Capítulo 6

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Cuando Hoseok despertó, se dijo que no lloraría o se deprimiría, pero es lo que hizo apenas despertó. Estuvo sollozando como si le hubieran roto el corazón y su madre entro momentos después para criticarlo por su comportamiento de ayer; sin embargo, cuando lo vio totalmente destrozado, simplemente se sentó y lo abrazo.

Fue de ayuda, a pesar de que su madre no haya sido tan cercana con él.

Su madre le dijo que no entendía su comportamiento de ayer, pero que estaba preocupada por su desmayo y su repentino lloriqueo de ahora. Hoseok no supo que decirle, porque él mismo estaba confundido, ya que no había porqué estar triste. Kim Taehyung y él no eran nada. Tal vez se habían llevado bien y Hoseok de ilusión, por ende, no era culpa de él o la situación, sino de él mismo por dejarse llevar y ser tan estúpido como para pensar que algo podría suceder.

Quien se hizo todo esté daño, fue él mismo. Confundió muchas cosas y estaba bien, pero no tenía porqué afectarlo. Y aún con todas esas palabras de aliento, no se controlo, llorando más fuerte.

Su madre, ante la ausencia de palabras, le dijo que puede abstenerse de desayunar y que le traería un té para los nervios y que no importaba porqué lloraba, asociándolo con que estaba enfermo (tal vez, su madre nunca sabía que hacer con sentimientos a flor de piel) y que pronto se recuperaría con dicho té.

Hoseok rescató la buena voluntad de su madre, pero no le hizo sentir mejor al darse cuenta que era simplemente un Omega tonto que se dejó enamorar por alguien quien nunca sentiría lo mismo. Absurdo y doloroso.

Le extraño que su hermana no viniera y conforme paso las horas y ya se hacía hora de almuerzo y jamás llegó dicho té, le preocupo que hubiera pasado algo. Pero no tenía fuerzas para levantarse, solo quería seguir en su dolor inminente y no tratar de pensar en nada, porque todo le recordaba a él: su amor imposible.

Pero entonces, su madre entró, sin té y muy exaltada.

—Adivina quien vino en su último día de estadía aquí—dijo casi gritando. Hoseok se molesto por lo poco empática que estaba siendo ante su decaimiento y que gritara cuando le empezaba a dar dolor de cabeza.—, Kim Taehyung está afuera pidiendo hablar con tu padre primero y luego con todos nosotros.

Hoseok se mareo un poco ante la mención del hombre y quería vomitar. De hecho, fue al baño pequeño que tenía y vómito con todas sus fuerzas en el balde que yacía allí.

—¡Hoseok!—grito su madre entrando con ofensa—No vomites, así no podrás ir a verlo.

Hoseok quiso decirle que ni loco podría, porque seguro se desmayaría de nuevo apenas logrará posar su vista en los ojos bellos del hombro.

Aún así, no contesto, tratando de reponerse.

—Traeré un poco de agua y bajarás a saludar.

Su madre, al cabo de unos minutos, trajo un balde con agua y menta, lavando como podía su boca y cara y tratando de que se parara para ir abajo a saludar.

Hoseok estaba tan débil, que no podía moverse y se dio cuenta que tenía su traje de ayer, por lo que seguro olía a sudor y desesperación.

Por lo menos su boca había sido lavado con menta y ya estaba más despierto, eso no significaba que su cuerpo no respondiera correctamente. Hoseok no pudo dejar de trastabillar mientras bajaba las escaleras a fuerzas por su madre. Jiwoo ya estaba parada y con un vestido casual en la entrada. Parecía desesperada por verlo.

Hoseok solo quería salir corriendo, pero antes de que pudiera hacer algún movimiento, el hombre y su padre entraron, dejando que Jiwoo se apartara y fuera a donde estaban Hoseok y su madre: al pie de las escaleras.

Se parecía a la primera vez que se habían conocido.

Hoseok no pensó que tal vez fuera la última y con una desastrosa situación.

Su padre no dijo nada, dejando que Kim Taehyung hablara primero. Hoseok se quedó cautivado, como siempre, ante la presencia del hombre; dejo que su cuerpo lo observará por unos segundos antes de recordar el dolor sordo que le provocó el saber todo, así que sin más, tuvo que apartar la vista y tratar de tragar para no romperse en ese momento.

Lamentablemente, escuchar su voz, solo hacia que pequeñas lágrimas se asomaran por sus ojos.

—Lamento mi abrupta presencia.

—No hay problema—apresuro a decir su madre. Cómo siempre, tan encantadora con la clase de gente como Taehyung—, estamos contentos de que pase a decir adiós, ya que es su último día aquí.

