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April se llevó las manos a la boca para amplificar su voz. "Saludos", gritó, "¿hay alguien ahí? ¡Muéstrense! ¡Queremos hablar con ustedes!"
No hubo respuesta y Aurora volvió a mirar la nave espacial. "Probablemente no haya nadie aquí, así que deberíamos volver a..."
Una voz lejana la interrumpió. "Ahh, bienvenidos viajeros. Perdonen mi ausencia momentánea, porque estaba meditando. ¿Vienen buscando paz e iluminación?"
"Claro", gritó Sheen, "¿por qué no? ¡Eso y unos rollitos de huevo estarían geniales!"
Aurora le lanzó una mirada asesina.
"Por supuesto, por supuesto", respondió la voz con una suave risa. "Por favor, entren, hijos míos".
La puerta principal se abrió y un monje rechoncho y regordete, vestido todo de marrón, entró por la puerta. Se quitó la capucha e hizo una profunda reverencia mientras los viajeros pasaban.
"Soy Chen-Yu, el nuevo líder de la hermandad aquí en Shangri Llama. Podrás reunirte con los otros monjes en breve, pero como llegaste durante nuestra hora diaria de meditación, deben terminar antes de poder recibir visitas. Estoy seguro de que lo entiendes."
"¡Fresco!" exclamó Sheen, saltando. "¡Este lugar no ha cambiado en nada! Bueno, excepto tal vez por esos arbustos y estas rocas, ese gran edificio elegante que está allá..."
Chen-Yu lo miró boquiabierto durante treinta segundos. Cuando por fin habló, su voz estaba llena de emoción. "¿Podría ser... el Elegido? ¿Eres realmente tú, todopoderoso? ¡Rápido, pon tu pie detrás de tu cabeza!"
Sheen hizo una mueca y luego se metió el pie detrás del cuello.
Chen-Yu jadeó. "¡Por todo lo sagrado, eres tú ! ¡Has regresado con nosotros! Te ves un poco más joven de lo que hubiera esperado después de todos estos años, pero... ¡oh! ¡Debo decírselo a los demás!" Sacó un par de platillos de su bolsillo y los golpeó. "¡Atención a todos! ¡Salgan! ¡Vengan a ver! ¡El Elegido ha regresado a nosotros! ¡Las profecías por fin se han cumplido!"
Libby resopló. "Pensé que habías dicho que estaban meditando..."
"¡Tonterías! ¿Quién necesita meditación en un momento como este? ¡Todos, vengan rápido!"
Uno por uno, los hermanos de Shangri Llama comenzaron a salir del templo más grande, y una multitud de monjas los siguió desde un edificio contiguo. Murmuraron emocionados mientras Chen-Yu se arrojaba a los pies de Sheen.
"¡Oh, genial! Después de diez largos años, finalmente has regresado para ocupar el lugar que te corresponde. Estábamos empezando a preocuparnos de que no regresaras, ¡pero por favor acepta nuestras humildes disculpas por dudar de ti!"
"Oy vey...aquí vamos..." dijo Aurora.
Una mujer monje con bonitos ojos color avellana se adelantó, con una flor de ciruelo prendida en la esquina de su capucha marrón.
