Créditos al autor del dibujo!!
« Aun que la vida es una y debemos saber cómo vivirla con lo que tenemos, hay personas que no se conforman con nada, quieren cambiar pero cuando cambia algo todo se derrumba y enloquecen, ¿por qué? »
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── Come on Duxo, Give me a chance to make you fall in love. (Vamos Duxo, dame una oportunidad para enamorarte)── Habló Sneeg poniendo su mano en el hombro del contrario.
── Oh, Sneeg, I'm really not interested in anyone, it's an excuse not to get married, you understand? (oh, Sneeg, Realmente no me interesa nadie, es una excusa para no casarme, ¿entiendes?) ── Respondió Duxo con algo de molestia.
Estaba ya abrumado por las insistentes ganas que tenia Sneeg de salir con él, no le interesaba en lo absoluto, pero de verdad no tenía remedio.
Debía rechazar una y otra vez sus peticiones, y lo hacía sentir mal pero era por sus caprichos de niño pequeño sin deseo de casarse aún.
Tenía mucho que vivir y no quería estar metido aún en lo del matrimonio por cosas personales. Además, no quería estar hablando inglés todo el tiempo.
Sin más tuvo que negarse nuevamente a las peticiones de Sneeg llendose a pasear por ahí. Ya era noche, demasiado noche y alguien podría salir de la nada y asaltarlo, pero era mejor a estar soportando los negocios y el papeleo.
Caminaba sin rumbo por las oscuras calles con la luz tenue de los faros, algunos no funcionaban como debían pero no podía quejarse.
Estaba pensando en que hacer, quería hacer algo pero no sabía qué, ¿ir a tomar?, ¿invitar a alguien?.
Estaba cansado y sin saber que hacer. Caminaba aún sin razón por las calles ya pocas transitadas.
Una llamada llegó. Se sintió frustrado al leer el nombre "Sneeg", ¿Acaso no se rendiría?.
No se tomó el tiempo de responder, solo lo dejó sonar mientras caminaba.
Una idea le llegó a la mente, rápidamente al terminar de escuchar el ruido tan frustrante de su celular sonando lo prendió y buscó entre todos sus contactos el contacto del castaño.
Llamó. Esperó paciente a que el respondiera.
──¿Duxo?... ── Se escuchó un chico cansado al otro lado de la línea.
──Uy, ¿Te desperté Aquino?, Perdón...──Se disculpó amablemente── ¿Puedo ir a tu casa?.
──Duxo... Son las 12 de la mañana, no jodas.
──Por favor Aquino, ¡solo un rato!
──Bien, te espero a que llegues, apurate o no te abro.
──¡Gracias Aquino!.
Colgó la llamada rápidamente y se fue corriendo a la casa del castaño mientras que Aquino estaba cansado.
Se levantó de la comodidad de su cama para poder ir a la sala a esperar a su amigo. Desde que locochon se mudó la casa del castaño se a sentido vacía.
