In Love And Chocolate Everything Is Fair | Jegulus

IV

Chapter Four: Trucos e inventos

James suspiro tranquilo; tenía a Regulus a su lado, plácidamente dormido soltando pequeños ronquidos de vez en cuando o algunas veces, patadas inconscientes. Acaricio los cabellos rizados delicadamente, había extrañado eso como si hubieran pasado años de no hacerlo.

Aún le parecía extraño que el color de los rizos hayan cambiado, pero podía acostumbrarse. Al igual con la nueva personalidad del chico, si antes Regulus era seco, tosco y solo un poquito (bastante) gruñón; ahora era dulce, alegre y muy generoso. Solo sueños e ilusión, bueno, chocolate también.

Y uno muy delicioso, ni siquiera los dulces de Honeydukes se acercaban al sabor de aquel chocolate y ni hablar de la presentación tan llamativa que tenían. Su estómago estaba feliz por haber probarlo y él estaba feliz por el avance que tuvo con chocolatero.

Justo después de que la niña, Noodle, llegara a la habitación los tres habían hablado de muchas cosas, él tuvo que volver a contar la historia de como llegó ahí y hacer algunas demostraciones con su varita y capa, aprovecharon para reparar la cama y arreglar las goteras en ello.

Noodle aún desconfiaba de él, lo veía en los ojos de la niña y también estaba la amenaza que recibió antes de quedarse solo con Regulus.

-"Si te atreves a hacer algo en contra de él o de mí, te golpearé."

James trago en seco recordando la voz de la chiquilla. Regulus le había dicho que ella padecía del "síndrome del niño huérfano" lo que sea que significara aquello, sin embargo, estaba seguro de que no quería ser golpeado por nadie.

Dejando de lado a la niña furiosa, él y Regulus hablaron de todo y nada al mismo tiempo unas horas después; hablaron sobre el suceso de la mañana, sobre los estafadores de Wonka y de Noodle, y también aprovecharon para idear un plan para librarse de ellos.

No había estado muy detallado, simplemente se basaba en salir cubiertos por la capa y vender todo el chocolate posible, para después volver al lugar con la capa encima.

El cuerpo a su lado se tensó de repente, James se cambió de posición para quedar cara a cara; en el rostro del chico había una mueca molesta y en lugar de ronquidos solo salían gruñidos. Estaba claro que Regulus estaba teniendo una pesadilla.

El chico se retorcía en la cama y su rostro se giraba violentamente con el ceño fruncido bien marcado. James se sentó buscando que hacer, además de darle más espacio al chico, pues había empezado a agitar sus brazos.

¿Debería despertarlo?

-¡Ayuda! -No fue necesario, porque en cuestión de segundos Regulus estaba sentado en la cama tratando de controlar su respiración.

Cuando Regulus por fin pudo volver a respirar correctamente soltó un pesado jadeo antes de dejarse caer en el colchón nuevamente. Sus ojos estaban cubiertos por sus puños que se frotaban fuerte en ellos.

El silencio era inquietante y Regulus no parecía darse cuenta de que James lo estaba viendo lleno de preocupación y ansiedad.

-¿Está todo bien? -Susurro al mismo tiempo que su mano se apoyaba en el hombro de Regulus buscando tranquilizarlo.

Los grisáceos ojos de Regulus lo escanearon, estaba rojos y humedecidos, pero no había más que miedo reflejado en ellos. Miedo a algo que James desconocía y quería saber.

-¿Te he despertado, verdad? -Regulus volvió a jadear. -Lo siento, últimamente estoy repitiendo una horrible pesadilla y... Olvídalo.

La mano de James no había abandonado el hombro contrario, incluso había empezado a acariciar suavemente; parecía funcionar, pues al poco tiempo el miedo en los ojos de Regulus se había transformado en un pequeño sentimiento cálido. En sus labios se curvó una tímida sonrisa.