Hacia el Reino de la Magia

Capítulo 30: Una ronda del juego del cielo

Descargo de responsabilidad : No soy dueño de Bleach o Fairy Tail, ni de ninguno de sus personajes, y no gano dinero con esto.

Capítulo 30

Torre del Cielo: Nivel Medio

"Espera... una cosa que no entiendo..." Natsu se calló confundido.

"¿Qué es?" -Preguntó Ichigo.

"Si Zeref es tan malvado, ¿por qué ese tal Jerry querría traerlo de vuelta?" cuestionó Natsu.

"Tan cerca..." Lucy intentó, aunque tristemente quedó impresionada de que el cazador de dragones recordara uno de los dos nombres que acababan de mencionarse.

"Zeref era un mago poderoso y sus creaciones han destruido innumerables vidas a lo largo de los siglos. Lullaby fue una de esas criaturas, y también creo que Deliora era un demonio del Libro de Zeref". Dijo Erza.

"Entonces, ¿por qué traería de vuelta a Zeref?" -Preguntó Gray.

"Porque... porque él..." Una voz familiar sollozó desde el fondo del pasillo.

Todos se giraron para ver al mago adolescente conocido como Sho sollozando ligeramente mientras caminaba por el pasillo más cercano. Evidentemente había escuchado toda la conversación que había tenido lugar, lo que por alguna razón lo entristeció muchísimo.

De hecho, parecía tan conflictivo y poco amenazador que nadie, a pesar de saber que técnicamente era el enemigo, se molestó en reaccionar ante sus continuos movimientos hacia adelante.

"Zeref... Jellal prometió que nos llevaría al cielo..." Sho se calló, las lágrimas corrían continuamente por sus mejillas.

Todo lo que acababa de oír eran palabras que sabía perfectamente que eran ciertas. Una parte de su mente supo desde el principio que lo que estaba haciendo estaba mal, pero no podía hacer nada más que seguir las órdenes de Jellal, aunque sólo fuera por su bien.

"Todos ustedes... ¿quieren decir... que Jellal... estaba mintiendo?" Sho exclamó frenéticamente.

"Sho..." Erza se calló con simpatía.

"La única razón... todo este tiempo por la que lo estuve siguiendo fue porque pensé que todo esto era por su bien. ¡Jellal nunca nos traicionaría! ¡¿Por qué mentiría?!" Gritó Sho.

"Realmente simple..." Gritó una voz, aunque el dueño no estaba a la vista.

En el siguiente instante, Ichigo dirigió la parte superior de su zanpakuto hacia afuera, hacia un área en la que sintió la presencia de otro ser. Poco después, apareció la forma del hombre corpulento con un objeto metálico cubriendo su mandíbula, aunque las apariencias sugerirían que no estaba en condiciones de hacer nada más que hablar si Zangetsu tenía algo que ver con eso.

"¡Espera, no quiere hacernos daño!" Juvia exclamó rápidamente, sabiendo muy bien que necesitaba hacerlo.

La adolescente de cabello naranja era un hombre que previamente había vencido y luego le había dado el golpe final a su anterior maestro y por lo tanto percibió que solo tenía una pequeña ventana de oportunidad antes de que el cuerpo del recién llegado cayera al suelo.

"¿Qué quieres decir con eso?" Preguntó Ichigo, aunque continuó mirando al hombre actualmente sudoroso que actualmente estaba a menos de una pulgada de que le perforaran el cuello con el metal de su espada.

"Este hombre tuvo la oportunidad de matar a mi amado pero intencionalmente le perdonó la vida. Incluso ahora mismo ha aparecido ante nosotros sin intención de matar". afirmó Juvia.