Los ojos de Luffy vagaban por el basto mar, pensando en todas las aventuras que tuvo en los últimos años. Sonrió en recordar cómo había juntado a su tripulación, a sus amigos más leales en el mundo. Y pensar que todo comenzó a sus 17 años cuando decidió que era hora de partir al mar.
—Luffy. —lo llamó Nami. Luffy se dio la vuelta para mirar a su amiga. — ¿Estás seguro de esto? —le preguntó con un cierto tono de duda.
Él entendía a qué se refería, pero estuvo postergando esto por mucho tiempo y no daría marcha atrás. Sonriendo volvió su vista al mar. —Sí. Ya es hora.
Nami asintió.
—Llegaremos en un par de días a más tardar. —dijo y salió de la habitación con Zeus detrás de ella.
Después de recorrer la Gran Ruta, encontrar el One Piece, tener todas esas aventuras y más. Mucho más. Ya sentía que era hora de regresar con ellos por lo menos por un tiempo. A pesar de toda la lucha contra el Gobierno Mundial, habían llegado a un acuerdo entre los mismos piratas y la marina. Era una tregua muy delgada, pero por ahora todos estaban cumpliendo con su palabra. Tardaron en decidir si volver o no, pero cuando son tres contra uno, no les puedes ganar. Había pasado dos meses, desde que decidieron volver.
Luffy sonrió al sentir la presencia de Zoro y suspiró al sentir como su espalda se apoyaba contra el pecho del espadachín.
— ¿Estás bien? —preguntó Zoro.
—Solo pensando.
— ¿Desde cuándo?
— ¡Oye! —se quejó Luffy dándole un codazo en el estómago, haciendo que Zoro riera.
—Lo siento, lo siento. —dijo entre risas para luego dejar un beso en el cuello de su Capitán, su sonrisa se hizo más grande cuando sintió como éste se estremecía. — ¿En qué pensabas?
—En nosotros. —dijo Luffy mientras tomaba las manos de Zoro. —En cómo nos conocimos...
× × ×
Luffy sonrió desde el muro donde estaba "escondido" hacia el chico que estaba atado a una cruz. Había escuchado mucho de él, Roronoa Zoro, conocido como "El Cazador de Piratas" y espadachín. Bueno lo había escuchado hace un par de días cuando peleó sin querer con la pirata Alvidan y donde conoció a Koby. Un chico bajito, con lentes grandes y de cabello rosa, quien estaba a su lado ahora mismo mirando con miedo al hombre.
Había escuchado al llegar a la isla de una base militar que el cazador se había dejado capturar para que un tipo llamado Helmeppo no lastimara a nadie en un bar. Luffy sentía que era un buen tipo por lo que lo quería como el primer integrante de su tripulación y porque también había escuchado que era muy fuerte. La verdad es que no entendía el miedo de Koby por el tipo.
— ¡Oigan, ustedes! Me están molestando. Váyanse.
El tipo en la cruz hablo de forma calmada. No creí que escuchara nuestras voces desde esa distancia, aunque siendo sinceros no es que estuviéramos hablando en voz baja exactamente, Koby gritaba mucho.
—Luffy, ¿En serio lo quieres como tu compañero? —preguntó Koby. —No sería más conveniente elegir a alguien menos...
Luffy dejó de prestarle atención cuando vio como una niña se acercaba al cazador, vio como ella le hablaba y como él abría los ojos ante lo que ella decía. Fue dulce de su parte en llevarle comida, de hecho él mismo tenía hambre. También vio como como entraba gentes de la marina.
— ¡Qué bueno! Ellos la alejaran de él. —dijo en un tono lleno de alivio. —Pero, ¿Qué?
Ambos observaron sorprendidos como uno de los marines tomaba a la niña y la lanzaba sobre el paredón haciendo que Luffy estirara sus brazos tomándola para evitar que se golpeara contra el suelo. Después de asegurarse que la niña estuviera bien, él se acercó al Cazador de piratas.
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Nuestra Historia
FanfictionCuando dos almas totalmente distintas están destinadas a estar juntas. Cuando dos almas cambian la manera de ver al mundo. Es cuando se produce la historia de ellos. • • • No adaptar o subir en otro sitio sin permiso. Todos los derechos reservados p...