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A la mañana siguiente Jimin
despertó debido a un peculiar
ruido, uno que conocia bien. Abrió
lentamente sus ojos y lo primero
que vio fue a su hija cubriendo su
boca sus manitas. Se incorporo
sintiendo un dolor de espalda, y eso
se debía a que había dormido en la
silla que estaba al lado de la cama
de Mi-suk.

-Lo siento, no quería despertarte-
Se disculpo Sana mientras le daba
aquella marioneta a Mi-suk con la
que estaban jugando.

-No te preocupes-Le sonrió
levemente.

Jimin se estiró un poco. Después
abrazo a su hija, quien al separarse
le enseño alegremente la
marioneta.

-Se llama Mickey-Mi-suk metió su
pequeña mano en la marioneta y
comenzó a moverla.

Jimin sonrió enternecido. Aun no
podía creer que su pequeña de
ocho años se haya presentado
como Omega. Su lobo se había
vuelto loco cuando el doctor se lo
dijo; comenzó a brincar y aullar
alegremente. Claro que sabía que
había posibilidades de que esto
sucediera, Jimin estaba consciente,
pero aún era muy pequeña.

Su teléfono comenzó a sonar, así
que lo tomó dándose cuenta de la
hora.

-Pequeña... -Miro a su hija, quien
dedujo lo que sucedía.

-¿Es necesario que vayas?-
Preguntó mientras formaba un
puchero.

-Si pequeña, pero te compraré
helado-Con aquello, la niña
asintió feliz.

-De fresa

-De fresa será-Sonrió mientras
caminaba por su saco.

-El doctor vino y me informo que
posiblemente daban de alta a Mi-
suk esta tarde-Anunció Sana
acercándose para acomodarle la
corbata a Jimin.

-Mantenme al tanto.

-Claro, suerte-Le dio la última
sonrisa.

Jimin le sonrió a la Beta. Después
fue a la cama donde Mi-suk veía la
escena. Jimin le dio un beso en la
frente.

-Te amo mucho Papi.

-Yo también te amo, pequeña-
Volvió a dar otro beso en su frente.

Y finalmente salió de la habitación.

Fue hasta el estacionamiento,
subió a su coche, abrió su bandeja
de mensajes percatándose de que
uno de esos mensajes era de su
secretario, el cual le avisaba que
lo esperaban en su oficina. Bufo
al leer los nombres de quienes lo
esperaba, contesto los mensajes de
Jungkook para bloquear su teléfono
y dedicarse a manejar hacia su
empresa.

Por otro lado. Jungkook entraba a
la oficina después de arreglarse
su ropa. Hizo una reverencia para
después hablar:

-El señor Park viene en camino-
Aviso el Omega a las dos mujeres
que estaban en la oficina.

-Puedes irte-Exclamó gélida una
de ellas.

Jungkook hizo una reverencia y salió
de la oficina. No quería meterse
en problemas, suficiente fue que
el día de hoy llegase unos minutos
tarde y viera a aquellas mujeres
paradas frente a su escritorio. Se
salvo de la reprimenda debido a
que la segunda mujer, una castaña,
distrajo a quien parecía la mayor de
las dos.

Se sentó en su escritorio, comenzó
a contestar algunos correos que
llegaban a su computadora. No
supo cuando tiempo paso, pero un
fuerte olor a Madera y café llegó
a su olfato; lo conocía bien. Alzo
la mirada y solo a algunos metros
venia su jefe.

Inmediatamente se levantó y
cuando fue correcto; hizo una
reverencia.

-¿Están adentro? -Preguntó con
el rostro completamente serio.

secretario jeon 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora