Mi nombre es... bueno no importa. Yo estaba en mi habitación tranquilamente, leyendo el manga de Dragon Ball para recordar los buenos tiempos.
Mamá: ¿Hijo podrías ir a comprar los ingredientes para la cena de hoy?
Yo: Si mamá, ya voy.
Después de salir de mi casa me monte en el coche y salí conduciendo para ir al super a comprar los ingredientes(Si, se conducir y tengo coche) una vez en el super me dirigí al estacionamiento, estacione el coche para luego entrar con la lista de la compra e ir donde la cajera para pagar.
Yo: Bueno, ya tengo todos los ingredientes. Hora de volver a casa.
Volví al estacionamiento, encendí el coche y me dirigí a mi casa. Ya en el camino prendí la radio para que el viaje de regreso no fuera tan tedioso. Debido a la música y estar entretenido cantando porque me sabía la letra de tremendo rolón (Digan ustedes en los comentarios que canción puedo poner) no escuché el sonido del claxon de un camión que se dirigía directo asía mi. Ya cuando me di cuenta era demasiado tarde... estaba muerto.
Yo: ¿Qué carajos acaba de pasar?
Cuando abrí los ojos estaba en un vacío oscuro. No reconocía el lugar. Fue entonces que me llegaron los recuerdos.
Yo: Y-yo, estoy muerto.
Eso fue lo último que dije antes de suspirar en resignación y abrazar mis rodillas para llorar. Deje sola a toda mi familia.
Luego de eso no se cuánto tiempo paso. Quizás minutos, horas, días e incluso podrían haber pasado semanas. Sinceramente no lo sé.
De repente un día en aquel vacío una fuerte luz me hizo dejar mi posición. Cuando abrí los ojos fuí cegado por la fuerte luz. De aquella luz salió un ser que a decir verdad era vastante peculiar.
Asmodaeus: ¡Hola simple mortal! Mucho gusto en conocerte, mi nombre es Asmodaeus, sobrino de Luzbel e hijo de Sarael.
Yo: Are
Asmodaeus: pas. Jajajajaja eres divertido, me caiste bien asique te propongo algo.
Yo: ¿Y cuál sería ese algo?
Asmodaeus: Eso es muy simple. Te propongo reencarnar en un Dios de una Mitología aleatoria a cambio de que me entretengas. Por supuesto que te daré tres deseos para que puedas sobrevivir. ¿Te parece eso bien? *Sonriendo y extendiendo su mano que se cubrió de un fuego morado.
Yo: Acepto *estrechando su mano* ¿Cómo exactamente sabre en que Dios reencarnare?
Asmodaeus: Eso es muy simple *chasqueando los dedos*
Todo empezó a temblar, algo raro porque estamos en un espacio vacío y del suelo salió una gran ruleta con todas las Mitologías y Religiones del mundo.
Asmodaeus: Solo tienes que jalar la palanca y sabras a dónde perteneces.
Yo: Amm okay.
Una vez me llene de coraje hice girar la ruleta. Vi como giro y giro a una gran velocidad para después detenerse en las dos palabras que menos quería que salieran... Mitología Griega, el lugar en donde se la pasaban follando y si no tenías cuidado de podía violar Zeus.
Asmodaeus: Oh mierda. Que mala suerte tienes. Bueno dime tus deseos para que así el Dios que te toque ser sea una completa sorpresa.
Yo: Bien pues para mí primer deseo es tener una barra de Estado con un gacha que se recargue todos los días con tres intentos. Mi segundo deseo es tener la genética de los Uchiha y Uzumaki fusionadas de manera perfecta y totalmente puras. Cómo último deseo me gustaría poder transformarme en un Bijuu similar a Kurama, solo con diferentes colores.
Asmodaeus: Bien, es hora de que gires por última vez la ruleta. Buena suerte.
Yo: Gracias, la necesitaré.
Volví a girar la ruleta esperando que me saliera algo bueno. Y así después de unos segundos se detuvo en un nombre por el cual sería conocido a partir de ahora... Hefesto.
Yo: Noooooooo, soy el mayor cornudo de la historia después de Hera. *Llorando comicamente*.
Asmodaeus: Bueno, lo siento pero te toco. Realmente tuviste mala suerte. Hasta pronto porque me estaré comunicando contigo cada 100 años. Para ser bueno no te enviaré callendo solo... te transferiré allí.
Yo: Gracias, se que no fue culpa tuya.
Y fue así que comenzó mi nueva vida como el Dios de la Forja Hefesto. El Dios más Feo del Olimpo.
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The New God of the Forge
De TodoEstá historia trata de como voy a reencarnar en el mundo de la Mitología Griega como el Dios de la Forja Hefesto. Solo escribiré por diversión y como un pequeño descanso de las demás historias.