• 35: Pasos •

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Wooyoung siguió mirando a uno de los espejos que colgaban cerca de la puerta de entrada con desaprobación, mientras la gente pasaba riendo a carcajadas a su alrededor, todos empujándose y llevando copas de alcohol en sus manos.

— ¿No crees que me veo fatal con esta ropa?

Se acomodó uno de los mechones desordenados de cabello y siguió mirando su reflejo con el mismo reparo de antes. La camisa blanca, la corbata a cuadros desarreglada, el pantalón negro y los zapatos de cuero no le sentaban ni gustaban para nada. Ni siquiera podía terminar de entender que estaba usando ropa formal.

Esa era una de las cosas que más odiaba.

La música electrónica sonó más fuerte y sintió unas manos sobre su hombro y el reflejo de un rostro sonriente apareció en el enorme espejo.

— Te ves guapo, Woonie, muy, muy guapo.

— Si tú lo dices, fanático número uno… Aunque creo que acá el único guapo eres tú.

Se giró hacia él y tras observar la brillante sonrisa que tenía delineándole los labios y realzándole los ojos, lo tomó del brazo y lo llevó entre la multitud, que bailaban y cantaban sobre el campo de fútbol a más no poder. Era como si estuviesen listos para reventar el instituto con sus gritos y carcajadas. Wooyoung arrebató dos copas de las bandejas que llevaba uno de los empleados y se tomó ambas en menos de tres tragos.

— El plan es este, tomamos mucho y terminamos bailando desnudos sobre las mesas, todos mojados en alcohol, ¿qué dices?

— ¡No, Woo! Terminaremos detenidos en la comisaría – San siguió mirándolo con los ojos muy abiertos, riendo a carcajadas.

— ¿Por qué?

— Por haber hecho todo eso.

— Imposible. Con Mingi hacíamos eso en todos lados a los que íbamos y nunca nos detuvieron. Es simple diversión.

La avispada canción se terminó y toda la gente, que antes había estado disfrutando de la adrenalina de la música en todo el campo deportivo, empezó a regresar a su lugar entre jadeos y risas, buscando las bandejas de tragos para refrescarse la garganta.

— ¡Y el baile romántico del año va a ser inaugurado! ¡Saquen a bailar a sus parejas!

La voz de la animadora resonó en todo el espacio y los gritos entusiasmados se escucharon. Las parejas empezaron a salir y a llenar el lugar con sus besos y caricias.

— ¿Woonie, bailamos?

— ¿Estás loco? Esperemos a que cambien de música, esta será para dormir.

— ¿Cómo para dormir?

— Será música romántica, ese tipo de música no se baila, es pura cursilería y da náuseas. Esperemos a la próxima y te prometo que salimos.

— ¿Por favor?

Se lo quedó mirando y exhaló, ¿cómo diablos podía resistirse a ese par de ojos mirándole de esa forma? Sujetó su mano y caminó hacia el centro de la pista, empujando a algunos cuantos antes de detenerse en medio de todos y ubicarlo frente a él. Un sonido rasposo de guitarra eléctrica alborotó el campo y entonces The Story comenzó a sonar a todo volumen, mientras regresaba la mirada a su rostro y se encontraba con sus ojos reluciéndole más que nunca y su sonrisa tan sublime y enorme que temía que le doliese.

— ¿Y qué se supone que tengo que hacer? Te advierto que no sé bailar este tipo de música, Sannie.

— Solo bailar.

Estuvo al borde de oponerse, pero cuando sus brazos se acomodaron alrededor de su cuello y su cuerpo se pegó más al suyo, no pudo más que disimular una sonrisa y rodear su cintura con sus brazos y sentir la calidez de su aliento y sonrisa rozándole la boca.

𝐈𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 - [𝚆𝚘𝚘𝚂𝚊𝚗-𝙰𝚃𝙴𝙴𝚉]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora