Un chico carismático acaba de llegar a la cuidad, después de 7 años de viajar por el mundo, el cual se considera así mismo como una clase de Mago, inventor y chocolatero, sin embargo no sabe que enfrentara varios problemas pero también conocería a u...
-Nuca han probado el... el... chocolate?- decía Wonka sin ninguna expresión en su rostro.
-No- dijo Noodole inocente.
-QUE?! Nunca han probado el chocolate?! - dijo Wonka sorprendido y un poco molesto.
-Dijo que no- dijo Evelyn sería.
-Esto es inaceptable, es un insulto - decía Willy abriendo el gran maletín - Bueno tienen suerte chicas, tengo una selección de los ingredientes más finos del mundo aquí en mi fábrica de viaje -.
Willy abría y preparaba su pequeña fabrica, Evelyn y Noodole estaban sorprendidas, era increíble que tantas cosas estuvieran en un maletín "ahora entiendo por qué lo lleva a todos lados" pensó Evelyn.
-Wow- dijo Noodole, mientras que Willy se ponía un gel en las manos.
-La pregunta es por dónde empezamos- dijo Willy viendo todos sus ingredientes, Willy vio a los ojos a Evelyn por un momento a lo que ambos se sonrojaron, Evelyn desvió la mirada hacia la mágica fábrica- Ya se nube plateada- dijo Willy.
-Hecho de nube de tormenta condensada- dijo sacando un pequeño frasco azul brillante- y sol liquido- tomo otro frasco amarillo brillante.
-Liquido?- pregunto Evelyn colocándose de rodillas al lado de Willy mientras ponía su mano en el respaldo de la silla haciendo sentir a Willy un poco nervioso- Eso se puede?- dijo sonriendo dulcemente.
-Por su puesto señorita Lindsay, habla con Willy Wonka el que ah conseguido los mejores ingredientes del mundo solo para complacerla... complacerlos... es decir al mundo claro- dijo Willy en un tono coqueto pero nervioso mientras la veía de reojo.
-Muy bien- dijo Willy abriendo los frascos- Para que vean el rayo de esperanza más allá de la desesperación, es necesario no lo creen- dijo siguiendo haciendo el chocolate.
-Siempre quisiste hacer chocolate?- pregunto Noodole.
-No... Cuando tenía tu edad quería ser Mago- decía Willy mientras veía las pequeñas fotografías en su fábrica.- Mamá era cocinera, viviamos en el río los dos nada más, en nuestro propio mundo perfecto, como lo recuerdo me pasaba cada hora del día tratando de inventar trucos nuevos para impresionar a mi mamá... Pero la verdadera magia la hacía ella no teníamos mucho dinero pero cada semana traía un grano de cacao, para cuándo fue mi cumpleaños había suficiente solo para una barra de chocolate pero no era cualquier chocolate... Muy lejos de eso...-.
Willy contó cómo su madre lo alentaba cuando era pequeño y le decía que no se rindiera, todas las grandes y bellas cosas comenzaron con un sueño, y contaba que cuando compartiera su chocolate con el mundo ella estaría ahí, además contó que había un secreto especial para el chocolate que nadie sabía ni si quiera el.
-Y... Cuál era Willy?- dijo Noodole.
-Cual era el secreto? - pregunto Evelyn.
-Nunca lo supe, se enfermo un poco después y cuando me di cuenta solo me quedaba su barra de chocolate por eso vine, para sentirme igual que esa vez cuando comimos chocolate- dijo sonriente mientras veía la barra de chocolate en sus manos.
-De que hablas - pregunto Noodole.
-Mamá prometió que cuando compartiera mi chocolate con el mundo ella iba a estar junto a mí, y sonará loco pero... Siempre espere que cumpliera esa promesa y puede que me diga su secreto- al final Evelyn solo lo veía con una sonrisa estaba conmovida por la historia de Willy y como tubo confianza para contarlo.
En eso la fábrica hizo un sonido de campaña y Willy bajo una palanca, a lo que cayeron dos chocolates muy extraños.
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