✨Érase una mudanza✨

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Ya estaba casi en desengaño 21, mi padre murió cuando era pequeña y mi madre se había mudado con su novio, un hombre idiota que yo odiaba así que mi abuela, por joder a mi madre más que nada propuso que me fuera a vivir con ella y con mi tía y cuando yo acepte por la misma razón mi madre se enfadó y dijo que me llevaría allí porque según ella no aguantaría nada y volvería rogándole. En sus sueños...

—No puedo creer que prefieras estar con ella que con tu propia madre.— joder que plasta, lleva todo el viaje diciéndome lo mismo.

—Tú elegiste al imbécil de tu novio sin importar mi opinión pues ahora te jodes.

—A mi me hablas con respeto señorita, en dos días te vas a cansar de vivir con los vejestorios de tu abuela y de tu tía y me vendrás llorando para volver.

—O no.— le respondí.

Ya habíamos llegado y bajé del coche dando un portazo. Y allí había un hombre con una televisión y una mujer rubia bastante mona que se estaban peleando con el telefonillo.

Le dije adiós a mi madre y me acerqué a ayudar.

—Hola soy T/n, la nieta de Marisa del primero A, ¿necesitáis ayuda?

La chica iba a contestar y de repente salió Vicenta, mi tía de la puerta, con Valentín, su perro.

—Buenos días— dijo riéndose.

—Muchísimas gracias señora, si no estuviera mi novia delante le daba un beso en los morros.— mi tía se quedó atónita al escuchar esto último y yo me empecé a reír, ella era virgen todavía y a la mínima le pasaba eso.

—Perdón?— le dijo.

—No le haga caso, somos los nuevos vecinos y es que aún no teníamos las llaves y nadie nos abría la puerta.

—A no? Y Emilio? El portero.

—Buena pregunta, quien mató a Kennedy? dónde está el portero?— bromeó el chico entrando al edificio con el televisor.

—Sisi pasad pasad, yo os acompaño, me llamo Vicenta, y este es Valentín.— se presentó.

—Encantada yo soy Lucia, y él es Roberto.

—Y tú eres?— me señaló mi tía.— Por dios bendito T/n! No te había reconocido.— dijo enseguida y vino a besuquearme.— que mayor que estás y que alegría que vengas a vivir conmigo y con Marisa, nos hace falta un toque juvenil en el piso, que ilusión, será como tener a mi propia nieta.— dijo feliz.

—Yo también me alegro de verte tía pero habrá que ayudarles a ellos no?

—Ay si si.— dijo y se puso a buscar las llaves en la portería.

El chico casi se muere cuando mi tía le dijo que no se podía subir por el ascensor y yo me reí.

Subimos las escaleras y Vicenta llamó a la puerta donde estaba mi abuela.

—T/n! Por fin, un poco de cordura en este piso es lo que hacía falta.— yo me reí y me dijo que pasara y que ella se iría a hacer la compra.

Deje las cosas y Vicenta se fue a hacerle el tour por el edificio a los nuevos vecinos y me obligó a ir con ellos.

Saludé a Mauri y a Fernando, los vecinos de enfrente que salieron porque se iban a Ibiza de viaje, me caían muy bien y según mi abuela eran gays, yo no tenía ningún problema con eso la verdad así que me daba algo igual, de hecho yo era bisexual y mi abuela lo sabía y según ella molaba más porque había que comer de todo.

Es una cabrona como yo y la amo, por otro lado mi tía me dijo que me llevaba muy bien con los aries...

Subimos las escaleras y salió Concha quien estaba mirando por la mirilla.

Lucia y Roberto se presentaron y Concha vino a darme un beso, en seguida salieron los señores Cuesta.
Saludaron a los nuevos y luego vino mi turno, yo quería quedarme en casa pero Vicenta quería que saludara a todos, ya los conocía de haber venido a visitar a mi abuela.

—Uy T/n!— vino Paloma hacia mi.— Tu que haces aquí?— es una cotilla.

—He venido a vivir con mi abuela.— le respondí.

—Madre mía que alegría!— dijo paloma.

—Si, hacía falta un poco de juventud en este edificio, así podrás salir por ahí con mi hija Natalia.— dijo y yo asentí incómoda, Natalia tenía mi edad pero nunca me había llevado mucho con ella.

Todos subimos arriba a acompañar a Lucía y a Roberto y cuando entraron a su casa, después de criticarlos como no cada uno de fue a su casa.

Mi tía me había hecho croquetas para comer, las mejores, cuando termine me puse a leer un rato pero los vecinos se pusieron a gritar en la escalera y era imposible concentrarse.

Salí a cotillear y vi a las vecinas, Belén y Alicia, atrapadas en el ascensor con Emilio, el portero.

—T/n ayúdanos!— me dijo Emilio.

—Voy voy, ahora llamo al señor Cuesta.— le dije y subí las escaleras hacia el jaleo.

Cuando subí enseguida me lo contaron todo, había aparecido una gotera en casa de los señores cuesta y está había pasado porque Roberto no respondía y se había dejado el grifo abierto y mientras tanto las supernenas, mi abuela, Vicenta y Concha se habían metido en casa de Mauri y Fernando para comprobar si eran gays y como ellos habían vuelto antes de hora las habían descubierto desastrando su casa.

Lucia abrió la puerta de una patada pero Roberto no estaba en la casa.

Mi tía le sacó el tema de Manolo a Lucia y mi abuela se puso a regañarle y entonces apareció Roberto, desnudo y entró a la casa.

Entramos a casa ya a dormir, mi tía estaba impactada por Roberto y yo no dejaba de reírme.

—Buenas noches.— les dije y me fui a mi habitación, los muebles eran antiguos pero no importaba demasiado ya me la arreglaría a mi gusto.

Me cambié y me fui a dormir, había sido un día largo, y en ese edificio no hay quien viva pero era muchísimo mejor que con mi madre y el asqueroso de su novio.
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Holaa caracola 🐚

Si, yo me aburro muchísimo, y hace tiempo busqué para leer un fanfic de esta maravillosa serie y no encontré mucho así que ahora a la 1 de la mañana, aburrídisima y viendo la serie por tercera vez he decidido escribir algo yo :))

En homenaje a una de las mejores series de toda España.

Por algún motivo se me ha borrado la historia, ha desaparecido de Wattpad pero tenía el documento menos mal así que todo bien.

Y bueno eso que espero que os guste está fumada tan bonita Ajkajakja.

Y votad xfa 🤍

✨Que mona va esta chica siempre✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora