god only knows || JUANTIN

SEMANA 1 parte 4

Cuando Bea y Alex se fueron, Álvaro y Martin se quedaron en silencio. No eran muy cercanos pero los dos querían formar una amistad aunque uno de los dos quería algo más. Martin para romper el silencio se puso a cantar una canción en euskera y consiguió lo que quería, hacer que Álvaro se riese.

-Martin me encanta tu voz aunque no entienda nada.

-Eskerrik asko (gracias).

Estuvieron como 30 min solos hablando y Álvaro no consiguió enamorarlo o lo que fuera que quería hacer. Más bien se hicieron muy buenos amigos, pero Álvaro no quería eso.

-Tu, nos vamos con los demás?-le dijo Martin.

-Vale-le respondió Álvaro medio triste, el solo quería estar con Martin.

Se fueron al sofá donde estaban todos y faltaba una persona, Juanjo como no. Martin no quería que estuviera solo asi que fue a buscarlo por la academia. En la sala de Manu, nada, en la de Abril, nada y en la de Vic tampoco.

-Donde estará este tío con lo grande que es-susurro. Entonces pensó en ir a la terraza, solo que lo dudaba ya que ahí hacía mucho frío a la noche.

Al entrar en ella vio algo enrollado en una manta de cuadros blancos y negros. "Ahí estás" pensó.
Se acercó lento para no hacer ruido y vio que estaba durmiendo, pero dormía raro estaba como mal puesto y decidió ponerlo bien para devolverle el favor de esta mañana. Mientras lo movía sin querer se tropezó y se le cayó encima, por culpa del golpe de despertó.

Juanjo empezó a abrir los ojos poco a poco hasta encontrarse con Martin debajo suya, no entendía nada, se levantó súper rápido y dejó la manta en la silla. Martin no sabía que decir ni hacer pero seguía estirado en el suelo. Juanjo al ver que no se levantaba le estiró la mano para que se levantara.

-Venga, que ya hace bastante frio aquí como para estar en el suelo.

Martin le cogió de la mano y subió. Pero no se la soltó, tenia la mano caliente y el tenia mucho frío pero Juanjo apartó la mano.

-¿Me explicas como he acabado encima tuyo?.

-Pues a ver, em-se había puesto nervioso- es que estabas mal puesto y nose, quería ponerte bien y me he tropezado-mientras se estaba tocado el pelo- y me he caído y pues luego te me has caído tú. Martin se callo de golpe y Juanjo lo único que hizo fue reírse.

-Porque te pones tan nervioso, tranquilo-decía mientas se reía.

Martin al escuchar tan bonita risa se le llenó el corazón de algo cálido. Y se le escapó una sonrisita que Juanjo la noto y a él le gustó un poco. Entonces sonó el timbre.

-Hora de comer-dijo Martin feliz y salió para la cocina y Juanjo le siguió.

Todo esto fue observado por un andaluz de pelo rizado, Álvaro, se puso súper triste al ver que Juanjo sin querer había conseguido sacarle una sonrisa tan bonita a Martin.

Desde ese día a la hora de desayunar, de comer y de cenar Juanjo y Martin se sentaban siempre uno delante del otro.