Capitulo 11: Entre el amor y el temor

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En el juego de los días, el reloj marcó su paso,
Lo bueno, se desvaneció como un susurro en el ocaso.
En la sinfonía del tiempo, la fugacidad bailó,
Lo efímero se deslizó, como hojas que el viento llevó.

En la encrucijada del amor y el temor,
El chico misterioso mostraba su interior.
Quería amarme, eso era evidente,
Pero su miedo lo mantenía en la corriente.

Pequeñas peleas, como tormentas de verano,
Lágrimas que caían, como un triste desengano.
Amigos y palabras robadas en el viento,
¿Cómo olvidar el amor que te entregué, mi aliento?

Dicen que en las peleas se revela la verdad,
Si esa persona es la que en tu vida quedará.
Las lágrimas, como viejas amigas, nos saludaban,
Mientras el chico misterioso y yo nos desafiaban.

Los amigos se volvieron testigos mudos,
De un amor que luchaba, entre lo oscuro y lo agudo.
Palabras robadas en medio de la tempestad,
El chico misterioso temía avanzar, quedarse atrás.

"Te quiero, pero tengo miedo," susurró,
Su corazón, una prisión que no se abrió.
Las peleas, un huracán que despedaza,
Lo elegia a éll, a pesar de la amenaza.

En cada desencuentro, una elección,
Seguir luchando, seguir siendo dos en un rincón.
A pesar del dolor, la incertidumbre, la maraña,
Yo lo elegía a él, en medio de la azaña.

Entre lágrimas y palabras no dichas,
El chico misterioso y yo, en una danza caprichosa.
Aunque el miedo nos separara, el amor persistía,
En este caótico escenario, la esperanza florecía.

Así, en las peleas y el vaivén de emociones,
El chico misterioso y yo, tejíamos nuestras canciones.
El amor, como una melodía en desorden,
Persistía, a pesar del miedo, a pesar del trastorno.

Cicatrices del pasado: Amor y Sueños RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora