El Omega Del Rey Licantropo

26: Masaru Bakugou

Ya habían pasado algunas semanas.

Katsuki solía irse la mayor parte del día y no volver hasta la noche, de esa manera Izuku no lo veía si no hasta que se iban a dormir.
Katsuki no había ni intentado ir a su habitación, tal vez su madre tenía que ver en algo, pero no le tomó importancia.

Izuku pasaba todo el día con Mitsuki, pues está lo llevaba a conocer el pueblo y todo lo que en tierras le pertenecía, la mujer era una persona muy amable y divertida.
No extrañaba a sus padres, pues debido a los constantes viajes de semanas y incluso meses estaba acostumbrado a no verlos seguido, aunque si se sinceraba, los extrañaba un poco.

-Disculpe que la moleste Mitsuki-san...pero...¿Donde se encuentra Masaru-san? -dijo izuku mientras comían en un establecimiento famoso en el pueblo-

-Mmmm... Masaru está de viaje...la isla de las hadas...esta bastante lejos...-dijo-

-¿Isla de las hadas?-cuestiono confundido-

-Oh,es verdad los humanos no conocen los seres mágicos...verás...más allá del mar en un lugar lejos de aquí hay una enorme isla donde se encuentra el reino de las hadas...no hay hadas aquí porque su aspecto no parece humano...ellas viven ocultas aunque no de nosotros...-

-Mitsuki-san...¿Porqué nosotros los humanos no conocemos seres mágicos?...-le cuestionó-

-Mmmm...verás no los quiero ofender, pero los humanos suelen rechazar lo distinto y solían discriminar e incluso violentarnos debido a eso...-dijo nostálgica-

-Mitsuki-san...¿usted fue tratada mal?...eh... disculpe si suena grosero es solo que yo creí...emm...yo...-

-Si...-contesto-mi familia fue asesinada-aclaro dolida-Izuku, los humanos no conocen la verdadera historia de la guerra, Inko decidió que era lo mejor hasta que no hubieran tantos problemas.-comento-El ocultarnos no fue decidido solo porque si, solían torturar a todos los seres mágicos...y de esta manera nos mantenemos protegidos-dijo

-oh, cuando vea a mi madre le preguntaré sobre eso...-dijo al ver a Mitsuki triste, pues creía que hacerla recordar la pondría triste.

Mitsuki siguió comiendo algo pensativa.

-Supongo que tú nunca haz visto una hada o ¿si?-menciono captando la atención de Izuku-

-No...nunca he visto una...-

-y...¿Te gustaría conocerlas?-

-por supuesto, sería increíble...en el reino no me dejaban salir más que al jardín...y nunca me llevaron de viaje con ellos...--

-Siempre hay una oportunidad para conocer algo nuevo...- dijo bebiendo su té.

Izuku asintió.

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Más tarde ese día, Izuku escucho que el rey Masaru había regresado a sus tierras, se sintió algo nervioso, pues por fin conocería al gobernante principal del reino.
La reina le había indicado que se vistiera como quisiese, pues ahí no se fijaban mucho en la etiqueta.

Mitsuki lo había llevado al salón principal donde recibiría el soberano, Katsuki estaba ahi serio e irritable. Las puertas se abrieron y un hombre con un aire de parecido al príncipe entro acompañado de una Alfa femenina está le llamo la atención debido a que tenía un par de lindas orejas de lobo sobre su cabeza.
Mitsuki la saludo agitando su mano y centro si atención en su pareja.

-Cariño, te extrañe mucho...- hablo yendo a abrazar a su esposa.

-Yo también, ¿Como fue el viaje? -

Masaru suspiro.

-Agotador, mejor hablemos de eso más tarde- dijo con la cabeza apoyada sobre el hombro de la rubia.

Masaru se separó de su esposa un poco y miro a la alfa que lo acompañaba.

-Puedes retirarte, descansa, tú familia de estar esperando por ti-

La chica asintió.

-Gracias, nos vemos- dijo agitando su mano.

Mitsuki abrazo a Masaru con fuerza, habían estado separados un par de semanas pero debido al fuerte amor que se tenían lo habían sentido meses.

-Oh, cierto, cariño Katsuki ya ha elegido a su pareja- hablo luego miro a Izuku - El es Izuku; es un humano, Izuku el es Masaru mi pareja de vida y gobernante de las tierras del sur- los presento.

Masaru lucio un poco sorprendido, pero sonrió.

-Mucho gusto, soy Izuku midoriya.- se presento e hizo una referencia, siendo detenido por Masaru.

-No hace falta que hagas eso, seremos familia, aquí no nos importa mucho la etiqueta - hablo calmadamente.

Izuku sonrió y asintió varias veces con un rubor sobre sus mejillas.

-Gracias -

Masaru después vio a Katsuki.

-Felicidades hijo, celebremos esto a la hora de la cena, el viaje en barco fue agotador iré a descansar- dijo dirigiéndose juntos a Mitsuki hacia su habitación dejándolos solos ahí.

Katsuki chasqueó la lengua y volteo a mirar a Izuku.

- Bien Deku, no hay nada más que hacer, vamos al pueblo a pasear.-

-si...-

Izuku se puso algo nervioso, era extraño, pero aunque Katsuki y Gogo eran la misma persona, cuando estaba con Katsuki seguía sintiéndose nervioso en su presencia.

Aún así, Izuku fue con el, le gustaba mucho salir porque cuando estaba en su casa no lo dejaban; solo al jardín, por ello estaba muy cómodo paseando junto a Katsuki.

-Te compraré lo que sea que quieras...- dijo caminando junto a él.

Pasearon en calma, al principio Izuku se sentía muy incómodo pero conforme Katsuki lo llevaba a lugares donde vendías comida rica, dulces y objetos, Izuku se sentía más cómodo.

Katsuki lo llevo a una tienda de licores y vinos y le ofreció probar, Izuku se avergonzó, pues nunca había tomado nada igual, aún así bebió un pequeño vaso y se sintió maravillado, el sabor de las uvas en su paladar era delicioso, Katsuki al ver que le gustó le compró una botella.

- dicen que beber un poco al día es saludable, no te lo bebas en un día te puedes emborrachar- dijo pasándole la botella nueva.

-Gracias-contesto lamiéndose las comisuras de los labios saboreando aún el sabor del vino.

El resto del día fue más ameno, Katsuki le dejo una impresión de si mismo mejorada a Izuku, regresaron antes de la cena.

Mirko llegó a la puerta de su casa luego de darse un baño y cambiar su armadura por ropa cómoda, estaba muy cansada, sentía sus músculos tensos.
Solo quería llegar y dormir, pero sabía que no podría.

Gracias por leer.

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