¿Y si todo hubiera sido diferente?

Capítulo 1

-Dios, que acabo de hacer, ¿Es en serio Calliope? ¿Te casaste con un interno?. No no no, esto no puede estar pasando...
-¡Callie! ¡Mi amor! ¿Tienes hambre? Porque yo si y bastante, quizá es buen momento para salir a buscar algo de almorzar. -gritó George O'malley desde el baño después de darse una ducha-
-Eh si mi amor, creo que es una gran idea, muero de hambre.

Callie y George salieron en busca de almorzar hasta llegar a un pequeño pero lujoso restaurante.

-Bien, comamos aquí, ¿te parece?
-¿Segura Callie? No se te antoja algo menos... ¿caro?
-George, es nuestra luna de miel, disfrutemos.
-Si sé que tenemos que hacerlo pero quizá unos tacos  estarían mejor.
-Estoy segura de que aquí pueden vender tacos.
-O sea si pero yo hablaba de...
-Tranquilo George, por el dinero no te preocupes, yo invito el almuerzo -lo miró a los ojos y le sonrió sutilmente, sonrisa que desapareció para dar paso a un suspiro-
-¿Y ese suspiro?
-¿Suspiro? ¿Cual suspiro?
-Ese que acabas de dar, ¿todo bien?
-Todo está excelente, George, ahora démonos prisa que tengo demasiada hambre.

Después de comer, dieron un recorrido por la ciudad, y aunque todo era muy hermoso, Callie no podía dejar de pensar en si había sido buena idea haberse casado con George.

-Siento que hemos caminado por horas y horas y la ciudad no termina de sorprenderme, es muy hermoso aquí y bueno, ni se diga la compañía - George se acercó a darle un beso a Callie pero ella se volteó dirigiendo el beso hacia su mejilla-
-Vaya que ha sido cansado este viaje, emmm, ¿nos sentamos un rato? Que tal... ¡Ahí! Justo en esa banca de allá -dijo señalándola-
-Excelente idea, descansemos un poco antes de continuar.

Ambos se sentaron en la banca, solo contemplando el paisaje, sin decir ni una sola palabra, pronto George pasó su brazo por detrás de ella abrazándola y pegándola más junto a él.

-George.
-Perdón, ¿te incomodé?
-No no, no es eso, solo quería preguntarte que... hasta cuando te dieron permiso en el hospital, ya sabes, por lo de tu internado no creo que tengas mucho tiempo libre.
-Ah, era eso... pues, tengo el resto de la semana libre, ¿sabes? Eso fue algo que no platicamos antes de casarnos, y es que, vaya, fue algo muy apresurado.
-Demasiado diría yo... pero bueno, entonces disfrutemos los días que nos quedan aquí antes de volver al hospital.
-Claro, debemos de disfrutar al máximo, antes de regresar a la rutina.
-En eso tienes razón.
-Otro punto importante que no tocamos fue... en donde viviremos... porque bueno yo sigo viviendo con Meredith.
-Oh por eso no te preocupes, podemos vivir en mi departamento, hay suficiente espacio para los dos y bueno, ya después podemos buscar un lugar más amplio y con mayores comodidades.
-Me parece genial, así tendremos tiempo de ver con calma varias opciones, tiene que ser un lugar amplio por lo de los niños.
-¿Los niños? ¿Que niños? ¿Tienes hermanitos, sobrinos o algo así? Supongo que te refieres a cuando nos visiten.
-George rio sutilmente - Si si, claro que me refiero a mis sobrinos.

Las palabras de George no dejaron de darle vueltas en la cabeza a Callie, ¿niños? Es muy pronto para pensar en niños, no lograba imaginarse una vida siendo mamá.

Los días pasaron, George estaba demostrando ser todo un caballero, tanto que ella empezó a disfrutar mucho su compañía, la tensión había disminuido, al final de cuentas, nada fue obligado, ella había decidido casarse con el, y aunque al inicio parecía imposible, con el paso de los días empezó a imaginarse todo lo que en un futuro podrían lograr juntos, como pareja.

-¡Callie! Esta sonando tu celular -gritó George desde la pequeña sala que tenía la habitación del hotel en donde estaban hospedados.
-¡Voy!

Callie corrió hasta la sala y tomó su celular, la llamada se había perdido pero en la pantalla se alcanzaba a leer un mensaje del mismo número que le había llamado.

"Callie, te extraño, ¿cuando vuelves?, necesito hablar contigo..."

-¿Y bien? ¿Quien era? -Preguntó George con una sonrisa.