FINAL (1.1)

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"Por favor no me olvides"  eran las únicas palabras que estaban en mi mente.

Las lágrimas salían sin ningún tipo de aviso, estaba totalmente paralizada frente a nuestra academia, sentía como me dolía el pecho.

Seguía repitiendo aquel momento una y otra vez, Mina diciéndome que me ama, y que no la olvide, la desesperación en su rostro, la manera en la que simplemente desapareció.

En ese momento agradecía que no hubiese nadie en la calle nada más que yo y unos cuantos autos, porque seguro que me veía patética, llorando como una niña que perdió lo más preciado. No podía evitar pensar que en algún momento iba a olvidar a la persona que más amaba.

Aún faltaba mucho amor que dar y recibir entre nosotras, nuestro amor estaba comenzando, 10 años parecían 2 días a su lado. Suspiré cerrando los ojos.

Solo los alcé cuando escuché como un auto venía hacia mi, por lo que me moví de en medio de la calle para acercarme a la acera, sin embargo, una luz abrasadora inundó toda la calle, haciéndome fruncir y tapar mis ojos con mis manos, el golpe llegó muy rápido y fuerte, todo se volvió negro, negro donde creía escuchar la voz de mi esposa.

La sonrisa de felicidad que sentí tan efímera que todo se convirtió en dolor.

Al momento que todo se volvió negro supe que iba a empezar a viajar, estaba tan solo a unos minutos de Sana, todo estaría bien. Sin embargo, el tiempo estaba enfadado conmigo, ya había jugado demasiado con él y las cosas no iban a ser fáciles.

Una vez se aclaró, el sonido de un claxon me hizo saltar en mi lugar. Justo había aparecido en la calle frente a nuestra academia, pero un auto venía frente a mi y supe que la del trágico accidente debía ser yo, solté la máquina al piso y cerré mis ojos esperando un impacto que nunca llegó, esto fue porque el auto logró doblar de manera rápida, estrellándose junto a unas de las aceras cerca de la academia.

Corrí hacia donde había pasado el accidente para asegurarme de que el hombre que iba  condiciendo estaba bien, el cuerpo tendido de alguien llamó mi atención.

El cuerpo tendido de mi esposa me hizo correr hacia ella, sintiendo como el pánico inundaba mi pecho, las lágrimas empezaron a salir sin que me diera cuenta y mi corazón pareció detenerse por un segundo.

- No, no, no ¡NO! - grité una vez me tiré de rodillas y tomé con delicadeza la cabeza de mi esposa - S-Sana, mi amor, no, no, ya estoy aquí, todo estará bien, ¿si? Estarás bien, estarás bien - dije.

Miré con miedo todo el panorama, había sangre por todos lados, mis manos estaban llenas de sangre. La gente comenzó a aparecer debido al impacto de lejos escuché la sirena de la ambulancia.

- Mi amor, ya viene por ti, todo estará bien, estaremos juntas, finalmente estaremos juntas, haremos muchas cosas - dije entre lágrimas. Sana asintió ante mis palabras y sonrió débilmente.

- T-tienes que cuidar la academia... - dijo dificultosamente, con su voz entre cortada y su pecho subiendo y bajando de manera inestable - P-por favor, tienes que sobrevivir sin mi, te amo...

- No hables, guarda tus fuerzas amor, todo estará bien y cuidaremos la academia juntas lo prometo - sonreí y Sana sonrió de manera de despedida.

Justo cuando las sirenas se hicieron más prominentes, Sana cerró los ojos. Entré en pánico y comencé a gritar su nombre esperando que solo se hubiese desmayado pero no fue así.

Luego todo pasó a cámara lenta para mí, llegaron los paramédicos, quitaron el cuerpo de mi mujer de mis brazos, ayudaron al señor que iba conduciendo, la gente parecía hablarme pero yo no escuchaba.

Y esa era la que no podía vivir sin Minatozaki Sana.

Con desesperación empecé a buscar la máquina pero estaba rota. Me permití sentarme a llorar y gritar.

- ¿Usted es familia de Minatozaki Sana? Necesito que nos acompañe en la ambulancia señora... - aquella voz parecía lejana para mí, no podía reaccionar. - Señora...

Asentí y con ayuda de uno de los paramédicos me puse de pie para entrar a la ambulancia donde se encontraba mi esposa sin vida tapada con una bolsa negra.

¿Cómo las cosas habían terminado así? Éramos felices. Quizás debí hacer caso y no usar la máquina y nunca debí conocer a Sana al menos así ella seguiría viva. 

Yo... yo maté a Minatozaki Sana. Yo maté a mi felicidad.



20 años después...

El recuerdo viviente de Sana seguía en cada paso que daba, en cada lugar de aquella academia, todo en ella, era ella para mi. Myoui Mina había muerto el día en el que murió el amor de mi vida.

Myoui Mina no era nadie sin Minatozaki Sana.

Cambié mi nombre, cambié mi vida, cambié mi forma de ser, todo. Excepto la academia. Todo seguía exactamente igual como Sana solía decorarla. Sonreí para mi misma la recordar como había comenzado la academia de baile, Sana siempre había soñado con tenerla aquí. El sonido de la campana anunciando que alguien había entrado me sacó de mis pensamientos.

-¡Buenas! - dije mientras alzaba la mirada - ¿En qué puedo ayu-

Mis palabras se quedaron atascadas, sentí como mi corazón se detuvo por unos segundos, abrí mis labios para decir algo pero no salió nada.

Recordaba ese momento, yo estuve al otro lado, fui esa Mina desesperada por volver junto a mi esposa. Hablé con mi yo más joven y le dije exactamente lo mismo que me dijeron a mi. Pensé en detenerla, explicarle y en decirle que no fuese pero no podía seguir jugando con el tiempo.

Quizás debí hacer caso en ese momento. Suspiré alejando esos pensamientos que me comían por dentro y volví a mi rutina.

Atender la academia, extrañar a Sana, llorar por Sana, sentir culpa por la muerte de Sana.

Mi vida se había convertido en una trágica rutina que no podía ser cambiada y así iba a ser hasta el día de mi muerte, en donde finalmente iba a tener el honor de reunirme con mi esposa, con mi pequeña y linda Sana.



Perdón no me maten, habrá un final alternativo.

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⏰ Última actualización: Jan 02 ⏰

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80's girl (Misana/2na) - AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora