Un simple propietario de una tienda adolescente

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NOTA MUY IMPORTANTE DEL AUTOR AL FINAL DE ESTE CAPÍTULO. POR FAVOR LEE

A lo largo de su vida, Naruto se había acostumbrado a lidiar con situaciones bastante malas. Todas sus bromas en su infancia lo habían dejado en muchos problemas con el Hokage y la aldea. Casi lo habían matado varias veces a lo largo de su carrera ninja. Y acababa de terminar de luchar contra un dios dragón. Entonces Naruto podía decir con seguridad que había estado en situaciones bastante malas.

Pero la situación en la que se encontraba ahora superaba todas las demás situaciones. De alguna manera, probablemente debido a su mala suerte, había logrado abrir un agujero dimensional en el cielo de todos los lugares. Peor aún, no apareció en los niveles inferiores del cielo. No, apareció en el SEXTO nivel del cielo que aparentemente era donde dormían Miguel y Gabriel, los Arcángeles del Cielo. Y sucedió que, una vez más probablemente debido a su mala suerte, Michael estaba presente en este nivel y había sido alertado por su llegada.

"Sólo voy a repetirlo una vez más antes de desterrarte de este plano de existencia. ¿Quién eres, cómo llegaste aquí y por qué estás aquí?" Declaró Michael mientras apuntaba con su espada a la espalda de Naruto. El rostro generalmente hermoso del ángel se torció en un rostro severo mientras miraba al adolescente frente a él. Sus doce alas blancas se extendieron detrás de él. El halo del hombre brillaba de un color amarillo brillante como para indicar su agitación.

"¿En qué diablos nos metiste ahora, Kurama?" Naruto le gritó mentalmente a su compañero cuando la punta de la espada de Michael golpeó la parte posterior de su ropa. Por fuera, el rubio había logrado mantener una expresión un tanto tranquila en su rostro, pero por dentro, estaba maldiciendo mentalmente a todas las entidades existentes, incluido su compañero.

" Te dije los riesgos que estábamos tomando cuando se nos ocurrió originalmente esta idea. No te enojes conmigo solo porque no le agradas a Lady Luck " . La bestia con cola casi sonaba como si se estuviera riendo entre dientes por la desgracia del niño, añadiendo más combustible a la agitación de Naruto. El rubio podía sentir que la paciencia del ángel se estaba agotando rápidamente y tenía que decir algo rápido o de lo contrario no regresaría a la tierra.

"¡Llegué aquí por accidente, lo juro! Solo estaba caminando por-" Naruto soltó un fuerte grito cuando tuvo que agacharse rápidamente bajo la espada de Michael.

"No me mientan, paganos. No aceptaré tal pecado de nadie en este lugar sagrado". Dijo Michael mientras su halo comenzaba a brillar más. El ángel parecía como si estuviera a punto de golpear al niño con sus poderes angelicales, lo que provocó que Naruto entrara en pánico aún más.

"¡Está bien, está bien! Solo soy una simple tienda de dulces propia-" Naruto se vio obligado a esquivar una gran bola de luz que salió disparada desde la palma de Michael. La bola de luz fue seguida rápidamente por una enorme lanza de luz que casi atravesó el torso de Naruto.

'"¡Bien! ¡Estaba luchando contra un dios dragón y terminé aquí después de la pelea por accidente! Deja de intentar matarme. Pensé que se suponía que los ángeles eran amables". Gritó Naruto mientras el arcángel parecía estar preparando otro ataque. Michael hizo una pausa en su carga del ataque, aparentemente contemplando la explicación de su compañero rubio. Este punto quedó aún más demostrado cuando el ángel dejó que la luz acumulada se dispersara de sus manos.

"Finalmente dices la verdad. Espero que tu experiencia aquí te enseñe que mentir sólo te llevará a la ruina". Naruto casi miró dos veces ante el tono ahora suave del ángel. Era tan diferente de la voz enojada que el hombre había usado ni siquiera un segundo antes que a Naruto le resultó difícil creer que provenía de la misma persona.

"Lamento mentir. He tenido algunas malas experiencias cuando se trata de ser demasiado sincero con la gente". Murmuró Naruto mientras miraba al ángel más fuerte del cielo. El hombre asintió brevemente antes de aplaudir. De repente, con un brillante estallido de luz, apareció un libro frente al ángel. El libro era una obra extravagante. Cada centímetro de su cubierta estaba encuadernado en oro. En el libro estaban grabadas marcas y símbolos extraños, demasiado complejos para que los entendiera incluso Naruto, un maestro de focas. Una luz brillante brilló desde los confines del libro, lo que obligó a Naruto a apartar la mirada. Michael parecía ser capaz de mirar el libro sin ningún problema mientras hojeaba el tomo casualmente.