La Reina Carne De Cañon Del Tirano [a través del libro]

capitulo 110

Después de huir hacia la puerta sur del Palacio Este, encontraron que la puerta estaba llena de soldados no identificados.

Xue Yao regresó apresuradamente con sus quinto cachorro y sexto cachorro. Al pasar por Leshou Hall, vio al grupo de guardias falsos afuera de la habitación Shangshu pasando por el callejón norte. Xue Yao tomó a los dos cachorros y se escondió detrás de la puerta.

Después de que el grupo de soldados se fue, Xue Yao y los demás fueron en la dirección opuesta y se escondieron en Guhuaxuan en el sur del callejón.

"No puedes salir por la puerta principal", susurró Xue Yao.

El sexto príncipe dijo: "En una hora como máximo, el hermano mayor y el segundo hermano deberían regresar. ¿Vamos al Jardín Oeste a escondernos primero? ¡Hay una cueva falsa allí, y es posible que estas personas no lo sepan!".

Por el momento, no podía pensar en otra manera. Definitivamente no podía esconderse en el palacio, por lo que Xue Yao solo podía seguir a los hermanos y esconderse en la cueva rocosa al lado del pabellón.

Afortunadamente, el palacio era lo suficientemente grande y el grupo que perseguía hacia el norte no volvió a aparecer durante mucho tiempo.

Una hora pareció extenderse infinitamente, y los tres aguzaron el oído y prestaron atención al movimiento fuera del jardín.

No sé cuánto tiempo tomó, pero se oyeron pasos de Guhuaxuan.

Xue Yao inmediatamente recogió a los dos hermanos y se preparó para mover sus posiciones.

El equipo de guardias entró directamente por la puerta oeste de Guhuaxuan y corrió hacia el jardín casi al instante.

Xue Yao, que acababa de salir de la rocalla, no tuvo tiempo de escapar, por lo que rápidamente sacó a los hermanos y se escondió, conteniendo la respiración.

Más de 20 guardias falsos se quedaron fuera del jardín para discutir un rato y luego se movieron en tres direcciones, siete de ellos corrieron hacia el jardín oeste.

Detrás de la rocalla, el corazón de Xue Yao latía como un trueno, y el quinto y sexto cachorros ya estaban listos para un ataque furtivo.

Si solo hubiera siete personas, el quinto y sexto príncipe podrían manejarlo, pero había otros guardias cerca, y si había algún ruido, más de diez más se apresurarían.

Después de dudar, Xue Yao levantó la mano para detener a los dos hermanos que estaban a punto de atacar y no se atrevió a actuar precipitadamente.

Los siete guardias falsos registraron el macizo de flores del pabellón y caminaron entre los árboles circundantes, no encontraron el paradero del príncipe, por lo que regresaron a la fortaleza y se prepararon para regresar con el equipo.

Sin embargo, uno de los guardias miró la rocalla antes de irse, sus ojos notaron el estrecho espacio en el borde de la rocalla, luego se dio la vuelta y caminó solo hacia la rocalla.

Xue Yao tragó y quiso discutir el siguiente paso, pero no se atrevió a hacer ningún sonido y observó al guardia acercándose con un cuchillo largo en la mano.

Con solo tres pasos restantes, de repente llegaron pasos ruidosos desde fuera de Guhuaxuan.

El grupo de guardias fuera de la rocalla inmediatamente giró la cabeza y miró en la dirección de los pasos que se acercaban. Cinco de ellos sacaron sus espadas y salieron corriendo por la puerta. Los dos guardias restantes no se fueron, sino que dieron media vuelta y caminaron hacia la rocalla juntos.

Solo quedaban dos guardias. Xue Yao tomó un ladrillo más grande del suelo y lo sostuvo con fuerza. Levantó la cabeza y miró al quinto príncipe, preparándose para atacar furtivamente a los dos guardias.