𝐏𝐑𝐎𝐓𝐀𝐆𝐎𝐍𝐈𝐒𝐓 𝐄𝐗 | Takeharem

Capítulo 3

El cantar de los pájaros se hizo presente apenas el sol golpeó con todo su esplendor a la tierra, el viento acarició a las ramas de los árboles causando que estas cayeran al suelo, era Otoño, por lo tanto su color era de un naranja, junto rojo y amarillo.

En el aposento del menor de la familia, se hallaba el hijo del duque teniendo un sueño bastante gustoso, los rayos del sol atravesaban las cortinas transparentes, por lo tanto nuestro rubio frunció su ceño y arrugó los labios con coraje.

Sus ojos comenzaron a abrirse con pereza, pestañaba repetidas veces para mantenerse despierto, la luz que amenazaba contra él no le permitía volver a conciliar el sueño.

Bostezo levantándose de la cama para cepillarse los dientes, su ánimo empeoró al saber que hoy volvería a clases después de unas cortas vacaciones. La semana había pasado rápido y la mayoría de su tiempo era consumido por sus entrenamientos, clases de esgrima, y más cosas de defensa personal y también cocina, ya que en su antigua vida siempre le habia interesado cocinar.

Habían sido días agotadores, más no podía permitirse ganar por el cansancio, sus deberes como hijo del duque y clase extracorriculares eran importantes para él, por lo tanto sobrepasó su límite. Se metió a bañar y al salir husmeó por su closet, según tenía entendido él debería tener su uniforme de escuela guardado.

No pasó mucho cuando lo encontró, rápidamente se vistió, la camisa era blanca manga larga y del lado derecho del pecho estaba el logo de esta, que consistía de dos varitas cruzadas y un lema que decía "Una institución de valores y magia que siempre servirá a la nobleza" un pantalón crema holgado y sus botines negros favoritos.

Al verse en el espejo soltó un jadeo sorprendido, el uniforme se adaptaba a su cuerpo, notó como sus curvas se notaban demasiado, y sus caderas se marcaban por la cintura del pantalón, y las botas con un tacón pequeño daban un último retoque.

Tomó su mochila con una libreta para anotar todo y sus útiles, salió de su cuarto para dirigirse a la cocina, por allá se encontró a a una de sus mucamas personales, esta era una chica de cabello ceniza oscuro, tenía dos coletas a los lados de su cabeza junto un fleco que cubría su frente, esta sonrio servicial al chico e hizo una reverencia.

- Buen día Hanagaki-san.

- Buenos días Remi. - Saluda con estusiasmo, aquella chica era una de sus mejores sirvienta y amiga, esta anteriormente era una prostituta que trabajaba obligada por su familia para traerles billete, principalmente por que la joven era bonita, y también por que era hábil cuando se trataba de bailar. Takemichi la encontró cuando estuvo en aprietos con un cliente que quería maltratarla. Por lo tanto la ayudó y mandó a arrestar al viejo, al ver la situación de la menor decidió acojerla para que trabajara para él.

El antagonista original apreciaba a su compañera, siempre ayudaba con palabras reconfortantes o con un té calmante. Cuando estuvo solo ella siempre le apoyó y luego de su muerte Remi se largó al extranjero, siempre recordándolo. No podía soportar estar ahí debido a los recuerdos que la atormentaban y la hacían llorar.

- Me alegra ver que hayas amanecido con bien. - Responde la chica con una sonrisa - Supe que regresabas a clases hoy y te hice un desayuno ligero, conozco que eres capaz de vomitar por los nervios.

El contrario suelta una risa - Vaya que me conoces, gracias Remi. No tenías que hacerlo.

- No importa, recuerda que siempre estaré agradecida contigo. - le guiña un ojo juguetona y el mayor voltea los ojos divertido. - Nos vemos después, tengo cosas por hacer. ¡Que tengas un buen día en la escuela! - se despide con una reverencia para irse hacia el cuarto de lavado.