cap 18

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Estas leyendo, los últimos capítulos de Hasta llegar a tu corazón.

—Mamá.—llamó Arian desde su cuarto.—Mami me gustaría aprender a jugar fútbol.—Dijo el niño cuando vio que apareciste en la puerta.

—¿Fútbol? Pero si nunca te gusto, tu preferias dibujar.—dices acercándote a él.—¿por que ese cambio mi vida?

Arian lo pensó, no quería que su madre se enterara que en el colegio lo llamaban afeminado.

—Me gustaría aprender porque mis amigos me invitan a jugar y yo no se mucho. Es solo un juego.—Dijo el niño.

Es tu hijo y sabias que algo malo pasaba, pero a la vez querías creer que era por que estaba creciendo.

Después de esa platica en la cena le comentaste a scaramouche.

—¿Una academia de fútbol?—pregunto mirándote confundido.—No creo que Arian pueda ir, mejor hay que enseñarle lo básico, yo quería que aprenda a tocar piano.

—Pero no se trata de lo que tu quieras, se trata de lo que él quiera. Hazme caso, ponlo en la academia...le servirá mucho.

—Scaramouche movía la comida en su plato mientras pensaba.—Bien, yo me aseguraré de que entre. Pero tu tendrás que ir para supervisarlo.—Las palabras de tu esposo fueron interrumpidas por el timbre de la puerta.

Ambos se miraron extrañados, scara pregunto desde la mesa:

—¿Quién es?—interrogó con voz calmada pero sería.

—La policía. Abra la puerta.

No sabes quien se puso más pálido, scaramouche o tú, a dicha orden abrieron la puerta.

—¿La señora ____?—pregunto un oficial.

—Si soy yo.—respondiste.

—Queda detenida por el intento de asesinato de la señorita Catalina.—Dijo el oficial poniéndote las esposas en las manos.

—¿mami?—Arian se levantó al escuchar el escándalo, su pequeño peluche cayó de sus manos al ver como jaloneaban a su madre.—¡No! ¡suelten a mi mami!

Scaramouche cargo a su hijo que lloraba por su madre, él tampoco "entendía".

Comisaría de la ciudad.

—¡cómo que intento de asesinato!—Gritaste enojada.—No conozco a ninguna Catalina.

—¿No me conoces ___?—Una voz familiar te llamo la atención...

—C..¡Cyra!—gritas sorprendida, ella debía estar muerta.—Tu no eres Catalina tu te llamas Cyra.

—Señorita no diga incoherencias, la señora Catalina tiene su DNI que prueba su identidad.—Dijl wriothesley.

—¡Yo no la conozco!

—¡___ claro que me conoces! Tu intentaste matarme, que quede sin cabello por tu culpa!

—La risa te iba a ganar pero nececitabas seguir negandote, hasta que scaramouche viniera por ti.—Quiero pruebas, pruebas de que yo intente asesinarte.

—Aquí las tiene. ¿Este es su cabello no?—Un policía se acercó y dejo la bolsa con uno de tus cabellos.

En otra parte.

—Te quedaras en casa de tu amiga Jazmín mientras voy a buscar a tu mami ¿esta bien?—Sijo scaramouche a su pequeño que no paraba de llorar.

Frente a él estaba Liney, esperando a que scaramouche terminará de explicarle las cosas a Arian.

—¡Trae a mi mami!—pidió arian a lo que scaramouche asintió y se fue.

Jazmín se llevó a Arian adentro para que se distraiga un rato.

Liney se quedó mirando a scaramouche mientras se alejaba.

—Que es lo que pasa...—murmuró para sí mientras trataba de pensar, entro a la casa otra vez, le preguntaría a Arian.—Pequeño, ¿Qué paso con tu mami?

—El niño volvió a llorar, liney rodó los ojos y volvió a preguntar.—¿Qué pasó con tu mami?—Repitió más fuerte y serio.

—El niño Balbucea.—s..se la...lleva..ron, la...licia...la policía...

Liney asintió y salió de la habitación dejandolo ahí con su sobrina. Ya estaba planeando algo.

Scaramouche estaba en su auto rumbo a la comisaría, sabe perfectamente que decir, tiene pruebas de Cyra y su esposa le contó todo le confesó que si ella había intentado matarla.

Al igual que él le dijo que mato a Zandick, pero ahora que esa víbora había vuelto, necesitaban maneras de deshacerse de ella nuevamente.

—¡Intentaste matarme! Me torturaste!—grito Catalina nuevamente, el oficial veía el comportamiento de ambas y el de Catalina era muy creíble.

—Me dices que intente matarte pero no te conozco, solo te pareces a una antigua amiga mía que me traicionó.—Otra mentira, pero no podías permitirte ir a la cárcel, así tengas que burlar a la justicia tu no irías a la cárcel.

—¡oficial!—una voz conocida resonó en la sala.—¡Le exijo que libere a mi esposa!

—¡scaramouche!—te levantaste de la silla, pero el oficial te mando a sentar.

—Señor scaramouche, si quiere que libere a la acusada traigame pruebas, de lo contrario se abrirá un juicio.

—¡No!—gritas

—¡si!—grito Catalina.

—Yo tengo pruebas. No solo de lo que se acusa a mi esposa. También de la señorita Catalina no es quien dice ser. Y tiene cuentas pendientes con la justicia.

—¡Esto es una terrible acusación!—sollozo la chica.

—¡Así como me acusas de haber intentado matarte!—le gritaste, a lo que ella siguió llorando y diciendo que eran mentiras.

—quiero ver las pruebas.—Dijo wriothesley.

—Alhaithan, puedes pasar.—Dijo scaramouche.

—Que...—Catalina dejo de llorar al escuchar ese nombre.

A la sala entró el Alhaithan el Ceo de una empresa de tecnología.

—¡Eres un traidor!—grito Catalina delatandose, a lo que los oficiales la agarraron.

—Yo quiero hacer una denuncia hacia Catalina, pero antes ese no es su nombre. Ella se llama Agni. Y yo.—suspiro, bajo la voz y dijo.—Fui su cómplice...y novio de ella.

—¡Alhaithan!—volvió a gritar ella.—¡Me juraste amor eterno!

—¡Me di cuenta que estaba mal!—Grito con la voz quebrada él.—Te ame tanto que estaba ciego...lo que hiciste estuvo mal, arruinamos la vida de scaramouche y ____...

Fueron 5 horas las que pasaron todos en esa sala diciendo la verdad y algunas mentiras...Alhaithan se entrego a la justicia y Catalina se le lanzó a los golpes a ____ y Alhaithan.

—¡Los odio! ¡son unos miserables!—Grito por ultima vez mientras salía corriendo de la Sala.

—¡No la dejen salir!—Grito wriothesley.

Pero Catalina era muy astuta, era igual que buscar una aguja en un pajar logro salir.

—Esos malditos...____—Murmuró con desprecio.—Ojalá te mueras...aunque, creo que puedo hacer eso...

La criminal ahora, fue muy sigilosamente hasta el auto de scaramouche y empezó a romper los frenos, cambio muchas cosas de posición.

—Ahora veamonos en el infierno.—dijo de manera retorcida.

—Creo que la única enferma eres tú.—dijo una voz masculina.

—¿¡Y tú quien eres!?—Grito, a lo que él desconoció respondió con un balazo directo a la cabeza de la mujer.

—Un amigo.

Hasta llegar a tu Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora