El niño omega es amado por todos

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Libro extraño

Un peluche viejo y desagradable a la vista, debido a su carencia en compañía de ese detestable apego que depositaba en el, bien podría competir con lo poco agraciado que era el niño cuyo cuerpo temblaba como un pequeño cervatillo en la mira de un cazador.

Con sus pequeñas piernas lastimadas por el abuso de la madre que no consiguió su objetivo, el niño sin nombre se encontraba afrentando la cruda realidad.

A un mes de haber cumplido los dulces seis años, su custodia fue dejada al padre que no conocía de responsabilidades afectivas.

El niño no entendía y tampoco aceptaba la frialdad de su padre, incluso si era arrojado fuera de aquél solitario despacho donde días antes había sido castigado por el cruel anciano con la aprobación del Lord, seguía pensando inocentemente que debía ser aceptado y reconocido por el cabeza de la familia.

Entender su situación, no era el fuerte del pequeño que se encontraba como un invitado incómodo de la Honorable Familia Holomsont.

—Las excusas no funcionarán siempre, esa es tu primera lección —el Lord inquirió desbordando los sentimientos que no era capaz de ocultar apropiadamente.

El niño que tenía en sus venas sangre preciosa mezclada con la de una criminal, mostró una apariencia impropia de su ahora estatus social.

Con una sonrisa poco elegante e infantil en todo su esplendor, cualquier presente con un poco de sentido común, podría entender la situación y eso enfurecía al Lord porque lo convertía en blanco de desagradables conversaciones.

La envidiable imagen que caracterizaba a la renombrada Familia Holomsont, una belleza que destacaba por el cabello blanquecino y el melancólico cielo pálido que descansaban orgullosamente en ese par de ojos de mirada afiliada, desafortunadamente no fue heredada al niño que buscaba fallidamente el calor de su padre.

Las palabras dulces y las caricias suaves eran desconocidas para el pequeño de apariencia desordenada, como un cuervo entre dragones de hielo.

Presenciar el afecto mostrado de manera intencional a la señorita de la casa, fue el método que el Lord usó inteligentemente para trazar la línea con quien llamó "error".

Con pensamientos inocentes y preguntas que obtenían un castigo por respuesta, como era de esperar, las incógnitas fueron acumulándose y enterrándose en el corazón infantil del infante.

Un hermano lo suficientemente mayor para ser su padre y una sobrina con una edad similar, no hacia más que empeorar la situación del segundo hijo no reconocido de los Holomsont.

No había esperanza para quien no tenía un lugar en la fría familia que nunca podría llamar una, para empezar.

Estaba claro que un corazón bondadoso y frágil, no era diferente a un pedazo de carne entre bestias hambrientas.

—Es difícil de ver —el Lord añadió tajantemente tras mirar indiscriminadamente al niño de apariencia humilde.

Con un cabello revoltoso donde habitaban el café y el gris coexistiendo como mismo tono, junto a ese par de ojos de un verde similar a la agua sucia, y la apariencia frágil.

El Lord se sentía considerablemente disgustado.

Las ropas de telas preciosas y los colores elegidos de manera cuidadosa, incluso con todas las atenciones, los esfuerzos se convirtieron en un terrible fracaso.

—Abuelo, ¿quién es?

Con una notable desaprobación que tenía como respaldo el rechazo que el Lord había mostrado, de forma informal preguntó quien descansaba en el regazo del hombre viejo de corazón frío.

El Lord que fue llamado abuelo demostró una vez mas cuán cruel podría llegar a ser respondiendo a la pregunta de su nieta con un:

—Una obra de caridad.

Acto seguido, el malvado mayordomo puso sus manos en el niño que fue llevado lejos de la vista del Lord.

Las primeras veces habría llorado, suplicado y pedido explicaciones, sin embargo las lágrimas dejaron de salir y el joven corazón se endureció.

—Mayordomo, iré a la vieja biblioteca del primer piso.

Anunciando donde estaría, de forma rápida el niño sin nombre desapareció antes de ser atrapado por el malvado anciano y el pequeño hijo de este.

Las puertas sin mantenimiento hicieron un sonido estrepitoso al recibir a su único invitado en muchos años, causando que el  niño tapase sus oídos con ambas manos en busca de proteger su audición.

No importaba cuantas veces experimentase aquello, seguía sin acostumbrarse pese a todas sus noches deambulando por ahí.

Con cuidado se aventuró por la vieja biblioteca, disfrutando de algún modo el sonido producido al pisar el amplio piso de madera vieja.

Esta vez tomó entre sus pequeñas manos un libro de apariencia extraña que no tenía lugar entre tantos preciosos escritos, de la misma forma en la que el niño no encajaba entre sus familiares.

El libro no tenía autor ni letras escritas en su carátula referentes a su contenido, sin embargo, era evidente que fue leído hasta el cansancio.

El desgaste era testigo de aquello.

En las páginas que estaban vacías en un inicio, con el soplido del pequeño curioso por encontrar algun escrito, como por arte de magia, apareció en un perfecta caligrafía:

Experiencias de vida y secretos para sobrevivir a la calamidad.

Del autor Teige Holomsont.

El niño se estremeció con el pasar de cada página y el libro cayó ante la incomodidad que le provocaba cada letra escrita a su lector.

Como si el personaje principal del extraño libro fuese el niño de posición incómoda que no había sido nombrado siquiera, cada reglón y página, describía con mucha exactitud su vida y la advertencia al final de este.

Estaba viviendo su segunda vida luego de morir miserablemente debido a la conspiraciones y la caída de la familia.

Como un hechizo que encanta a su objetivo, tener en sus manos el libro extraño le llenó la tierna cabeza de información que no estaba listo para soportar.

Si la vida del pequeño fuese a describirse como un género, definitivamente este sería la tragedia.

Eso fue lo que pensó mientras sus párpados se negaban a obedecerlo y la figura imponente de su hermano mayor apareciendo apresuradamente para evitar que golpease su cabeza, lo atrapó justo a tiempo.