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El cumpleaños de Jeno es como siempre; una gran fiesta donde los invitados son su familia y amigos cercanos, jamás es en su casa, siempre tiene que ser en un salón de fiestas donde los meseros van y vienen con nuevos regalos que llegan de a montones. El gran pastel esta sobre la mesa y Jeno no encuentra cosa más entretenida que darle betún a su hermano menor mientras se esconden, se ha reconciliado con el bebé despues de no quererlo por mucho tiempo, prefiere encariñarse porque se quedara un largo tiempo en su familia. Sus mejores amigos llegan y lo saludan para despues irse a sentar en una mesa donde es difícil verlos, también llega Lina quien lo abraza y él no recuerda porque la ha invitado, quizás para no ser descortés. Saluda a todos los invitados y recibe sus felicitaciones por sus quince años, no es algo nuevo, es lo de todos los años pero con un numero distinto representándolo. 

Su padre no llega y su madre da vueltas por todo el salón dando la cara a los invitados. Jeno lleva a su hermano a cada lugar que va más como un radar que como su compañía, porque está buscando a alguien. Cuando el niño balbucea gira dos veces para saber en qué dirección es, los pequeños brazos del bebé se alargan hacia la entrada y camina entre la gente con una gran sonrisa. El infante se inclina tratando de alcanzar lo que ha estado buscando, y cuando un par de manos lo reciben Jeno lo suelta para dejar que la otra persona lo cargue.

—Hola —Canturrea Renjun para el bebé quien lo abraza. Jeno reconoce que ha sido una buena idea dejar que el infante se encariñe con su chico, despues de todo sirvieron todas esas veces que los dejo juntos en la sala de estar cuando sus padres no se encontraban en casa.

—Feliz cumpleaños, Jeno —Dice cuando su atención se desvía.

—¿No estará haciendo falta algo? —pregunta inclinándose con una gran sonrisa que lo dice todo. Es obvio intuir lo que desea, lo que quiere como regalo por parte de Renjun. Su chico se niega mirando a todos los lados enmarcando a los invitados—. Entonces despues. —Y lo toma del brazo para adentrarse al salón, sabe que si le quita al bebé de los brazos este se pondrá a llorar.

Jeno lo sienta en un lugar apartado como se lo prometió, donde no llama mucho la atención y puede estar tranquilo, lo deja ahí y Renjun le entrega al bebé quien se queja de inmediato, Jeno no se tienta el corazón por los berrinches, el infante debe de ir con su madre para que Jeno pueda disfrutar estar en paz con Renjun.

—Te traje un regalo —Le dice su lindo chico cuando el bebé se retuerce en sus brazos, Renjun quiere dejarlo caer por mero instinto—. No es la gran cosa.

A pesar de la última frase Jeno se emociona y se apresura a aventar al niño con su madre, saluda rápidamente a un par de invitados que acaban de llegar y regresa a la mesa de Renjun sentándose con él de inmediato. Piensa por un segundo que su chico no debería estar ahí, porque ese lugar es pequeño y sombrío, pero se lo había prometido, era la única condición que le había puesto Renjun para asistir. Jeno mira a todos lados asegurándose de que nadie los ve.

—Ni lo intentes, aunque nadie nos esté viendo no lo hare —Jeno hace una mueca cuando escucha a Renjun, no es mucho lo que está pidiendo pero aun así el menor se niega. Renjun no espera más tiempo y entrega el pequeño regalo que ha traído, cuando Jeno lo tiene en sus manos Renjun le impide abrirlo.

—No ahora, despues... O quizás ahora. —Renjun se nota dudoso y hace que Jeno sonría.

—Lo guardare por ahora —Le dice tomando la pequeña caja entre sus dos manos. No se puede imaginar que es lo que hay dentro, porque sabe que Renjun no tiene el dinero suficiente como para regalarle algo caro, y aunque eso no le importa no puede saber qué es lo que está dentro de esa pequeña caja.

Se sienta para darse el consuelo de que al menos lo hizo, porque sabe que tiene que saludar a los demás invitados sino su madre se molestara. Toma la mano de Renjun y hace una mueca porque no puede comenzar una conversación ni tampoco decir nada, es un punto donde no sabe qué hacer porque el tiempo es muy poco.

—Tienes invitados, ve con ellos.

Jeno quiere decir que no pero no es algo de lo que pueda escapar, tiene que ir aun si se niega. Se acerca solo un poco a Renjun para despedirse, sabe que no podrá verlo durante la noche a excepción de en algunos pequeños y escasos momentos, quiere disculparse por hacerlo ir, pero sus palabras se quedan en su garganta. Renjun es quien une sus labios, es un beso sorpresivo que dura apenas unos segundos para que nadie lo note, a Jeno ni siquiera le da tiempo de reaccionar cuando siente que lo empujan suavemente para que se vaya. Quiere prometer que volverá pronto pero sabe que probablemente no sea verdad, prefiere no decir nada e irse en dirección a su madre.

Su hermano alza sus brazos hacia él pero se niega a cargarlo, sabe que despues el pequeño no lo querrá soltar y sería un problema llevarlo de un lugar a otro, prefiere dejarlo con su madre y que ella lidie con sus berrinches. Reconoce a una señora que no había visto desde hace cinco años, saluda y su madre empieza una pequeña plática dando paso a risas, él solo está pensando en una cosa cuando la ve.

—Oh, Jen —Habla la señora—. Mira como has crecido, eres muy apuesto. Lástima que Jia Li se tuvo que quedar en casa por los exámenes ¿la recuerdas verdad?

Prefiere recordar a Lian que a Jia Li pero asiente con su mejor sonrisa. Su madre sonríe, quizás ella también recuerde a la linda niña que siempre llevaba un lindo y pulcro vestido, a ese niña que tanto le desagrado y le robo su preciado primer beso, pero Jeno ya no está molesto, prefiere dejar a esa niña abandonada en sus recuerdos y nada más, y le daría igual si ella llegara o no a esa fiesta, despues de todo ya tiene 15 años.

Cuando vuelve a mirar a Renjun él está hablando con Lina, ya no le molesta, ahora solo siente que debe cuidarlo de los chicos atractivos y por suerte no hay ninguno mejor que él en ese lugar.

𝐋𝐈𝐅𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 𖤐 Noren  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora