• Capítulo Unico •

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•Dibujo de Multimedia hecho por mi

•Diseño y personalidad de Urano inspirado en Haruka Tenhou (Sailor Uranus) y diseño y parte de personalidad de Neptuno inspirado en Michiru Kaiou (Sailor Neptune).

•Si a esto le va bien, haré mi propia historia de One-Shots de mi AU de Solarballs x Sailor Moon

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Urano, el chico era un planeta muy inseguro de sí mismo, básicamente odiaba muchas cosas de él, tenia una muy mala autoestima por culpa de Saturno y sus anillos. Muchos se burlaban de su nombre y eso le molestaba, sentía muchas veces la impotencia de alejarse de él resto, casi no hablaba con Saturno a pesar de ser básicamente su vecino, no, Urano le tenia el mismo rencor que las lunas de dicho planeta, lo veía amenazante y egocéntrico. Sus problemas de autoestima aumentaban con los apodos de el resto de planetas, como "Saturno Descafeinado", odiaba dichos apodos, Urano se había aislado mucho del resto y se dedico a pintar y dibujar, también aprendió a tocar el piano en sus momentos de soledad gracias a algunos tips que sus lunas le daban, aún así, Urano se sentía vacío.

En cambio Neptuno era un caso similar y a la vez contrario, Neptuno antes era como cualquier otro, un tipo normal y calmado, que cuidaba muy bien a sus lunas bebés, les tocaba el violín de manera exquisita, que a todas aquellas lunitas les parecía la melodía más hermosa que jamás escucharon y dormían con ella, esta dichosa melodía también la escuchaba Urano, la única persona especial para Neptuno. Pero ocurrió algo que hizo que Neptuno perdiera la cordura, sus lunas ya siendo niños se perdieron en su orbita y Neptuno olvidaba todo, menos las dos cosas más importantes para él, Sus lunas y Urano (y obviamente el Violin). Luego de el accidente que Neptuno tuvo, todos le dejaron de hablar y lo catalogaron como el "Loco del Sistema Solar", al regresar era muy inocente para entender que era un insulto pero a Neptuno le entraba por una oreja y le salía por la otra lo que dijieran de él, al fin y al cabo se le iba a olvidar, ¿no?.

La relación de Urano con Neptuno siempre tuvo ese algo que los hacía mas cercanos el uno con el otro, a pesar de ambos ser casi idénticos pero a la vez diferentes, su relación de amistad siempre quiso dar lugar a algo más, Urano fue el primero que se dio cuenta de que su frío y apartado corazon se descolgelaba por Neptuno, amaba a su amigo tanto cuerdo como loco, pero lo inseguro consigo mismo no le dejaba permitirse abrir la idea de tener una relación con el octavo planeta del sistema solar.

Luego de un tiempo, Neptuno empezó a desarrollar sentimientos por el planeta celeste pálido, aquel artista con anillos delgados y olor peculiar le parecía muy atractivo, la manera en la que lo trataba diferente al resto lo hacía sentir cómodo, protegido de todos los que lo llamaban lunático, Neptuno de sentía bien al lado de Urano, porque Urano era el único que lo apreciaba como era ahora. El poco cuerdo de Neptuno adobada estar al lado de él otro, se sentía protegido, e incluso se imaginaba escenarios con el y sus lunitas y Tritón, su imaginación volaba y todo eso se lo contaba a Guillermo, su pequeño amigo asteroide lo "escuchaba atentamente" hablar de su amado y Neptuno quería acercarse, pero su inocencia no le permitía saber como hacerlo.

Un día, Urano se encontraba sentado en un asteroide discutiendo con Ariel y Umbriel, sus lunas estaban tratando de hacer que su celos bajaran luego de que Neptuno le preguntara sobre anillos a Saturno en lugar de a él, se había notablemente puesto celoso, sus lunas le estaban dando terapia -Cálmate un poco Urano, tus anillos más hermosos que los de Saturno, tienen.... bonitos colores...!- Decía una no tan convencía Ariel, la luna estaba enterada de que Urano era un tipo sin autoestima y que sus celos eran más notorios cuando se trataba de Neptuno, Umbriel solo asintió a lo dicho por Ariel. Así pasaron hasta que Urano en lugar de estar enfadado, le dio la razón a sus lunas para que ellas pudieran ir a descansar y dejarlo, se sentía mal por hacerles perder el tiempo con él, pero aun así cuando sus dos lunas se fueron con Titania y el resto lejos de donde el estaba para darle privacidad, Urano empezó a llorar -Nadie me toma como un ejemplo, se burlan de mi nombre y olor, me dicen Saturno con anemia, el mismo Saturno me opaca hasta llamando la atención de Neptuno ¿Que más falta que me pase?- Decía Urano con muy baja autoestima en ese momento, llegaba a pensar que Neptuno jamás podría interesarse en el y que sus lunas lo odiarían y reemplazarian fácilmente si tienen oportunidad.

Urano abrazo sus piernas para luego llorar más en paz, hasta que observó sus manos y brazos, y en un momento de colapso, agarro sus manos y con lo más afilado que encontró, corto muchas veces estas, se hacía daño a si mismo apuñalandose sus propias manos porque creía que al igual que él eran horribles. Una vez ya muy destrozadas, las llevo a su rostro para cubrirse y volver a llorar -Estas manos ya están manchadas, y no importa lo que haga, siempre seré el mismo cuerpo celeste inservible y olvidable que soy...-

Lo que Urano no contaba era que su mejor amigo Neptuno lo estuviera observando desde que empezó a llorar, aparentemente Titania lo había llamado a ver a Urano mientras que ella y las demás lunas de él ya mencionado cuidaban a sus lunitas, además de que Tritón no estaba viendolas ya que había ido a visitar a una luna de Jupiter, por lo cual accedió.

Neptuno se sorprendió al ver la escena que su amigo mostro, así que aún llorando, Urano se percato de la presencia de Neptuno, este se sobresaltó y se apenó, trató de darle explicaciones a Neptuno pero la única acción de el planeta azul fue tomar sus manos. Neptuno tomó las manos de Urano para con su bufanda limpiar la sangre color dorado, acercó las manos ya un poco más limpias a su rostro para que Urano lo acariciara, y luego bajarlas de nuevo a la altura del pecho de Urano para juntarlas con las suyas h empezar a jugar con estas.

-Hey Neptuno... ¿Que pasa?- Menciono Urano con los ojos hinchados viendo a su amigo loquito -Urano, esta bien!- mencionó poco a poco acercando su rostro al de Urano, ya estando muy cerca sus únicas palabras fueron-A mi me gustan mucho tus manos- para finalmente acercarse por completo h unir sus labios en un torpe pero tierno beso de parte de Neptuno hacia Urano, el cual obviamente correspondió al instante, y con su mano libre, Urano acariciaba el cabello azul de Neptuno, acercandolo más a él.

Una vez se separaron, Neptuno se acurrucó sentado encima de Urano y se recostó en su pecho, y Urano simplemente empezó a besar su cabeza para acariciarlo por su cuerpo como si de lo más delicado del universo se tratara.

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-FIN-

A Mi Me Gustan Tus Manos, UranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora