CAPITULO DOS

566 49 26
                                    


Genevieve

Las horas pasan y Junto mis piernas y mis manos comenzando a rezar una y otra vez sin detenerme, recitando todas las palabras que mi madre me ha enseñado desde pequeña, con la única meta de que mis súplicas sean escuchadas por Dios, por alguien que pueda sacarme de esta febril pesadilla sin fin, de este miedo que me está carcomiendo con cada pequeño segundo que pasa. Temo lo que vayan a hacer conmigo a bordo de este barco, porque si todo lo que ese hombre dijo es cierto, él me hará lo mismo que mi padre le hizo a esa mujer como venganza. Aunque no quiera creerlo, no puedo aceptar que mi padre sea capaz de un acto tan bajo. Si es cierto, el me destrozará tanto física como mentalmente, y yo no estoy lista. No quiero que me haga daño. Sus crueles palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez. Él dijo que me compartiría, dijo que sería su puta.

Mis manos comienzan a temblar en la misma posición de oración, mientras el frío se cuela en el camarote y el barco se sacude con las olas, cada sonido me pone en alerta máxima cada pequeño golpe de la madera de la puerta me hace cerrar los ojos con pavor a que el entre a por mi. El barco sigue moviéndose con fuerza, sacudido por las implacables olas del mar. me hace saltar y cerrar los ojos con terror. Cada vez que escucho un paso acercándose, mi corazón se acelera y siento que se me va a salir del pecho. El simple pensamiento de que sea él, quien haya llegado a la puerta, me hace sentir como si estuviera al borde de la locura. ¿Qué hará conmigo si entra? ¿Cómo podré resistir? Es más fuerte que yo, mil veces más grande y ágil, no voy a poder pelear en cualquiera de los casos, solo me queda rezar y suplicar.

El silencio se cierne sobre la habitación aún más que antes, solo roto por el sonido del viento y las olas golpeando el casco del barco. Cada segundo que pasa se vuelve una eternidad, y mi mente se llena de imágenes horribles de lo que podría suceder, empiezo a sentir el sudor frío recorriendo mi espalda y las nuevas lágrimas escapar de mis ojos, Intento aferrarme a cualquier hilo de esperanza, a cualquier pensamiento que me dé fuerzas para resistir. Cierro los puños con fuerza, tratando de recordar que soy más fuerte de lo que parezco, que tengo el poder de luchar y de sobrevivir. Pero el miedo es abrumador, y no puedo seguir engañándome a mi misma, En un último acto desesperado, me levanto del suelo donde fui arrojada y giro hacia la pequeña ventana que da al mar. Miro hacia afuera, buscando una señal de ayuda, de salvación. Pero solo veo el océano, oscuro y amenazante. Estoy atrapada, sin escapatoria, a merced de el.

Un paso...
Mi corazón se detiene en mi pecho. Cada latido suena como un tambor ensordecedor en mis oídos. El miedo se apodera de cada fibra de mi ser, paralizándome por completo.

Dos...
Me aferro desesperadamente a la pared del barco, como si esta pudiera protegerme de lo que está por venir. Mis manos tiemblan, y siento un frio como si la muerte misma me estuviese tocando, Me siento impotente, vulnerable ante la presencia del pirata que se acerca.

Tres...
Cubro mi cuerpo con la bata rota, como si eso fuera a evitar que alguien se meta entre mis faldas. Es un gesto inútil, una ilusión de protección en medio de este infierno. Pero no puedo evitar aferrarme a cualquier atisbo de esperanza, por pequeño que sea.

Y entonces, sin previo aviso, la puerta se abre de par en par. Todo se ilumina en la habitación, un escalofrío recorre mi cuerpo entero y mi respiración se entrecorta. Ahí está, killiam, con una mirada fría y despiadada. Su presencia llena la habitación de una oscuridad aún más densa, el miedo se intensifica, amenazando con consumirme por completo. Mi voz se quiebra en un susurro tembloroso mientras intento articular palabras que no salen. Mis ojos se llenan de lágrimas, pero me obligo a mantener la mirada fija en él midiendo cada uno de sus pasos cuando se acerca lentamente, cada paso resonando en mi mente como un eco macabro. Siento cómo mi cuerpo se tensa, preparándose para lo que está por venir. Cierro los ojos por un instante, buscando fuerzas en lo más profundo de mi ser para resistir.

La promesa del pirata ( Una flor robada ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora