-Es aburrido...-mencionó con un tono bajo a su amiga la loca castaña, ambas rieron en silencio y voltearon a ver la obra de Romeo y Julieta.
-Como no tienes idea-cruzó sus piernas y se recargó poco femeninamente en el asiento, retorciendo su trasero en el cómodo. Sentía como todos a su alrededor se divertían con la tonta e infantil obra presentada pero ella solo podía pensar en lo estúpido que fue aceptar en venir
En el escenario bien acomodado se encontraban los actores principales vistiendo llamativas prendas medievales que representaban la época en la que fue escrita la obra original, más no representaban la verdad de esta. Violeta siempre lo veía, veía que querían esconder la verdad de todo en todo y eso le abrumaba pero no decía nada.
Mientras que un apagón le daba una extraña calidez, entonces las palabras de un hombre comenzaron a ser escuchadas por toda la audiencia.
-¡Calculen su presupuesto antes de crear una obra!- y todos echaron a reír, algunas bullas y otros tantos "shh" en la sala pudieron ser escuchados, ella solo viró los ojos con una clara sonrisa burlona en su rostro
La obra fue cancelada y Amy se puso de pie estirándose por que la luz aún no llegaba en el establecimiento, todo a oscuras, las risas se escuchaban y tal vez algunos llantos de bebés; ambas amigas se pusieron de acuerdo para buscar la salida con la luz del teléfono.
Una vez afuera echaron a reír como tontas
-¡JAJA! Dios eso fue una completa tontería, de verdad- Amy Schweitzer era su mejor amiga y su adoración desde que su madre murió, Violeta solo sabía que eran inseparables.
-No me creo que pagamos dinero por esta función Amy- y en algunas ocasiones, también eran sólo niñas
-Shh ¡calla! Te encanto y específicamente la parte donde...-ella hizo una pausa y se quedó en blanco- Bueno ¡eso!-las carcajadas explotaron fuera de sus bocas siguieron caminando contando experiencias, contando todo tipo de estupideces y amoríos que tenían hasta que eventualmente se quedaron en un muy cómodo silencio.
La noche era linda, las estrellas arriba como siempre, una brisa cálida, amigas del alma y una ciudad en mucho movimiento.
Pero duró poco...la calma que obtuvieron anteriormente fue desechada rápidamente al ser arrastradas ambas a un callejón, sus espaldas fueron azotadas contra la dura pared de ladrillos, se agitaron e intentaron gritar...
Pero solo se escuchó un desgarrador grito silenciado y carne siendo cortada, entre la oscuridad, las luces neón por arriba del tejado, los gritos y los jalones. Finalmente Violeta pudo sacar a su amiga de ahí para comenzar a correr lo más rápido que sus débiles cuerpos adoloridos les permitieron
Pero solo le bastaron unas cuadras para que Amy se derrumbará en la acera, su cuerpo cayó y junto a él, también Violeta. La agarro de la cintura tratando de mantenerla en pie pero fue simplemente imposible para ella
-¡AMY! ¡Amanda!- sus pálidas manos temblorosas sujetaron la nuca de la morena en un intento de despertarla, que no cerrara sus brillantes ojos de miel. Que por favor no se fuera- ¡AYUDA! ¡Ayuda por favor! Help me someone, I beg!- Violeta no sabía casi nada de inglés a pesar de estar en Nueva York, era Amanda la que traducía todo.
La gente pasaba por sobre ellas, ignorándolas, la mirada venenosa de la gente no estaba ahí...y ahora más que nunca deseaba que esos hipócritas ojos se posaran en ella, por misericordia, por lástima o por humanidad pero que alguien más viera el crimen que se cometió.
Desesperada, las manos manchadas de sangre y su amiga solamente respirando pesado.
-Amy no te vayas espera un poco más, ya vienen, ya viene alguien...¡alguien vendrá!- La contraria solo le observo con miedo enterrado en sus orbes, sostenía su mano de manera débil sobre la de Violeta.
-¡AYUDA!-bajo su cabeza mirando la escena...sus lágrimas llenando la camisa de su rebelde amiga, la luz del faro de color neón cambiando continuamente. Todo parecía ir más lento y a verse borroso incluso si ella no fue la atacada...
Finalmente alguien llegó para auxiliarlas. Violeta chilló con dureza mientras sostenía el cuerpo ya sin vida de Amanda Schweitzer Rodríguez, su mejor amiga, su segunda madre, su hermana del alma, su precioso tulipán..
Violeta entonces vio el peor lado de la humanidad y con un agrio resentimiento, acarició por última vez el rostro de su morena amiga.
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Roces del alma.
RomanceVioleta siempre había amado trabajar para completar su sueño y sabía que con lo que ganaba le iría bien o al menos por un tiempo. Todo iba bien, hasta aquel trágico día donde perdió lo que más amaba y sufrió las consecuencias de sus malas decisiones...