La debilidad del mafioso

008

Al otro día Jackson se levantó temprano se vistió muy elegante como de costumbre, puso su pistola debajo de su traje negro se echó un poco de perfume (casi acaba el pote) y salió de su habitación para ir a la de Karlon.

Tocó la puerta y karlon la abrió con el pelo echo mierda, recién despertado y todavía tenia la pijama

-buenos días -dice Karlon rascándose el ojo-

-cámbiate ya nos vamos

-Gracias por los buenos días -dijo sarcástico- y los otros? -pregunto mirando a todos lados-

-no, solo vamos tú y yo

-ay pero vayamos más tarde -se quejo Karlon-

-no, cámbiate, te espero abajo en 5 minutos -dijo con seriedad para después irse sin decir mas-

Karlon entra a su habitación para cambiarse y arreglarse el pelo

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-Gracias tío, estaba riquísima la comida -dijo Isabella poniendo los platos en el lavaplatos-

-de nada mi niña que bueno que te haya gustado -sonrie-

-mañana empiezas el trabajo!! -dice emocionada-

-pareciera que fuiste tú la que tuvo el trabajo -dijo desanimado-

-ay y ese desánimo?

-es que estoy nervioso

-tranquilo todo estará bien -dice sonriendo y do dolé un beso en la mejilla-

-Gracias mi niña -sonríe-

-bueno ya me iré al trabajo te amo

- okey yo a ti

Isabella salió del apartamento, se fue en taxi hasta la empresa y llegó

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-mira, mira ya llego! -le dice Jackson a Karlon-

Estaban adentro de una camioneta negra y con los cristales bastante oscuros como para que no se viera quien estaba adentro estaban estacionados cerca de la empresa y podían ver todo, quien entraba, quien salía y así pero querían o mejor dicho Jackson quería solo ver a una persona entrar y salir y esa era Isabella

-Waoh que increíble -dice fingiendo asombro-

Muchas horas después ya era la hora de salida de Isabella pero Tom le había dicho que antes de salir fuera a su oficina Isabella fue le tocó la puerta y entró

-hola Isabella -dice sonriendo-

-hola señor Costello -dijo sentándose-

-Digame Tom por favor

-okey Tom -dice sonriendo-

-donde usted vive? -pregunto Tom-

-disculpa? -dijo ella con bastante desconcierto

-si, digo para yo ir a buscarla e ir juntos al restaurante -explicó-

-no, tranquilo yo puedo ir en taxi

-no, como crees yo la llevo -insistió-

-iré en taxi -dijo ella-

-insisto yo la busco

-no ya bastante hizo con la salida solo dime la hora y cuál es el restaurante y yo iré