juan le envió una paloma a lulú para que no se preocupara más y por fortuna esa misma noche recibió la respuesta de lulú, le tranquilizaba saber que ella estaba bien
esa noche juancaster hizo la cena mientras Maude limpiaba a Eileen y le daba los cuidados necesarios y el fraile rezaba algunos versículos
la comida estaba servida en la mesa y los tres se sentaron a comer la sopa de calabaza que había hecho, se veía a juancaster preocupado, su aspecto era de una persona que no había dormido bien esa semana, el fraile comenzó a hablar sobre algunos rumores que había del príncipe juan y de personas que habitaban en el pueblo donde vivian
— Ese tal príncipe Juan debería estar en la situación de Eileen, que maldito estúpido— juancaster decia conr encor mientras tomaba su cuchara con fuerza
— lo se juancaster, pero creo que con que viva sabiendo que hizo mal le bastará— el fraile mencionaba mientras daba un sorbo a su cuchara
— Sabes que Eileen es una persona muy buena, dudo que ella tenga algo de rencor— Maude mencionaba con un suspiro al finalizar
— Eso me molesta, ella siempre hace lo que quiere y no todos agradecen que sea buena, solo espero que despierte pronto, me preocupa mucho su estado— el de la bandana solo estaba resignado a la personalidad de su esposa
— Seguro que lo hará pronto, estos días se ha curado bien su herida, pensé que no lograría salvarla pero la magia nos ayudó un poco, además acá el doctor fue muy bueno—
— me quejaría de la magia pero ha salvado a eileen y no puedo decir más—
— bueno yo tengo que ir a la iglesia a decirle que he llegado, mañana temprano vengo a verles— el fraile se paraba de la pequeña mesa y dejaba sus utencilios en donde se lavarian
—esta bien fraile, descanse— Maude igual levantaba sus utencilios mientras veia al fraile retirarse
— Puedes descansar Maude yo me quedo cuidando a mi esposa, has cuidado muy bien de ella—
—Es lo mínimo que podía hacer por ella—
esa noche Maude fue a descansar y juancaster se quedó viendo a Eileen, la tomaba de la mano mientras veía su anillo de bodas, el ambiente estaba tan tranquilo, solo se escuchaban los grillos y el viento de la noche, agradecía poder ver a su esposa respirando, el hechicero que la habia atendido le había dicho que no tardaría en despertar.
no pensó que el error de una paloma lo tuviera en ese momento con el corazón afligido y sin saber que hacer realmente
— Eileen creo que estoy pagando las mentiras que te dije, sabes realmente no tenía intención de enamorarme o siquiera casarme, paso todo demasiado rápido y cuando menos lo espere ya estaba escuchando tus votos en nuestra boda. . . — la pelirroja comenzaba a removerse y juancaster estaba muy esperanzado tomando la mano de la chica
