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Las luces se apagaron de pronto y el recinto se quedó en total silencio, la multitud expectante contuvo el aliento, cuando de pronto la música explotó por los altavoces.

Un estallido de serpentinas metálicas tras un abrupto estruendo anunciaron la aparición de un hermoso omega de cabello azabache, quien salió impulsado desde debajo del escenario haciendo su gran entrada.

El público enloqueció apenas el omega sonrió admirando a sus fanáticos por un segundo y entonces acercó el micrófono a sus labios para comenzar a cantar.

Una hermosa voz angelical inundó los oídos del alfa, quien guiado por la música como un marinero con una sirena, se quedó perdido en aquel precioso chico.

Jimin ya era de por sí atractivo, pero todo de él, ahí sobre el escenario, bajo aquellas luces de colores brillantes, lo hechizaba en cuerpo y alma.

La forma en que sus caderas se movían, como mordía sus labios o tocaba su cuerpo. Todo empujaba al alfa al borde del precipicio.

Pero no era él único.

Alcanzó a escuchar un par de veces como algunos de los presentes alababan la belleza exorbitante del omega o como querían llevárselo a la cama. Sin importar si eran betas o alfas, porque incluso uno que otro omega también lo mencionó.

Su alfa interior solo quería desgarrarles la garganta, por lo que tuvo que aclamar por una calma que no poseía desde lo más recóndito de su cuerpo para controlarse.

Pero todo se fue a la mierda.

Se lo habían advertido un par de guardias antes de que el evento diera lugar, aquellos sujetos rechonchos y corpulentos no paraban de decirlo una y otra vez.

"Cuidado con el chico, esta un poco loco"

Fue muy estúpido de su parte pasar por alto las palabras de aquellos alfas, pues en un pestañear, el pelinegro ya había bajado del escenario en un salto, hasta subir sobre la barrera de contención donde todos los fanáticos que tuvieron la posibilidad, se precipitaron para poder alcanzarlo.

Centenares de manos tocaban su cuerpo y apretujaban su ropa.

Lo peor. El pequeño omega lo disfrutaba y no, no era un secreto que le encantaba llegar a esa parte de su concierto para que su público pudiera sentirlo cercano.

Muchos artistas rehuían al contacto con sus fanáticos, pero no Jimin. Él los apreciaba en demasía como para no ir hacia ellos y abrazarlos.

Yoongi no sabía si podría soportarlo más, pues veía como jaloneaban sus prendas y acariciaban su cuello.

Solo quería que todo terminara rápido y para su fortuna, esa era la última canción.

Jimin volvió a subir para finalizar el evento y hacer una reverencia agradeciendo al público, así como también a sus bailarines y músicos.

Se despidió agitando su mano tras una promesa de volver pronto y bajo tras bambalinas por las escaleras metálicas, extremadamente feliz por culminar el primer concierto de su tour.

Miembros de su staff se acercaron a él para entregarle una botella de agua y toallas limpias para que secara el sudor de su frente y cuello.

Estaba tan distraído en ello que no notó la mirada oscura del alfa al fondo del salón.

Yoongi no supo como, ni siquiera se percató de que sus piernas tomaron conciencia propia y cruzaron el pasillo a pasos agigantados.

Pero no hubo lugar para las dudas, ni un pequeño atisbo, pues sus brazos fuertes envolvieron la menuda cintura del pelinegro, tomandolo desprevenido, tumbándolo sobre su hombro para llevárselo lejos ante los ojos sorprendidos de todos.

Mine  | Yoonmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora