ANTERIORMENTE:
No tenia las ansias de hacer las cosas, no fue hasta que oyó el tocar de la puerta y como la capital dejo un cilindro en su mano, era una carta del británico, quedo sorprendido ya que este vino en poco tiempo, era algo positivo después de muchas cosas, la abrió contento y fue aun mas cuando se informaba de una pronta visita del inglés. Sin duda una espectacular noticia, deseaba contarle ello al príncipe ruso, sabia que si no lo hacia se pondría enojón. Cuando aquel se entero de sus amigos nobles, gritó y no le quiso hablar durante una semana por ocultarle ello.
Cosa de rusos.
ACTUALIDAD:
El joven alemán nuevamente recurrió a su amigo ruso para que le ayudase a hacer lo mismo que en la primera ocasión, estaba contento y movía los pies, aun así, no quemó la carta y en cambio la enmarcó en una de las hojas de su diario como un evento feliz, pronto la abrazó y guardó en su lugar. Baja de su cama y se fue al balcón mirando el anochecer, envió una carta a Imperio Ruso hacia unos minutos, esperando que llegue pronto y pueda finalmente idear como irían las cosas, la vez pasada quedo algo pobre el sitio, esperaba mejorar el jardín del pequeño palacio, o al menos, que esté presentable, la última vez incluso había un montón de hojas secas y césped mal cortado.
Al cabo de dos días, el ruso estaba en su habitación.
— Vamos, se que puedes, ¿si? — Prusia lo miraba con los ojos brillosos, mientras I. Ruso intentaba no verlo directamente, desviaba la mirada arrugando el entrecejo.
— No uses esa táctica conmigo.. de que sirve si igualmente ya le habrás dicho que te apoyaré ¿cierto?... eres un mocoso maldito... — I. Ruso contenía el enojo, ser cómplice para que su amigo viera a ese loco inglés, ¿acaso no era suficiente con tenerlo a él como amigo?, tal vez el otro podía darle una confianza que a él no podía confiarle, bufó y pronto suspiro intentado comprender la situación, al menos Prusia contaba con su ayuda.
— Si, pero tampoco quiero ser un desvergonzado, apóyame voluntariamente, vamos, vamos — volvió a insistir, I.Ruso solo asintió rendido, se sentó al borde de la cama cruzándose de brazos — se que no te cae muy bien, pero es una buena persona, si le dieras la oportunidad de demos— fue cortado por el ruso quien intercedió levantándose.
— No necesito darle una oportunidad; Prusia, todos alrededor lo odian por obvias razones, ¿no estas siendo ciego con él? mi padre me dijo que no es alguien de fiar, no se en quien creer, pero creeré en mi corazonada sobre que debes tener precaución si un Imperio tan demente decide ser amigo de un príncipe joven, hijo de un Imperio que claramente detesta, estoy seguro que ni siquiera debe ser él quien escribe las cartas, es diferente, y solo esta jugando muy fácilmente contigo porque eres inmaduro en las amistades y tienes carencia de amigos — dijo moviendo las manos mientras miraba a Prusia, este arrugó el entrecejo también, completamente enojado pronto se le aguaron los ojos — ¡Lo siento, lo siento, no es lo que quería decir, pero debes, ahh maldición — se hizo un lio y solo abrazo a Prusia calmándolo — te voy a ayudar, te voy a ayudar, es mas, todas las veces que quiera, te lo prometo, pero ten cuidado... — .
— Gracias — respondió el contrario alejándose sonriente, I.Ruso solo le jalo de las mejillas colérico — ay ay ay, ¡ya lo prometiste, mas te vale cumplirlo! —
— ¡Eres un manipulador! ni una pizca de conciencia en tu cabeza de chorlito — le punteó la frente con el índice reprochándole.
— jiji — Prusia solo se mantuvo sonriente mientras se sobaba la frente — bien, entonces será como la vez pasada, ya tengo permiso de Aquisgrán y mi padre esta muy ocupado, así que tampoco esta al pendiente, será genial —.
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DESOLADA PRIMAVERA (Imperio Ruso x Prusia)
RandomImperio Ruso es un joven heredero de la corona Rusa, considera su vida aburrida, fue hasta que conoció a Prusia, otro joven rebelde y amargado, sin embargo nota como este puede superarlo en todo, tras sentir derrota toma a Prusia como su rival. Aun...