𝐂𝐀𝐏𝐓𝐀𝐈𝐍 𝐋𝐀𝐒𝐄𝐑𝐇𝐀𝐖𝐊 ⎢⎢ Bullfrog/Rayman x Reader

Chapter 4: Assurance

Advertencias: menciones de sangre, muerte y heridas; dudas sobre uno mismo, inseguridades, menciones de autodesprecio
Continúas acostado, con los ojos mirando al techo desde hace bastante tiempo, ya acostumbrado a la oscuridad cuando te despertaste de tu sueño hace algún tiempo. Con cuidado y en silencio, tomaste tu teléfono en la mesa de noche. Lo recogiste y lo abriste, susurraste una mala palabra por lo brillante que era la pantalla y rápidamente la atenuaste por completo. No querías despertar a Bullfrog. Se quedó contigo a pasar la noche. Frunciste el ceño al ver la hora, son sólo las tres de la mañana. Suspiraste, faltaba mucho para que saliera el sol y no tenías ganas de dormir. Dejaste tu teléfono en la mesa de noche una vez más y te giraste hacia tu lado. ¿Quizás si te esfuerzas lo suficiente volverías a quedarte dormido? Porque si continúas acostado boca arriba mirando al techo así, tu mente te aburrirá con sus constantes pensamientos sobre ti mismo de los que nunca podrás escapar en todo el día. Dormir era tu única salida. Necesitas dormir ahora. Tus ojos no estaban cansados a pesar de que sigues cerrándolos, de alguna manera siguen abriéndose, y después de un tiempo simplemente te frustras más.

Resopló y se giró hacia el otro lado, esta vez frente a él. Tus ojos se suavizaron con su figura. Se veía realmente sereno, se veía tan lindo. Sonreíste y alcanzaste tu mano pero dudaste, no querías despertarlo pero suspiraste y acariciaste su mejilla ligeramente. Tu sonrisa se amplió cuando él pareció seguir tu toque mientras una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Te mordiste el labio, nada era más lindo que verlo seguir tu cálido toque. Lo ves dormir profundamente por un rato pero aún así no te cansaste ni te dio sueño. Con eso en mente suspiraste. Te levantas con cuidado y sales de la cama, asegurándote de que esté bien cubierto. Sabes que tiene sangre fría y que no morirá congelado, pero aún así podría molestarlo, así que asegúrate de que esté cómodo.

Antes de salir de la habitación, tomas tu teléfono y le das una última mirada. Se movió un poco pero no hubo indicios de que estuviera despierto. Cerraste la puerta lentamente y saliste a tu balcón. Quizás un poco de aire fresco pueda ayudarte.

Te sentaste en una de las sillas del balcón y estiraste los brazos sobre la barandilla, apoyando la cabeza en ella mientras observabas el cielo oscuro. Respiraste la brisa ligeramente fresca pero reconfortante de la noche.

No querías pensar, sólo querías relajarte. Aunque intentaste no pensar en esos pensamientos que giraban constantemente en tu cabeza, una vez que comenzaron, no se detuvieron durante mucho tiempo.

No te gustó el hecho de que tu cuerpo estuviera cambiando. Quiero decir que los cambios siempre ocurren, pero este es algo con lo que te sientes incómodo. ¿Quién querría tales cambios de todos modos? Se veía mal. P-pero estuvo bien. Ganaste un poco de peso, el acné no fue un problema, ¡desaparecería después de un tiempo de todos modos! Pero eso no cambió el hecho de que se veía mal. Dios, de repente sentiste una gran conciencia, querías alejarte de tu propio cuerpo, te sentías fuera de tu piel. No, no lo pienses. O empeorará.

Te frotaste la cara. Está bien, piensa en otra cosa, concéntrate en otra cosa. ¿Qué te hace feliz? Rana mugidora. Ja, esa fue una elección obvia para ti. Pero fue suficiente para poner una sonrisa en tus labios. Incluso decir su nombre te aligeraba el ánimo.

Pero tu sonrisa desapareció. ¿Qué piensa de tus cambios, te preguntas?