Capitulo cinco.

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Cuando el salón se quedó vacío, Yoongi se acercó a su profesor con timidez. Jimin fingió no verlo, quizás porque no quería recibir otro rechazo por parte de su alumno.

Después de que Jimin le haya entregado esa nota y la bolsa de bombones a la madre de Yoongi, se arrepintió. Yoongi ya le había dicho que él estaba bien, pero Jimin se sentía en la necesidad de recordarle que si necesitaba ayuda él con todo gusto lo ayudaría. Pero tal vez no debió decir nada y mejor esperar a que el menor fuera hacia él voluntariamente. Ahora estaba esperando a que Yoongi le dijera que no se metiera en su vida. Ya veía venir el enojo de su alumno ante su indiscreción. No lo iba a culpar, en realidad él estaba siendo cero profesional al meterse demasiado en la vida de un alumno, él no era un psicólogo educativo para hacerlo.

Yoongi por su parte carraspeó para que su profesor le prestara atención puesto que Jimin estaba demasiado entretenido amarrando las agujetas de sus zapatos.

Jimin fingió escucharlo, incluso hizo más ruido con sus pies al golpear el suelo.

―¿Profesor? ―Yoongi se inquietó al no recibir la atención que quería―. ¿Está muy ocupado?

Entonces Jimin se rindió y levantó la vista. Se encontró con la mirada suplicante de Yoongi y una sonrisa apenada se dibujó en el rostro del alfa.

―Estoy libre, ¿tienes duda sobre la clase? ―Jimin se rascó la parte de su nuca con nerviosismo―. Pregúntame lo que desees.

―Muchas gracias ―Yoongi estaba colorado hasta las orejas por lo que estaba por decir.

Jimin expresó confusión. ―¿Gracias?

―Gracias por los bombones que me dio el fin de semana, estaban muy deliciosos ―mientras hablaba dejó un panquecito de chocolate en el escritorio―, como agradecimiento le he traído algo que yo mismo preparé ―señaló el pan y Jimin le agradeció con una sonrisa―. Pero no solo eso, también gracias por sus palabras, fueron entregadas en el momento exacto. Agradezco mucho su preocupación por mí sin embargo ahora no me siento en confianza, espero me entienda.

Jimin entonces se relajó. Esperaba de todo menos esas palabras por parte de Yoongi. Temía haber incomodado a su alumno, pero entonces cuando Yoongi tuviera un poco más de confianza en él, podría hablar sobre cualquier cosa. La paciencia no erauna virtud en Jimin, pero por Yoongi practicaría su paciencia todos los días.

―Lo entiendo, ahora yo te agradezco por venir a decirme esto ―algo cayó al suelo, al parecer era la cartera de Yoongi. El omega no dudó en agacharse y en cuanto lo hizo, la bufanda que se enredaba en su cuello deshizo su nudo y mostró unos claros moretones azulados. Era la marca de unos dedos rodeando el cuello blanquecino―. ¿Qué diablos es…? ―Jimin miró alarmado a su alumno y cuando Yoongi se acomodó la bufanda sin estar al tanto de la situación, el alfa prefirió callar.

Pero Yoongi alcanzó a oírlo. ―¿Qué es qué?

―Nada, no es nada. Pero ya que estás aquí, volveré a preguntarte ¿estás seguro que no quieres tomar clases de regularización conmigo? Son gratuitas, Yoongi ―Jimin insistió por una sola razón, su objetivo había cambiado en esos segundos. Ya no estaba tras las notas del menor, su preocupación ahora se trataba de otra cosa.

Yoongi lo pensó y sonrió con timidez, ingenuo a lo que su profesor pensaba. ―Lo hablaré con mis padres, mañana le aviso si puedo. La verdad es que le mentí, aún no tengo alguien que me enseñe.

Jimin evitó mirar a su alumno o cometería una estupidez. ―Lo supuse. De acuerdo, si te dan permiso te espero después de clases.

―Gracias profesor. ¡Nos vemos mañana!

Daddy issues » jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora