Capitulo 9. Viejos amigos.

22 5 0
                                    

Su platica cesó sin mucho más. Ambos ya habían dicho lo justo y necesario, comprendiendo que debían continuar hacia delante. Pasaron un par de días juntos en la comisaría en la que socializaban.

"Lo lamento Drey, pero no puedo cuidarte..."

Gawain era un hombre ocupado. Por trabajo viajaba por el mundo constantemente, rara vez quedándose en un lugar por más de un mes. No quería que el niño tuviera que adaptarse a esa clase de vida, quería que tuviera un hogar, hiciera amigos y pudiera crecer como la mayoría.

Tenia algunas casas que podría dejarle, pero no se le ocurría alguien de confianza con quien pudiera dejarlo.

Estuvo evaluando posibles candidatos durante los días que pasaron, pero no hallaba nadie apto, hasta que decidió usar su última opción.

"Drey, tenemos que visitar a alguien."

Fueron en carruaje hasta otro pueblo, el viaje no durando más que unas horas. Según contaba Gawain, irían con un amigo de su padre, conocido de sus épocas de aventurero. Ya se comunico con el anteriormente, y le había dado el visto bueno para que lo visitarán.

Bajaron al lado de una linda casa. Amplia, con gran jardín y muy bien decorada. No era algo exageradamente lujoso, pero era linda.

Tocaron la puerta, y fue abierta al instante por una mujer. Con el cabello atado y caído, junto con una mirada gentil, se le notaba feliz de verlos.

"¡Gawain, extrañaba verte!" La mujer lo abrazo con cariño, con Gawain respondiendo de la misma manera. "Pasen, pasen, los estábamos esperando."

Entraron al lugar. El interior similar al exterior, no necesitaba de más. Pasaron por un corto pasillo hasta llegar al salón, donde se encontraron con dos personas más.

Un hombre joven, de cabello negro y mirada agradable. Sentado y cruzado de brazos en uno de los asientos, dejó escapar una leve sonrisa cuando los noto. A su lado, un niño muy similar al padre, con un pequeño felino entre sus brazos.

"¿Sigues con vida?" el pelinegro preguntó juguetonamente.

"Y tendrás que soportarme mucho más." Gawain devolvió chistosamente. "Gracias por aceptar Cedric y Nao, no encontraba quien siquiera se atreviera a escucharme hehe..."

"Descuida, parecías desesperado en la carta." la mujer dijo, sentándose en una de las sillas. "Hey, Sora...¿Porque no van al cuarto? Papa y mamá tienen que hablar de algo, intenta llevarte bien con el, ¿si?" comunico tranquilamente al niño.

"S-Si..." el chico respondio tímidamente, acercándose a Drey con el felino en brazos. "S-Sigueme..."

Salió por una de las puertas, y Drey decidió seguirlo. Entendía que los adultos quisieran charlar lo más cómodos posibles sin tener que preocuparse de que los niños escucharan algo indebido. Decidió facilitarles las cosas e irse sin reclamar, por más que estuviera lo suficientemente capacitado emocionalmente como para oírlos.

En la sala solo quedaron los adultos. Gawain aprovecho para sentarse.

"¿Que cuentas, que es lo que necesitas Gawain?" Cedric preguntó un poco ansioso.

"Verán, es complicado." el herrero rasco su cabeza. "El niño que vino conmigo es el hijo de Alexander y Milein, su nombre es Drey."

"¿Ya esta tan grande? La última vez que recuerdo haber escuchado de él apenas era un bebé hehe..." Nao rio un poco avergonzada.

"Es normal, tiene la edad de Sora si no mal recuerdo." Comento Cedric.

"Si...No quería pedirles esto, pero ustedes son la mejor opción que se me ocurre. Necesito que lo cuiden..."

¡Reencarne con el potencial de ser el mejor arquero del mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora