Pans. Draco y yo simplemente estamos pasando por un momento... complicado —confesé, eligiendo mis palabras con cautela, consciente de que las revelaciones podrían tener repercusiones en nuestra amistad.
Ella arqueó una ceja, claramente escéptica.
—Complicado es un eufemismo, Gwen. ¿De verdad piensas que puedo creer que todo está bien cuando ni siquiera se dirigen la palabra? —me desafió, expresando su preocupación de manera directa.
Me mordí el labio inferior, tratando de encontrar la manera adecuada de explicar lo inexplicable. Pansy merecía la verdad, o al menos una versión de ella que pudiera entender.
—Lo que sucedió entre Draco y yo... Es simplemente complicado, Pansy. —volví a repetir, permitiendo que la vulnerabilidad se filtrara en mis palabras en esta ocasión.
Pansy me observó con una mezcla de curiosidad y preocupación, y su siguiente pregunta indicaba que estaba buscando respuestas más allá de lo que estaba dispuesta a revelar.
—Gwen, ¿esto tiene que ver con lo que le sucedió a Lucius, verdad? —inquirió.
Sabía que todos estaban al tanto de la situación legal del padre de Draco y que él mismo estaba actuando de manera extraña desde el comienzo del curso. Pero en ese momento, la verdad no era una opción. Opté por la artimaña, una narrativa que desviara su atención.
