Epílogo

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Doce años atrás...

-Elie tenemos que terminar el juego, no te puedes ir así porque si.- Daniela estaba frente de mi
-Pero Dani ya nos aburrió a todos y yo quiero ir a jugar con los demás.- ya me encontraba bastante agobiada
-Eli tiene razón Dani ya estamos aburridos del mismo juego, siempre que venimos a tu casa tenemos que jugarlo y ya nos aburrió. -Jonathan se levantó poniéndose a mi lado
-¡Callate Jonathan!
-Oye no le grites así Daniela, ya estamos hartos de tu juego.-Rubi le gritó e hizo que todos diéramos un brinco
-Yo quiero jugar y como es mi casa...-Daniela furiosa aventó las fichas al tablero lo cual hizo que toda pieza se moviera o cayera
-Pues entonces juega sola Daniela nosotros ya no jugaremos más.-Gabriela le dio la espalda a Daniela
-Pablo se levantó tomando la mano de Gabriela -Vamos Gabi, busquemos a los demás.
-Todos se pudririan en el infierno.-Daniela exploto, ella estaba roja por la furia que estaba sintiendo
-Daniela no digas eso.- mire preocupada a Daniela la cual tenía los ojos rojos, estaba apunto de llorar
-Callate Eli que todos te siguen a ti por lo estúpida que eres.-di algunos pasos atrás nunca había visto así a Daniela me daba miedo
-Chicos porque no vienen a jugar.-miro el juego- ¿Aún no acaban esa porquería de juego?
-Ya lo dimos por terminado Louis
-Me alegra escuchar eso, yo por eso prefiero morir desde el inicio
-¡Son unos malditos!--Daniela salió corriendo

Éramos niños nos gustaba gritar, jugar en el jardín, correr, sentir el sudor resbalar por el cuerpo, lo disfrutábamos demasiado. Pagaré por eso cada noche

En el presente

Eran aproximadamente las doce de la noche y decidí irme a distraer a mi bar de confianza embriagarme hasta perder la conciencia, eso hacia cada maldita noche tomar hasta perder el conocimiento tenía que callar mi cabeza de alguna manera y solo el alcohol lo lograba, lograba detener lo que me ha atormentado por noche el recuerdo de la sangre por todos lados, los gritos y esa maldita risa que retumbaba por cada centímetro de mi cerebro. A veces amanecía en una cama que no era la mía, no sabía lo que había pasado y no quería recordarlo, los chicos siempre fueron amables me recibían con un café, panqueques o galletas nunca faltaba ese detalle.

-¿Que tal? -me tomo del hombro, un chico alto, pelinegro con ojos de color
-Gracias pero no gracias estoy harta de evadir a los hombres.-dije con voz cansada
-¿Una noche difícil?-se sentó a mi lado sin retirar su mano de mi hombro, para nada nos conocíamos
-No solo una sinceramente, pero eso no importa.- le quite su mano de mi hombro, lo mire de nuevo tenía una cicatriz algo curiosa
-¿Qué te invito? -insistió de nuevo
-Ya te dije que no gracias, ¡Dios es tan difícil de escuchar!-le dije irritada
-Bueno entonces hablemos.-sonrio poniéndose cómodo en el banco mirándome a los ojos
-Whisky.-me di por vencida
-Perfecto...-sonrió con cierta victoria reflejada en sus ojos

Perdí el control de lo que bebía y lo hice hasta quedar de nuevo inconsciente, aproximadamente a las 4 de la mañana despertar por escuchar esa frase que me hace sudar siempre
"Bienvenida al infierno", el sueño era el mismo pero está vez yo me estaba escondiendo de algo en un armario podía escuchar los gritos de ayuda y me veía a mi tapando mi boca para no hacer ningún ruido pero siempre esa cosa me encontraba y solo podía ver el cuchillo lleno de sangre que se abalanza hacia mi.

-¿Ya te vas? -El chico me observaba detenidamente
-Fue una noche inolvidable. -no lo fue y nunca lo será.
-Dime tu nombre si no como te buscaré después
-Creeme nos volveremos a encontrar tu tranquilo, siempre sucede
-¿De que hablas terroncito? -me miraba confundido
-Algun día lo sabrás. -sonreí- nunca he podido salir de eso
-¿Salir?, Creo que te has pasado de copas corazón
-No hoy no lo hice.
-Okey, necesitas para el taxi o te llevo a tu casa
-No gracias has hecho demasiado por mi hoy, yo me las arreglaré
-¿Estás segura? puedo decirle al chófer que te lleve a tu casa, -sonrio- confía en mí
-No, muchas gracias yo me iré sola

†††

Estaba demasiado agotada, camine hasta la estación del metro y después de una hora pude llegar a casa debí acceder a qué el chófer me llevará a casa pero no podía confiar en nadie, no confío en nadie estoy sola ni siquiera mis padres saben si estoy muerta o viva, estoy tirada en...

~Toc Toc~

Al abrir la puerta de mi departamento estaba un sobre color rojo, lo tome confundida nadie sabía mi dirección no tengo comunicación con alguna persona ¿como rayos llegó esto a mi puerta?, esa pregunta rondaba mi cabeza mientras veía el sobre tenía mi nombre "Elie Juls" no quise abrirlo necesitaba dormir sentía como punzadas en la cabeza con solo mirar el sobre rojo, deje el sobre la mesa y me fui a la cama esperando que ese sueño no se repitiera más por hoy. Pero una llamada arruinó mis planes

-¿Quién habla?-mi voz tembló por un momento, se me hizo tan peculiar la voz
-¿Has abierto el sobre?-su voz era suave, hablo como si nos conociéramos de años
-¿Sobre?, ¿Quién eres?
-Elie...-en ese momento reconocí su voz, ¿Cómo demonios obtuvo mi número?

Esa maldita voz, me costó reconocerla pero la pronunciación de mi nombre...

-¿Estás ahí?,Elie el volvió...

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⏰ Última actualización: Nov 12 ⏰

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