Modo furtivo

Epílogo: El cumpleaños de Sasha

+Todos estaban reunidos alrededor de la enorme mesa en un gran banquete. Muchos estaban alegres por el aniversario de nacimiento de la princesa del oeste pero el padre de esta estaba algo decaído aunque lo sabía aparentar lo suficientemente bien como para que nadie lo note excepto su hermano mayor...

Shippo: ¡Es hora de cortar la torta! - exclamó y todos le siguieron hacia una mesa en la que había un bellísimo pastel.-

+El pastel estaba conformado por tres pisos con una cubierta de fresa y vainilla y de adorno unas pequeñas brochetas de canela junto con unas pequeñas velitas. Pronto llegó la cumpleañera junto a su padre quien estaba con una expresión neutra en su rostro mirando las acciones de su hija. Pronto se escuchó por todo el lugar el melodioso sonido de la canción de cumpleaños y cuando la princesa estaba apunto de soplar las velas su padre la detuvo en seco...

Sasha: ¿Que ocurre Inuyasha? - preguntó mirándolo.-
Inuyasha: Aún no has pedido tu deseo... - dijo serio mirándola.-
Sasha: Ah... si! - dijo pidiendo su deseo a sus adentros y rezando porque se cumpliera para luego soplar las velas.-

+De repente irrumpió en el lugar una hermosa pelirroja que se veía agitada la cual los miraba a todos buscando a alguien en especial...

Sango: ¡¿Que demonios hace ella aquí?! - preguntó molesta siendo sujetada por su esposo el cual se veía algo cansado por la situación.-
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+Ese día se cumplía un año desde la muerte de Kagome. Todos se sentían decaídos pero intentaban seguir con el rumbo de sus vidas como solían hacerlo antes. Khira a pesar de ahora ser como una especie de exciliada varias veces visitaba el palacio y se acercaba en secreto a la tumba de Kagome pidiéndole que por favor regresase pronto.
Por otro lado Inuyasha estaba totalmente destruido, ya no sentía razón de vivir en un lugar en el que jamás estuviese su compañera pero debía resistir y seguir adelante por su hija Sasha y sus amigos. En cuanto a Sasha esta estaba sobre llevándolo poco a poco; con la ayuda de sus hermanos, sus amigos y su adorado padre ha logrado salir adelante aunque nunca dejará de añorar la sonrisa de su madre y sus abrazos protectores en todo momento. La pequeña princesa todavía no se siente con la confianza suficiente para llamarle padre a Inuyasha o tío a Sesshomaru; puesto que al primero porque le da penita y al segundo por puro miedo. Su único deseo es volver a ver a su madre pronto...

En la habitación de Sasha:
+La albina dormía tranquilamente hasta que llegó su padre a la habitación y la despertó cariñosamente mientras la felicitaba por cumplir años. Este sería el primero que pasaría al lado de su padre pero no de su madre...

Inuyasha: Vamos dormilona... - dijo sentándose en el borde de la cama y acariciando su cabello.- Hoy es un día especial despierta mi pequeña princesa... - dijo besándole la frente.-
Sasha: Buenos días Inuyasha... - dijo sonriéndole y abrazándole.-
Inuyasha: Prepárate recuerda que debes estar lista para la celebración.- dijo dejándole el desayuno en la cama para luego salir de la habitación y cerrar la puerta tras de él.- *Es difícil aparentar estar bien...* - pensó con respecto al estado de su hija para luego irse del lugar poco a poco.-

+ En el lugar todo ya estaba listo. Los invitados ya estaban preparados e Inuyasha ya estaba en el lugar junto a su hermano y sus amigos esperando por su hija para comenzar la fiesta...

Sesshomaru: ¿Cómo estás hermano? - preguntó algo preocupado al darse cuenta del decaimiento de Inuyasha.-
Inuyasha: Es que es difícil sin ella, Sesshomaru.- dijo decaído.-
Sesshomaru: Debes hacer un esfuerzo por Sasha. Ella es tu hija y si ella te nota así se preocupará mucho y lo sabes. - dijo alejándose para ir a tomar una copa con Miroku y Koga. -
Inuyasha: *Ojalá estuvieras aquí Kagome...* - pensó mientras suspiraba cansado.-