Hoseok no pudo evitar temblar al costado de su madre, esperando que no lo notará.

—Si, de hecho, antes de irme, quería poder hacer una petición importante o bueno, tal vez declararme a mi mismo.

—¿Declarar?—pregunto su madre y Hoseok pudo palpar su ansia de que sea lo que ella esperaba.

—Si, para que no se malinterprete, es una declaración formal acerca de mis sentimientos. Lo hablé con el señor Jung y él estuvo de acuerdo a que prosiguiera con esto, si me permite…

Y tal vez había hecho una seña para que se sentarán en el sillón, pero Hoseok apenas pudo moverse, sintiendo pánico porque sabía lo que se avecinaba.

Su pesadilla se estaba haciendo realidad.

Pero era obvio que no se iría sin hacerlo, al fin y al cabo, era su última oportunidad de verlos y hacer tal declaración.

Hoseok, enserio, empezaba a respirar irregularmente.

Solo la mano de su madre poniéndolo en el sillón junto a ella y frente a Kim, hizo que no se cayera por sus rodillas tan débiles.

—No quería irme de aquí sin poder ser sincero. Quiero ser honesto y proponerle, a usted señor y señora Jung algo muy importante como lo es mi afecto hacía uno de sus hijos.

Hoseok comenzó a apretar sus manos en su pantalón y no pudo evitar que una lágrima rebelde se resbalara por su mejilla. No podía soportar la incertidumbre, aún cuando sabía que era lo que iba a decir, no lo hacía menos doloroso.

Aún asi, aguanto.

—¿Afecto?—era la voz de su madre—Me complace saber que mis hijos fueron amables con usted, pero defina afecto.

—Tal vez, con palabras más simples y directas: el amor es lo que me llevo aquí a pedirle permiso a ustedes para poder proponer matrimonio.

Pudo sentir como un sollozo se le escapaba de la boca y no pudo evitar tapársela para que no fuera ya demasiado patético su actitud frente a esa declaración.

Con el corazón en la mano siguió escuchando.

—¿Quiero pedirle matrimonio a uno de mis hijos?—sintió a su madre jadear de asombro.—Eso es… increíble, no sabía que había sido conmovido de esa forma.

—Solo si ustedes me permiten y acepta la persona, yo estaré encantado de amar y respetar a quien encanto mi corazón sin mucho esmero. Estoy dispuesto a pedir la mano de…

Y Hoseok prometió que podía aguantarlo, enserio. Pero era difícil y no estaba seguro de no hacer un escándalo cuando dijera lo obvio, por lo que, con fuerza y tratando de que no se note sus lágrimas vivas, pronunció un ligero:—Disculpe.
Y salió corriendo del lugar directo a su habitación.

La historia se repetía, pero a Hoseok no le importaba en este punto. Kim Taehyung desposaria a su hermana y fin del cuento. Se la llevaría y se casarían, tendrían miles de hijos y vivirían felices por siempre. Hoseok, en cambio, se quedaría aquí, sintiéndose miserable.

Hoseok se acostó en su cama llorando contra la almohada.

Tal vez trataba de darse ánimos o simplemente negar la verdad, pero trataba de decirse así mismo que pasaría, que no sería el fin del mundo, pero no estaba funcionando. Tal vez cuando pasarán los años en los que se viera cansado y sin motivación, Kim Taehyung, su primer y más ansiado y verdadero amor pasaría a la historia y él por fin podría avanzar sin mirar atrás.

Por ahora, solo le quedaba sentirse mal por todo lo que era y no era, y esperar a calmarse hasta cuando se vayan o que su hermana entrara a reprochárselo en la cara.

Lo sorprendente de todo, fue que su hermana si entro abruptamente a su habitación, pero no para sacarle en cara lo que ella tenía y él no, sino que grito, haciendo se qué sentará confundido Hoseok en su cama, aún con lágrimas en sus mejillas y seguro su nariz roja.

—¡Te odio!—bramo furioso y parecía llorosa—Jamas te lo perdonaré.
Y con eso salió, azotando la puerta.

Hoseok frunció el ceño y sorbió su nariz.

Bueno, no entendía que acababa de pasar. Se suponía que debía estar feliz y decírselo a Hoseok; sin embargo, lo que hizo fue eso, dejando demasiado aturdido a Hoseok, quien se dijo que tal vez debería prestar atención, solo por esta vez.

Escucho un par de gritos mas y voces abajo, hasta que sintió un aroma acercarse. Un aroma exquisito quien era el causante de sus males y mejoras.

