"Donde Izuku quiere ser amigo de Momo, pero a esta se le hace molesto o...¿Lindo?"
Una linda y breve historia de un Omega varón intentando ser amigo de una Alfa obstinada y orgullosa
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El beso de la mayor no tardo en ser correspondido, Izuku paso sus manos por el cuello de la pelinegra, el beso se hacia a cada segundo más y más demandante, dejandl a Izuku sonrojado y jadeante pir momentos, la lengua la la mayor ya explorab la dulce boquita del Omega que ahora mismo era un desastre de feromonas que solo excitaban más al alfa de la pelinegra.
— Ya-yao... Momo...~ — le mayor tomo firme de la cintura al pecoso, atrayendolo a ella y tomando firme su mentón, viendo su mirada más que excitada.
— Oh Midoriya-Chan~ no sabes en lo que te acabas de meter... — el menor abrió sus ojos como platos, mirando a la mayor completamente nervioso y sonrojado, tratando de separarse, pero apenas se movía las manos de la pelinegra se aferraban más a su cuerpo.
— Ya-yaomo...— el pecoso no pudo terminar, la mayor lo había besado de nuevo, Izuku apesar de estar en negación de aquel acto, se dejó llevar después d un rato correspondiendo el beso, dejando que la mayor lo balanceara hacia la cama de la misma, la cual era como una nube, apesar de haber cambiado su cama ya que utilizaba toda la habitación, el colchón el cuerpo de la misma seguia siendo de total calidad — ¡E-espera Yao... Mngh! — la mayor volví a callarlo, mordiendo sus labios y lamiendo el contorno de los mismos, escuchando los jadeos del menor, sintiendo su maldita ropa para dormir más apretada que antes.
El menor por instinto acomodo sus manos al rededor del cuello de la pelinegra, dejándose llevar por la ola de sensaciones que tenía encima, su Omega estaba revoloteando se felicidad, las simples palabras "me gustas" de la mayor lo habían dejado en aquel estado tan dispuesto y entregado, listo para cualquier cosa que pasara apartir de ahora.
Sintió una mano traviesa en la zona de su trasero, miro sorprendido a los ojos negros y brillantes de la mayor, brillantes en lujuria y deseo, deseo por él.
— Ya estás tan mojado por unos simples besos Midoriya — el menor sonrojado le vio con reproche.
— Es tu culpa — la mayor sonrió con sacarroneria.
— Entonces tomaré la responsabilidad — la mayor tomo firme las caderas del pecoso y las junto a su pelvis, dejando al menor sentir su erecion debajo de su ropa, sorprendido y sonrojado vio a la mayor, Dios estaba siendo dominada pir completo por su instinto, lo veia biem el brillo de sus ojos — de este cuarto no sales caminando Midoriya.
El menor sonrió gustoso, era eso justo lo que deseaba.
Un rato después el menor estaba completamente desnudo, aferrándose a la espalda de la mayor que preparaba su coño.
— No me habías dicho que eras un Omega puro Izuku — el pecoso jadeo en su oreja al sentir de nuevo un roce.
— N-nunca... L-lo preguntaste~ — el pecoso sintió en espasmo que lo hizo jadear y temblar, su cuerpo sonrojado y aferrado al de la mayor, temblando y con ligeras lágrimas de placer en sus lindos ojos esmeralda, mirando el cuello de la mayor y su cabello negro desordenado, estaba perdido, ahora mismo estaba completamente perdido ante los deseos de la mayor.
