2. ¿Los ojos amarillos son comunes?

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Pegando duros golpes al saco, pensando que si se volvía más fuerte no volvería a sentir tanto dolor. Y claramente hablando de la punzada...

Sus piernas y brazos ya dolían, pero no se detendría. Ya no se sabía si estaba probando algo a sí misma, o sólo trataba de olvidarlo, lastimando cada parte de su cuerpo.

Mientras que golpeaba al saco con patadas y puños, sus pequeñas y lastimadas manos empezaron a temblar, sin tener ninguna razón, o al menos eso pensaba ella. Se agachó, poniendo su cabeza entre sus rodillas, reteniendo las pequeñas lágrimas que deseaban ya salir por sus pequeños y azules ojos.

–¿Te pegaron?

Delta levantó la cabeza, confundida, y buscando de donde provenía aquella voz que ya empezaba a irritarle. Era un chico.

–¿Tú... quién eres? –Preguntó, aún más confundida.

–¿Eso importa? Además, yo hice una pregunta primero.

–¿Y a ti qué te importa si me golpearon o no?

–Oh, no, niña. No me importa, sólo quiero saber si me puedo burlar de que te golpearon, o de que estás llorando como idiota sola.

–¿Tú acaso no lloras, imbécil?

–¿Yo?

–No, el que está atrás de ti –Habló irónicamente, Delta. Pero él sin entender, volteó detrás de él. –. Imbécil. –Susurró, aguantando la risa.

–¿De qué te ríes, idiota?

–¡Von! –Se escuchó la voz de Jushe alzada – ¿Qué es ese lenguaje?

–Sí, con esta boquita besaba a mi mamá.

Delta lo miraba raro, una ceja alzada y entrecerrando los ojos. Von, el chico, ni siquiera había notado su mirada.

–Delta, deja de mirar a Von.

–Es que... es muy...

–¿Apuesto? Lo sé, me lo dicen siempre.

–Iba a decir estúpido, pero quiero suponer que tienes la realidad un poco alterada.

Von soltó una carcajada sarcástica y amarga, ¿Quién es esta idiota, y por qué tiene tanta confianza? Se preguntaba Von.

Y, a decir verdad, ya sabía su nombre, pero, ahora le intrigaba saber si sería así con todos, o sí sólo agarró esa confianza por los previos insultos.

–Una cosa más. Von, Delta, ustedes son justo lo opuesto, por favor, compórtense, ¿quieren?

Los dos dudaron unos segundos, haciendo un ruidillo con la garganta, como si fueran radios descompuestas.

–Tengo un palo de paja ahí guardado, que estoy dispuesto a usar.

Los dos se quedaron callados, viéndolo ante la pequeña amenaza. Jushe triunfante por unos segundos, pero no lo estaría en algunos días.

–¿Y este qué se supone que hace aquí?

–¿Disculpa? ¿Este? Estoy seguro de que tengo mucha más presencia que tú aquí.

Delta estuvo a dos pequeños segundos de responder, pero sintió un golpe en la cabeza, seguido de Von, era obvio de quien le había pegado. Jushe, claro. Aguantó la risa unos segundos.

–¿Qué les dije?

–Lo siento. –Respondieron ambos al mismo tiempo.

–En el momento que lleguen todos, les explicaré todo.

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⏰ Última actualización: Apr 29 ⏰

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