Entonces todo se callo y la puerta de Hoseok se abrió lentamente, dando paso a Taehyung, quien se veía un poco inseguro, para un alfa de su porte.

—¿Puedo pasar?—pregunto en voz baja.

Hoseok no respondió, pero se encogió en su cama, pensando demasiado.

Él entró con cuidado y cerró la puerta.

Se suponía que los alfas no deberían estar en las habitaciones de los omegas a solas, pero el hombre estaba aquí con su porte y todo, haciendo acto de presencia ante él. Hoseok sabía que solo debía estar en una habitación con un alfa cuando sean esposos, pero no dijo nada, esperando que el contrario hablara.

—Lamento que este interrumpiendo tu privacidad, pero te fuiste antes de mi declaración y no puedo declararme si no está la persona indicada.

Hoseok frunció aún más el ceño.

—Mi hermana me grito que me odiaba y salió corriendo, seguro en su habitación está—dijo casi en un susurro, tratando de entender.

¿Por qué Kim no estaba con ella celebrando su compromiso?

—Lo sé, ella… puede insultar, muy feo—dijo, tragando con incomodidad—, pero no estoy aquí para hablar de tu hermana, aún cuando sé del aprecio que me tenía.

—No entiendo—Hoseok negó con la cabeza—Se supone que deberías estar abajo, celebrando tu compromiso.

Taehyung encontró un espacio en la cama de Hoseok y se sentó al lado de él. Hoseok no pudo evitar ponerse nervioso por el acercamiento.

—No puedo, ya te lo dije: no está la persona indicada y me es imposible estar feliz si no eres tú quien está allí.

Hoseok trago por esa declaración.

—¿Quieres que escuche como te declaras a mi hermana?—se llevo una mano al pecho—Eso es demasiado cruel.

Se esperó de todo, menos que el alfa comenzara a reír, pero reír de verdad.

—Ay, Hoseok—poso una mano en su mejilla roja, acariciándola tan gentilmente—Aun no lo entiendes, pero estás perdonado, solo porque eres encantador.

Hoseok se puso más rojo de lo que ya estaba y saco la mano de Taehyung con ofensa.

—¿Cómo te atreves a tocarme estando comprometido?—casi grito—Se supone que debes estar con Jiwoo, saltando en un pie si es posible por las buenas nuevas y estás aquí, divirtiéndote con mi sufrimiento—ahora Hoseok trago saliva por lo que estaba a punto de decir—, creo que es más que obvio que siento un enamoramiento por ti, pero lo haces más difícil viniendo aquí y haciendo que me ilusione más. Enserio que no tienes corazón…

Hoseok miro hacia otro lado, tratando de calmar su sistema para no ponerse a llorar delante de él, no de nuevo.

Pero la voz grave y segura de Kim, lo atrajo una vez más:—Claro que lo tengo. Y me alegra que también estés enamorado de mi, eso hará más fácil dar una respuesta.

Hoseok vio como el hombre se arrodillaba ante él y agarraba sus manos delicadamente. La respiración de Hoseok se fue por completo.

—Jung Hoseok, he venido en mi ultimo día de estadía aquí porque tenía que pedirle permiso a tus padres y declararme ante ti. Es algo importante y no podía dejarlo pasar así como así—apreto un poco más sus manos, haciendo énfasis en lo que diría a continuación—Hoseok, estoy enamorado de ti desde la primera vez que te vi y que recogí la flor que cayó de tu libro y luego me enamoré más de ti cuando hablamos en el jardín lleno de bellas flores que se asemejaban a tu lindura, pero no se podría hacer justicia, porque eres la persona más hermosa, amable, espontánea y vivaz que he conocido. Estoy orgulloso de haberte podido conocer y estoy dispuesto a seguir haciéndolo, solo si tú me lo permites.—no había notado que lágrimas caían de su rostro hasta que una mano se poso en la suya, limpiandola con tanta gentileza que dirritio a Hoseok—Creo que te amo, aún si es poco el tiempo en el que nos conocemos—él carraspeo—No, te amo. Te amo por lo que eres y serás en un futuro, porque estoy seguro que no importa el tiempo en el que hayamos convivido, lo importante es que estoy seguro de que eres a quien quiero por el resto de mis días, diciéndome cualquiera de las cosas que se te ocurran, porque tu mente se volvió mi musa y tu ser para admirar.

Saco de su bolsillo una cajita y Hoseok ya estaba sin poder creer lo que sea que estuviera sucediendo en este instante.

