Capitulo 4. Frustracion.

45 6 1
                                    

"¿...Niños como mi hijo...?" Finalmente volteo a verlo.

"Niños tan ineptos como tu hijo."

Las palabras resonaron en la cabeza de todos, sobretodo en la de Drey.

Inepto.
Inepto.
Inepto.

Esa palabra rondaba por su cabeza, pero pronunciada por distintas voces.

...
...
...

"Vete de mi puta casa, maestro de segunda."

Capitulo 4. Frustracion.

Una voz ensombrecida junto con una mirada de muerte fueron dadas por Alexander. Emanando un aura morada distinguible para todos los presentes.

"¿Huh? ¿Sabes el viaje que hice hasta aquí para entrenar al inútil de tu hijo?"

"Te ofrezco una paga, vienes a mi hogar, intentas agredir a mi hijo y más encima lo insultas." hablo Alexander. "Me importa una mierda tu historial o quien sea que seas, te vas de mi casa en este instante, ¿quedo claro?"

Antes de que Klain pudiera replicar, Alexander apunto hacia el con su mano. Llamas rodearon su brazo, generando un aro alrededor. El calor fue extendiéndose por el jardín, mientras el fuego era cada vez más luminoso.

Magia de fuego; rango avanzado.

"¿Quedo claro...?"

Ante la amenaza, Klain se retiro haciendo un par de comentarios por lo bajo. Alexander deshizo el hechizo.

"¿Estas bien hijo...?" Pregunto Milein, revisando que Drey no tuviera ningún daño.

El peliceleste no respondió en estado de shock, la situación lo había paralizado completamente. Tartamudeaba intentando hablar, hasta que pequeñas lágrimas empezaron a bajar por su rostro.

"Yo...Yo..."

"...Milein, llévalo dentro por favor." Pidió con calma Alexander, viendo el estado emocional de su hijo.

Su esposa asintió, marchándose con Drey en brazos. Alexander exhalo aire, mirando hacia el cielo el cual empezaba a oscurecerse.

"(¿Lo habré asustado...?)" se preguntó a si mismo. Los niños eran particularmente sensibles a la magia, y el suyo, lo había visto usándola para amenazar.

Transcurrieron las horas, Drey consiguió calmarse con ayuda de su madre. Luego de comprobar, el niño no tenía ninguna herida, pero para Milein era comprensible el miedo luego de lo ocurrido.

"¿Hijo, como te encuentras...?"

"Estoy bien mamá..." el niño sonrio.

Drey pareica encontrarse bien, o al menos eso aparentaba. El peliceleste se aseguró de calmar las dudas de su madre, recalcandole que no había ningún problema.

Luego de hablar con el, la mujer se fue de la habitación, dejándolo solo.

"..."

Recostó su brazo sobre la ventana. El sol bajaba mientras atardecia, pero aún iluminando la zona.

"(...¿Porque...?)"

El niño apretaba los puños en lo que observaba el atardecer. No sentía molestia, ni un temor residual por todo lo ocurrido, nada de eso, si no que...

"(¡...Maldita sea!)" contuvo un grito.

Impotencia.

'Inepto', esa palabra resonó en el. Sentía haber escuchado esa palabra en exceso anteriormente, aunque no supiera de dónde. Muchas voces sonaron en su cabeza diciéndole eso.

"(¿De donde viene todo esto...?)" Entrecerro los ojos. El desprecio que le demostraban dichas voces en su cabeza no lo habia escuchado en su vida. Lo veían como eso, un inutil, alguien completamente...

Inepto.

"..." dio un golpe en la mesa. Odiaba este sentimiento, esta rabia que aumentaba en su interior.

"Hey, que me rompes la mesa."

Alexander cruzó la puerta. Con una sonrisa comprensiva, aprecio claramente el descargo de su hijo sobre la situación. No le recriminó nada, solo se sentó a su lado.

"Perdóname." el hombre dijo. "Tarde tanto en encontrar un maestro, que una vez que lo hice ni siquiera me fije en que tan bueno era, fue mi culpa." acaricio la cabeza del niño.

"...¿Estaba en lo correcto, verdad?" el niño preguntó.

"Hmm..." Su padre levantó la mirada, más calmado a comparación de antes. "¿Tu que crees?"

"¿Hmm?"

"¿Te consideras inepto?" Cuestiono.

"..." Drey lo pensó un momento. "No estoy seguro..."

"Algún día llegará el momento en el que lo sepas." Dijo Alexander. "Eres el único capaz de decidirlo. Si dentro de 20 años te consideras un inepto, serás un inepto."

Lentamente su padre se levantó de la silla, estirando los brazos.

"Si algún día te consideras exitoso, habrás sido exitoso." el hombre dijo. "Pero, pase lo que pase, que nadie decida eso por ti."

Abrió la puerta, transmitiendole un aura cálida y familiar.

"Preparare la cena, ¿quieres aprender con papá?"

Drey parpadeo un par de veces mientras procesaba todo el discurso, y no tardo en levantarse del asiento.

"Si."

Alexander suspiro, había logrado subir el ánimo de su hijo. Sabía por experiencia propia lo fácil que era deprimir un niño, estaba conforme con la respuesta del chico.

"Ven, tu viejo te enseñará un par de cosas." el hombre rio, mientras los dos salían de la habitación.

¿El resultado? Entre los dos quemaron la cena.

¡Reencarne con el potencial de ser el mejor arquero del mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora