Me estrujo los ojos cuando me despierto al día siguiente en mi habitación. Tengo unas ojeras horribles, y aun tengo la cara adormilada, en pocas palabras, doy asco.
Como siempre...
Tengo la habitación echa un desastre pero hoy estoy tan cansada que la dejaré así por una semana más, igual, nadie que no sea Nina entra a mi cueva.
Suspiro cansada, saliendo de mi habitación, encontrándome con mi amiga haciendo el desayuno.
Si, hace dos años que vivimos juntas en un pequeño piso que cuentan con dos habitaciones, un baño y una pequeña cocina, ha sido lo más económico que hemos encontrado y estamos satisfechas, desde el principio habíamos quedado que no sería algo tan grande, sino algo sencillo y pequeño, y acá lo tenemos.
—He estado trabajando en una receta exquisita, se que va a gustarte.
Me siento en el mini sofá que tenemos en la mini sala de estar.
— ¿Qué es?
—Es pasta al horno con salsa bechamel, se usan bastante en la lasaña, pero quiero hacerlo de otra forma—Me dice, metiéndole el dedo a la olla para probar lo que sea que esté haciendo.
— ¿Te has levantado inspirada? —Inquiero, enarcando una ceja.
—Sí, me gusto pasar la noche con Mauro. —Me responde con una sonrisita. —Y tengo un proyecto la semana que viene, tengo que presentar un exquisito plato a los dueños de unos de los mejores restaurant.
—Es lo bueno de tener una amiga que estudie gastronomía. —Suspiro.
Ella sigue con lo suyo con una sonrisa mientras yo miro mi móvil sin mucho interés. Solo veo fotos de chicas de mí clase.
—Yo quisiera ser tú algunas veces, ¿sabes? —Me dice Nina, sentándose a mi lado.
Frunzo el ceño, extrañada.
— ¿Qué quieres?
Ella abre la boca indignada, cruzándose de brazos.
— ¡No quiero nada, estúpida! —Chilla, negando con la cabeza. —Solo que... anoche estabas idiotizada por el guitarrista amigo de Mauro y de la nada, los veo hablando tan en confianza como si se conocieran de años.
Sonrío, recordando cada rasgo de su precioso rostro.
Sí, yo aun ni me lo creo. No mentiré, cuando llegue del concierto busque sus canciones y casi boto baba en mi propia almohada.
— ¿No lo has buscado en Instagram? —Inquiere, tomando mi móvil.
—No, no se me ocurrió, y tampoco lo haré.
Ella me mira confusa.
— ¿Por qué no?
—Nina, no quiero verme como una acosadora o como una de esas fans obsesionadas. —Pongo los ojos en blanco, quitándole mi móvil.
—No creo que se dé cuenta que lo sigues en un millón de seguidores, Heaven.
—No lo haré—Reitero, guardándome el móvil en el bolsillo.
Ella suspira, mirándome como si quisiera matarme.
—Tienes la oportunidad de ligarte con un famoso cantante y no la aprovechas. —Masculla.
—Tu estas más cerca de estar con él, después de todo te estás ligando al mejor amigo.
Ella pone una mueca, pero luego sonríe ampliamente.
![](https://img.wattpad.com/cover/355204364-288-k150248.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Unidos Por Una Perfecta Melodía.
RomanceHeaven Gerder nunca ha ido a un concierto en su vida, pero es amante de la música. Sebastián Mûller es un guitarrista muy atractivo, quien vive todo tipo de experiencia en cada concierto, pero nada comparado cuando la conoce a ella.