La abrio, sacando sus manos de sus mejillas y en esta había un hermoso anillo de oro y en el centro parecía una linda margarita hecha a mano.
¿Desde cuándo lo había tenido hecho todo esto?

—Si no te hubieras ido antes, esto hubiera sido delante de todos y tu hermana no hubiera tenido el tiempo de mal decirme, aunque lo dudo—prosiguio con cierto brillo en sus ojos.—No se lo que escuchaste ayer o si oíste lo que mi padre dijo sobre ti, pero yo siempre he estado seguro de mis sentimientos y es por eso que mi declaración va enserio, aún si todo el mundo está en contra.—Hoseok sintió que respiraba fuertemente para decir—Jung Hoseok, aún cuando sé tus sentimientos sobre mi, no puedo evitar se esclavo de la angustia de que no aceptes mi propuesta, es por eso que te pido que acabes con mi sufrimiento y me des una respuesta ante mi pregunta: ¿Quieres casarte conmigo?

No sabía de dónde había sacado la voz Hoseok o cómo es que tenía tal convicción de la nada, pero entonces había gritado con mucho ímpetu:—¡Sí!

Y posterior a eso, se había inclinado a juntar sus labios con Kim Taehyung, aún cuando no había besado a nadie en su vida, pero se sentía correcto cuando Hoseok junto sus labios con el alfa y este ya lo estaba besando como él sabía. Haciendo de este un momento mágico y correcto. Demasiado perfecto que Hoseok tuvo que cortar.

—Te besé—declaro llevándose una mano a sus labios y tapandolos con ligera vergüenza—Eso fue demasiado descortez, no sé de dónde salió, lo siento…—balbuceaba—No soy así en lo absoluto, pero no pude evitarlo, es como un sueño hecho realidad y no podía desaprovecharlo aunque quisiera. Pero espera… ¿esto no es un sueño, verdad?

Toco la cara de Taehyung con la punta de sus dedos y este soltó una risa y atrapó su mano y la besó:—No sabía que eras demasiado divertido, que grata sorpresa.

Hoseok se puso muy tímido, pero era imposible con este hombre, porque entonces había llevado su mano de nuevo a sus labios y besado con tanto amor que Hoseok no pudo evitar suspirar, entonces el anillo se lo puso lentamente en el dedo y Hoseok de quedó admirando sus manos juntas con el anillo en la.mano.

Quiso gritar, pero esta vez de emoción y felicidad.

—¿El tuyo es igual?—pregunto Hoseok con una sonrisa muy grande.

—El mio tiene un girasol.—declaro y pudo ver un ligero rubor en sus mejillas que hizo que Hoseok soltara internamente un chillido—Lo pensé mucho durante esta semana, pero sabía que te gustaría.

—Lo hace—y sin previo aviso y con más confianza, puso su frente en el hombro de Taehyung aspirando su aroma que lo atraía desde el primer momento que lo vio—Estoy muy feliz, gracias.

—No quiero que dudes de mi o mis palabras nunca mas—declaro Taehyung, rodenadolo en un abrazo que lo apretaba en demasía, pero él solo pudo gemir de placer al estar envuelto en los brazos de este hombre.—Y déjame terminar de hablar en los siguientes años de matrimonio, por favor. No quiero que pienses mal y salgas corriendo de nuestra casa antes de que pueda recitar el abecedario.

Hoseok no pudo evitar pensar en lo que dijo: matrimonio, casa… como toda una familia en un futuro más cercano de lo que penso jamás.

Solo sintió algo burbujeante en su sistema que pensó que en cualquier momento volaría si fuera posible.

Se sentía tan feliz, muy feliz que estaba tan agradecido, de todo.

—Lo prometo—susurro sin borrar su sonrisa—Y prométeme que tu hablaras con mi hermana para que ya no esté tan molesta, por favor.

Taehyung resoplo.

—Lo que te haga feliz, pequeño caprichoso.

Hoseok rio.

—Gracias, enserio—dijo Hoseok con felicidad palpable en su aroma—Y Taehyung…

—¿Si?

—Te amo.

El cielo se puso muy brillante esa mañana, sin duda.

Y cuando salieron y lo primero que se encontraron fueron a los dos betas y su mamá, seguramente husmeando para rescatar cualquier cosa que se dijo en la habitación, no les molesto.

Pero Hoseok si que enseño su anillo y su madre simplemente le dijo:—Lamento que no se me haya ocurrido, pero estoy tan feliz por ti, mi cielo.

Y procedió a abrazarlo.

Hoseok tampoco se le hubiera ocurrido, pero que felicidad que fue así.

Omega simpleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora