Capitulo 2.Casamenteros Verdes

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Pasados unos segundos del reciente incidente, el profesor Lupín se acercó a Harry, desde el punto de vista de Draco, parecía ser que hablaron sobre Elladora, pues la voltearon a ver al mismo tiempo.

El profesor dio media vuelta, dejando atrás a Harry, y se dirigió a sus demás alumnos—Bueno...yo, lamento esto, es todo por hoy, pasen por sus libros, por favor, esto termino, gracias..—se disculpó ante la decepción de los estudiantes—Lo siento, lo siento, pero es todo, dejen el salón, por favor, nesecito hablar algo importante y personal con unos de sus compañeros..—hizo una rápida reverencia.

Todos los jóvenes magos empezaron a salir del salón, aunque justamente cuando el trío de oro cruzaba el umbral, la voz del profesor se hizo escuchar nuevamente.

—Espera, Harry, tu te quedarás, necesito hablar contigo—pidio amablemente al moreno, que volteó con un rostro pintado de indiferencia.

Draco observo como el azabache se despedía de sus amigos y se acercaba al mayor, pensó que era extraño que le pida quedarse cuando apenas unos minutos antes habían hablado, pero decidió no tomar importancia y se decidió por salir del salón, cuando la voz del adulto llamo a alguien más.

—Black..—menciono con tal tono el nombre que el rubio hasta podía jurar que lo hacía con rencor.

Sin darse cuenta, sus pies se estacionaron al interesarse en lo siguiente que diría el profesor, y en como continuaría la situación.

—¿Si, profesor?—pregunto aún tensa, y aún con su voz chillona.

Un día de estos la convierto en rata para que por fin su voz me cuadre..—penso, sin poder evitar imaginárselo y reír por lo bajo para que no notarán su presencia.

—Tu también te quedas—le ordenó a la chica, la cual solo pudo encogerse en su lugar, y caminar con lentitud hasta donde se encontraban el profesor Lupín, y Potter.

—Pero, profesor, Elladora no ha hecho nada, fue Potter quién hizo que se callera, adem-..—replico Blaise, sin embargo lo interrumpió Black.

—Relajate Blas, me quedaré, seguramente es por algo diferente que me hace quedarme, ¿Cierto, profesor?—el mayor asintió.

El grupo de Slytherin que acompañaban a la chica, desaparecieron apenas está habló, Draco al ver el alboroto de personas, se escondió detrás de la mesa en qué anteriormente el profesor estaba recargado.

Al ver qué todos los jóvenes aprendices se habían ido, el profesor comenzó a explicar—Muy bien, sobre el porque les pedí que se quedarán, es muy simple, me enteré esta mañana de que-..—relato, más sin embargo fue interceptado por la única chica de la habitación.

—Profesor, lamento interrumpir, pero me temo que no se ha dado cuenta de que no estamos completamente solos en la habitación—señalo con la mirada un punto en el salón, los otros dos que se encontraban al lado de la chica voltearon a ver hacía ese punto, y lo que vieron fue una cabellera rubia que se asomaba por encima de la mesa, que no dejaba ver lo demás del cuerpo de la persona, pero con el simple hecho de ver aquella cabellera, ya sabían de quién se trataba.

—Joven Malfoy, ¿Por qué no ha salido del salón?, creí haber sido muy concreto en qué tenia que hablar algo importante con sus compañeros—explico.

—Mi pluma se ha caído por aquí, ¡No puedo dejarla aquí, ¿Sabe acaso cuánto cuesta?!—se excuso de manera ágil, solo para recibir miradas desinteresadas de los tres que estaban frente a el.

Más sin embargo, Draco sentía que una mirada en especifico le daba una sensación distinta, como si lo estuviera examinando, o desnudando..

Sus pensamientos fueron cortados por la voz, que para Malfoy era como un chillido de rata, de Elladora—No te preocupes, Dray, apenas el profesor acabé de hablar con nosotros, me encargare de buscarla y entregártela personalmente—opino.

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