Lindo parte 4

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Suena una campanita encima de la puerta, lo que indica que un nuevo cliente ingresa a la tienda. Inumaki estaba terminando unos ramos de flores. El pedido era de un hombre llamado Gojo Satoru; el motivo del cliente era pedirle matrimonio a su novio, un joven universitario llamado Yuji Itadori, que como dijo Maki, era amigo de Yuta Okkotsu y Megumi.

Toge no quería reconocerlo, pero estaba un poco celoso, también quería una historia romántica con final feliz.

Miwa, su compañera de trabajo estaba en la caja, atenta a cualquier cliente.

—Hola, soy Miwa, bienvenido a la tienda "Toge's lirios" ¿En que puedo ayudarle?

Se escucha un pequeño "Um" y luego silencio.

Inumaki al no sentir ruido levanta la mirada y queda impresionado.

Se encuentra cara a cara con Okkotsu, luciendo un poco perdido y avergonzado.

—Hola— saluda tímidamente, como si estuviera invadiendo el espacio personal de Toge, en lugar de entrar a la tienda —recuerdas que te dije que iba a venir, bueno, acá estoy.

—Yuta —gesticula Inumaki contento —Hola, ya te extrañaba, que bueno verte.

Esa última frase Inumaki la firmó con nerviosismo, no quería que se malinterpretara; además Yuta aún no lo agregaba a Instagram, ni le hablaba por teléfono o WhatsApp, quizás cuando dijo que eran amigos fue solo por amabilidad...y eso es bastante triste.

—Yo-yo también te extrañe —Yuta se puso rojo como tomate, bajo la mirada a sus pies y luego la fijo en Inumaki.

Toge no le creía mucho, si fuera así, lo habría llamado o agregado a alguna red social.

Lo que no sabía era que Yuta se había pasado días, semanas, en agregarlo y en que decirle y nunca se atrevió, incluso Rika lo había regañado por ser tan cobarde.

—¿Quieres comprar flores a alguien? —firma Inumaki.

—¿Eh?

—¿? —Inuamki lo miraba sin entender por qué Okkotsu seguía parado sin decir nada. No creía que solo viniera a verlo.

—Oh...¿Si? No, bueno si, supongo, mmm...la verdad también vine a ver tú tatuaje,  tu mascota —dijo nervioso Okkotsu.

Toge no se estaba dando por enterado de los nervios de Yuta, es más, el mismo era un manojo de nervios, pensaba que Yuta venía a comprar flores para esa bonita novia que tiene y de paso solo saludarlo rápidamente.

—¿Eres un medico? ¿Controla a todos sus clientes, señor Yuta? Firmó Toge.

Yuta estaba mudo, tanto como Inumaki, luego la piel de Okkotsu se volvió a teñir de rojo casi fluorescente.

—Uh...mn...yo...este...

—Yuta, es una broma, tranquilo, mi tatuaje está bien, come tres veces al día y no se expone aún al sol.

—Oh...jajajaj bien, que bueno, me alegro que te cuides y la cuides bien ¿Tiene nombre?

—Aun no, tenía, le puse Maki, pero la verdadera Maki se enteró por Panda que le puse ese nombre y el palmetazo que me llegó en la cabeza fue tan épico que parece que me achique aun más —firmo Inumaki sonriendo.

—Ppff...

Okkotsu se puso a reír con ganas, de esas que ocurren pocas veces. Toge ya era casi experto en sacarle esas risas que te hacían derramar lágrimas. Para Inumaki, la risa de Yuta es hermosa.

—Pensaremos juntos en un nombre —dijo alegremente Yuta.

Inumaki le gustó eso de "juntos" pero freno sus pensamientos antes de que surgiera alguna esperanza.

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