SECRETO - COLE WALTER

Capitulo 5: Combinación imperfecta

Ailín

Solamente quería una disculpa, que se arrepientan y me digan que todo eso que dijeron que porque estaban enojados o que fue todo un malentendido.

Los esperé, todo el bendito día. Los esperé llorando, los esperé vomitando, los esperé viendo películas, los esperé cantando y los esperé cuando fui a bañarme. Nada.

Ningún mensaje, no vinieron a mi puerta y no mostraron señales de arrepentimiento.

Me cansé de esperar. Así que simplemente dije, va a doler y te va a costar verlos a partir de ahora, pero te hicieron sufrir y no tenés por qué aguantar eso.

Podría haberlos perdonado, sí, porque fue la primera vez y la culpa les estaría llegando. Pero tuvieron un día entero para acercarse y no lo hicieron.

Ahora que se vayan todos juntos a la concha de la lora, diría de su vieja pero Kate es un tesoro del cielo. Al igual que George.

Tenía que seguir con mi rutina, no quería verlos y no tenía que hacerlo si no quería. Ni a ellos ni a nadie, asumo que ya todo el pueblo lo sabía. Las noticias son más veloces que la luz cuando se trata de los Walter. Y yo no estaba involucrada solamente con uno, sino que estaba involucrada con dos de ellos. Que día difícil iba a ser hoy.

No pienso arruinar mi asistencia impoluta por un rubio, una negra y un pelotudo (Re que si los veo rompo en llanto ahí mismo).

Al llegar, ví como Cole estacionaba su camioneta, todos los hermanos y Jackie bajaron. Él se quedó buscando algo con la mirada, hasta que se encontró con la mía.

Me sonrió desde lejos, pero yo simplemente rodé los ojos y me puse los auriculares con la clara intención de ignorarlo.

Claramente, además de estar re bueno y ser un pelotudo también insiste más que la mierda y no se iba a rendir tan fácil. Entonces me siguió.

Ni bien sentí su mano en mi hombro, lo primero que hice fue apartarlo y alejarlo. Con la mirada de absolutamente todos sobre nosotros.

-Por favor, solo quiero hablar...- Se acercó.

-No, Cole, tuviste todo el día de ayer para hacerlo y no lo hiciste... No todo va a ser como quieras siempre...- Lo miré fríamente.

Quería que él sintiera sus propias palabras. No por venganza, sino para que aprenda a no ser un idiota conmigo.

-Soy un idiota, lo sé... Mis palabras dolieron y no sabía de lo que hablaba...- Suspiró- No sé de qué manera pedirte disculpas porque tengo en cuenta que me merezco todo tu odio y mucho más...- Se acercó cautelosamente.

Esta vez no me alejé, quería ver cómo seguía esto y si de alguna manera podía golpearlo sin ser castigada.

-¿Piensas que todo se va a arreglar así de fácil?- Reí enojada- Te metiste conmigo, con mi familia y la usaste a ella como excusa de todo...- Él bajó la mirada- Debería odiarte, ¡Carajo debería hacerlo!- Levanté la voz.

-¡Y hazlo!- Levantó la voz el también- ¡Hazlo! ¡Ódiame! Pero siente algo por mí...- Murmuró- No te vayas, no te alejes... Quédate... Siente algo por mí, aunque sea odio, rencor, tristeza, ira o frialdad...- Hizo una pausa- Pero dime que seguiré estando en tu corazón...- Susurró, para que solo yo lo escuche.

Es irónico, porque nadie sabía que salíamos. Alguno que otro lo dudaba, pero el papel de odiarnos y molestarnos era bien interpretado por ambos. Ahora, en cambio, está rogando por seguir conmigo en frente de toda la escuela y sin miedo a lo que pueda pasar.

No sabía cómo sentirme, porque debería enojarme, golpearlo y borrarlo de mi vida. Pero tenía esos momentos en los que seguía creyendo (Como una tonta) que iba a cambiar. Obviamente no lo haría, pero eso era un hecho a este punto.