𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚜𝚎𝚒𝚜

11 3 6
                                    

Simón se había levantado, se vistió con el uniforme y se dirigió a la cafetería decidido a decírselo a Arabella, pero sus planes se habían desintegrado como cuando un papel se cae al fuego, eso fue lo que arruino todo, un papel

No se cuando estas leyendo esto pero..
Hola Simon,
Siento no haberte avisado antes, no sé si se es muy tarde, pero me voy.
¿Cómo que te vas? Te preguntaras, pues si, me voy a Madrid ¿te acuerdas cuando te dije que no tenia plaza para estudiar cine? Pues mira, ahora la tengo.
Me voy la mañana del 30, en el tren, a la misma hora la cual iba por mi chocolate, si, justo esa. Intento no llorar mientras escribo esto, pero no solo lo escribo para decirte que me voy y ya, te escribo para decirte de, me gustas Simon, me gustas desde que me dijiste "Me gusta TV girl" desde que me diste estúpido Instagram, pienso, que si nunca hubiera entrado a la cafetería no me habría dolido tanto ,pero el hubiera no existe.
Simon, me enamoré de ti, me encantas, me encantan tus bromas, me encantan los apodos que me pones, me encanta tu pelo naranja, me encantan tus ojos esmeralda, me encanta lo alto que eres, me gustas Simón.

Esas palabras le habían sentado como un tiro al pelirrojo, que se apoyó en la barra intentando no llorar, pero pensó en esta pequeña frase

Me voy a la misma hora la cual iba por mi chocolate

Eso fue suficiente como para que el oji verde se quitara el delantal marrón que adornaba sus pantalones negros anchos y su camisa blanca, y con un
-¡Eduardo, me voy por un rato, no me esperes!- empezó a correr fuera de la cafetería por las calles hasta la estación, chocándose con algunas personas sin disculparse, para el, eso era lo de menos ahora.
Llegó finalmente a la estación a tiempo, y ahí estaba ella, con su gigantesca maleta, abrazando a todos sus amigos. Visualizó a una chica que suponía que era Noelle, un chico bajo, pero más alto que Arabella, justo la estaba abrazando ahora, suponía que era Josue, y otro muy alto con el pelo rizado que suponía que era el tal Jake. Él corrió hacia ella, y cuando estaba más o menos a un metro de ella gritó
-¡Arabella!- esta se giró y vio al pelirrojo ,unas personas se le quedaron viendo a la pareja, que seguía a un metro más o menos, pero se notaba su amor desde lejos, algunos abuelos dejaron el periódico para ver los que los ignorantes llamarían un simple chisme ,los pesimistas un "Adiós" y los optimistas un "Hasta pronto"
-Simon- dijo la más baja, acercándose levemente
-Arabella, no se como ni cuando, pero ahora te vas a ir y solo quiero decirte que leí tu carta, no se por que no me escribiste por el teléfono o simplemente me llamaste-Noelle rió levemente junto a Jake y Josue -Pero quiero decirte que te correspondo, me gustas Arabella, me gustas como nunca me había gustado otra cosa, me gusta como siempre sonríes, me gustan las trenzas que te haces y tu pelo suelto, me gustan tus ojos oscuros con forma de avellana,
me gustan tus pequeñas pecas alrededor de sus mejillas, me gustan sus labios algo cortados, me gusta hacerte el chocolate caliente todas las mañanas y tardes, me gustas, no solo me gustas. Me he enamorado de ti, me he enamorado de ti en cuerpo y alma.- Arabella empezó a llorar
-Dios, si esto es un sueño no me despiertes nunca- después de decir eso corrió hacia el chico y lo beso, enredó sus brazos en el cuello de este, mientas el hacía lo mismo con su cintura, algunos de los que estaban mirando comenzaron a silbar y otros a aplaudir, se sentían en una estúpida película que Arabella escogía para poner en la pequeña tele de la cafetería, o eso sentían ellos, pero le gustaba, se habían enamorado y eso no lo cambiaria ni la mayor fuerza del universo.

Y todo esto por un simple chocolate caliente.

                                      Fin

•𝙲𝙷𝙾𝙲𝙾𝙻𝙰𝚃𝙴 𝙲𝙰𝙻𝙸𝙴𝙽𝚃𝙴∙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora