Adore💙 /AU Yoonjin

XVI

Minutos antes...

Seokjin no podía creerlo.

Por un momento sintió sus ojos humedecerse pero jamás llegó a sentir lágrimas correr por sus mejillas, ¿Enserio Yoongi había hecho eso para él? ¿Para ambos? Tenía una opresión en su pecho que le incómodo en un instante, sintió ahogarse con el mismo aire y entonces una sonrisa inconsciente se plasmó en su rostro, reemplazando así lo que debía ser un llanto por culpa.

-Yoon... Yo

-¿Te gusta?- volteó a mirarlo y solo pudo encontrarse con unos ojitos brillantes a la espera de su respuesta, una mirada expectante a que lo que oyera le hiciera sentirse orgulloso de su trabajo.

-Pero claro que me encanta, ¿Cómo tuviste tanto tiempo para hacer ésto? preguntó el rubio admirando el lindo picnic frente a él.

-Bueno, creo que me tomó más tiempo conseguir los tulipanes- el pelinegro se agachó para tomar el sencillo ramo y al tenerlo en sus manos, lo extendió en dirección a su novio quien lo recibió con una dulce sonrisa.

-Muchas gracias, Yoonie-se acercó a darle un beso en la mejilla. -¿Podría...?

el asentimiento del chico le dió luz verde para poder tomar una fotografía.

Se sentaron sobre la manta a cuadros y comenzaron a degustar un poco de cada platillo que había llevado el chico de gafas, sin embargo, ese sentimiento de inquietud no dejaba en paz a Seokjin, se sentía tan mal sosteniendo una mentira tan cruel mientras veía que el pelinegro se empeñaba en darle detalles donde podía apreciar su esfuerzo, y esa era la debilidad del rubio.

La dedicación de Yoongi hacia él le hacía sentir un vacío en su estómago porque sabía que, en otras palabras, jugaba con sus sentimientos, ¿Qué se supone que estaba haciendo? Estaba conociendo otras facetas de Kook pero de forma incorrecta, y aparte, esas facetas no debía conocerlas él, sino una persona que realmente si hubiera estado dispuesta a descubrirlas, él no debía estar ahí en ese picnic, no él.

-¿Pasa algo, Nini? - la voz de Jeon lo sacó de su mortificación y lo hizo conectar miradas con el contrario.

-No, Yoonie, todo bien- le dió un sorbo a la cajita de jugo de manzana que sostenía en su mano izquierda pero nunca rompió la conexión hacia sus ojos.

Yoongi consideraba los ojos de Seokjin como los más bonitos que había visto en toda su vida, eran pequeños y le causaba total ternura el eyesmile que se formaba cuando su chico sonreía o dejaba escapar alguna carcajada; era sorprendente que ahora mismo le estuviera sosteniendo la mirada.

Hipnotizado y sintiéndose cada vez más atraído hacia el rostro opuesto, no sentía ni una pizca de nervios a pesar de que tenía un presentimiento de lo que podía pasar a continuación, para su sorpresa, el rubio se giró de inmediato señalando hacia enfrente, al final captó en su campo de visión a una mariposa que volaba cerca de ellos.

Le dió una sonrisa y siguieron comiendo, solo había una duda que había surgido en el interior de Yoongi: ¿Por qué se sentía triste?

Por otro lado, el rubio estaba dando suspiros de alivio, tenía tanto miedo de besar a Yoon, no quería saber qué más podía pasar luego de ello y tampoco se atrevería a descubrirlo, hasta ahora ya estaba sufriendo las consecuencias de sus malas decisiones, el asunto es que no consideraba que tener a Yoongi más cerca fuera un error; él siempre había estado ahí para el pelinegro, obviamente no se arrepentía de ello.

Hasta ahora no se había detenido a pensar cómo es que todo ésto acabaría, solo esperaba que su estupidez no quebrantara el vínculo que llevaba con Min, eso le quedaría en su mente como lo peor que pudo haber hecho, no quería hacerle daño pero sentía que ya lo estaba haciendo.

Era horrible porque él también se sentía mal, y dedujo que ésto también le dejaría un daño.