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𝐻𝑎𝑏í𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑧...~
En un lugar muy lejano, vacío y sereno, además de aburrido, no existía lo finito, no existían los lugares en sí, solo era un lugar vacío, sin duda digno del nombre: el vacío.
Estar en un lugar así podría poner loco a cualquiera, ya que un espacio tan grande, tan infinito y repetitivo, la locura iba a subir a sus cabezas y comerlos lentamente. Corromper la mente de una persona inocente es muy fácil si te lo propones, las personas son muy frágiles y debiles bajo una mente rota y totalmente sádica que quiere ver a otros sufrir por su propio placer.
Con el pasar del tiempo, este espacio vacío fue convirtiendose en un lugar con mucho mas color y mas brillo. La luz del sol radiante, iluminando la yerba y el viento golpeando.
¿Que pasaría si no existiera un dios? Un dios supremo que todo lo ve...No es como si existiera uno de todos modos. Pero aquí, si lo hay, pero no es parte del bien o del mal. Este dios supremo, ante su mirada que jura la muerte de quién la rete, que bajo su gobierno el caos reina, un dios del caos y destrucción, pero eso no quiere decir que el sea del todo malo...¿Verdad?
Un nuevo mundo, una nueva vida, un nuevo comienzo de todo y aún mejor; el nuevo comienzo de una era de total caos y bailando al filo de la muerte. Este lugar fue creado por 𝐸𝑙 𝑑𝑖𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑜𝑠, que antes de ser un dios del caos era un semi-dios, hasta luego poder cambiar de un modo u otro manoteando el volante de su destino y creando un camino en medio. Liminal Society es su refugio, su casa y hogar donde ella tiene el control de un espacio infinito y muy familiar.
Y con esto, es que ella pudo vivir por mucho mas que solo uno o dos años.
