ᴇʟ ᴏᴛʀᴏ ʟᴀᴅᴏ ᴅᴇʟ ᴍᴀÑᴀɴᴀ » Después del fracaso del último experimento de teletransportación de Jimmy, la pandilla se ve sumergida en una realidad alternativa.
Allí, se ven envueltos en un conflicto mortal y poco a poco comienzan a reconstruir una vi...
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El futuro Carl se adelantó. Pasó por el Sector 4 y la Sala de Control Principal y entró en el Sector 5 sin la menor conciencia de lo que lo rodeaba. Corrió por correr: el pasado que se extendía detrás de él era un páramo de huellas muy espaciadas; su futuro era sólo más de lo mismo. Pero no importaba adónde fuera, no importaba lo rápido que corriera, no podía superar su propio peso muerto.
"Tengo que llegar... a la habitación..."
Jadeó las palabras para sí mismo, racionalizando y repitiendo hasta que su pequeña pepita de culpa se redujo y se desvaneció. La habitación de la dicha era una droga, un bálsamo, un ungüento curativo basado en mentiras y engaños; sin embargo, corrió hacia allí con la desesperada determinación de quien persigue un espejismo.
"Tengo que... necesito hacerlo esta vez... No voy allí tan a menudo, pero esta vez es demasiado..."
Una y otra vez sus pies golpearon el suelo, pero sus pensamientos no cambiaron. Él no cambió. Nada cambió nunca...
El futuro Carl se detuvo frente a un panel en blanco en la pared. Pasó la palma de su mano por la pantalla inactiva y en el monitor aparecieron las palabras "Panel de control: Sector 5, Zona 7", seguidas de una serie de otras opciones. Seleccionó uno de ellos y apareció un esquema del laberinto de emociones en la pantalla táctil. Con un roce de sus dedos, resaltó un pequeño bloque de habitaciones y, con otro clic rápido, las apagó. Sintiendo un toque de alivio mezclado con remordimiento, apoyó la frente contra la pared; ahora se había despejado un camino entre él y la dichosa habitación.
"No debería estar haciendo esto..."
Después de algunos comentarios más despectivos, reunió su ingenio lo suficiente como para alejarse de la pared. Se apartó un rizo cargado de sudor de su campo de visión antes de dirigirse hacia una puerta a su izquierda. Se abrió automáticamente al acercarse. Sacudió la cabeza una vez y, cuadrando los hombros, la atravesó y entró en el laberinto.
...
Jimmy abrió la puerta de la habitación de al lado y una ráfaga de viento silbó sobre los niños.
"¿Corrientes de aire?" murmuró, protegiéndose los ojos. "¿Cómo es eso posible?... ¿Hay otra puerta abierta?"
Miraron a través del marco de la puerta hacia la cámara, que era cuadrada y monótona. Las paredes, el suelo y el techo estaban pintados de un tono idéntico de gris oscuro.
Libby hizo una mueca. "¿Qué horrible decorador de interiores es el responsable de este trabajo de pintura?"
"Creo que ese sería yo", respondió Jimmy.
"Sí..."
Carl tiró del brazo de Jimmy. "Tengo un muy mal presentimiento sobre esto, Jimmy... y no lo digo sólo esta vez".
"Ya casi hemos salido, Carl. Hemos pasado por todas las otras habitaciones... no es nada que no podamos manejar". Carl siguió rezagado y Jimmy suspiró. "Bien, yo iré primero. Aquí, ¿ves? No hay nada de qué preocuparse..."
