La Profecía Elemental Vol. 3 (Fanfic WBNS x Mc)

𝓒𝓪𝓹 2.3: 𝓔𝓵 𝓘𝓷𝓯𝓲𝓮𝓻𝓷𝓸 𝓮𝓼 𝓶𝓲 𝓐𝓶𝓲𝓰𝓸

Antes de empezar, quiero dejar en claro que casi siempre va a ser en el POV de Aquino, si en cualquier momento cambia de POV disculpen, aun no sé usar la tercera o primera persona, solo deseo dejar en claro los sucesos y no hacer el error que cometí en el vol. 2 <3

Un futuro incierto, así era, luego de que las reencarnaciones no tuvieran que hacer debido a lo que temían, pero algo era seguro, sin importar qué, debían acabar rápido, o el destino de los mundos será peor...

Unos minutos más tarde... No... Segundos más tarde... las cuatro reencarnaciones veían en el cielo despejado del mundo de luz, como el mundo de viendo se dispersaba, para momentos después sentir las brisas características del mundo, junto a su poder desapareciendo

-Mishif-...- No dejó terminar que hablara, rápidamente puso uno de sus dedos en frente mío 

-No- no te preocupes, estoy bien... supongo...- dijo, con clara tristeza, lo que yo había pasado al ver mi mundo desaparecer ahora lo experimentaba él, era claro, no estábamos listos para ver esa tragedia -Además, era el único en ese mundo... mi gente desapareció desde que empezaron los eventos y no sé por que era el único ahí, solo, sin saber que hacer, hasta que sentí tu presencia...- me dijo, no sabía que responder ante sus palabras, pero sabía que debía consolarlo al menos un poco 

-Lo sé, pero gracias a eso sabemos que hay una oportunidad de salvar nuestros mundos- le dirigí la palabra, lo tomó a bien, secando unas pocas lágrimas que había sacado, solo le di una sonrisa suave, asintiendo. 

-Bien, necesitamos salir de aquí, Soarinng, conoces alguna salida?- le preguntó Locochon al ser de Luz, teniendo como respuesta un sí mudo de parte del alado hombre, que medía exactamente igual a Locochon.

-Síganme por aquí, rápido!- nos dijo, para luego meternos a un orificio entre las blanquecinas nubes, era seguro, un atajo hacía los caminos o era otra cosa... -Bien, bajemos por acá- nos dijo, bajando escaleras abajo, aunque no distinguíamos ninguna luz proveniente, Soarinng utilizó su poder de luz para crear bolas esféricas de luz, iluminando todo el pasadizo, sabíamos que no había tiempo por perder aunque algo inesperado empezó a pasar sin darnos cuenta 

— Ehh... Chicos. — Dijo Soaring, nos miraba a los tres, paramos por un momento hasta que vimos una luz resplandecer en nuestros pechos, cada luz era diferente, en mí era una roja, en Mishifu era verde, en Locochon era azul y en Soarinng era amarilla, no sabíamos que era, solo sentíamos que nos daba energía y fuerza cada momento, no sabía que sucedía pero algo era seguro, algo o alguien nos ayudaba desde donde fuese pero lo agradecíamos como nunca, momentos después nuestros pechos dejaron de brillar, para quedar en collares, no sabíamos que significaban, pero algo era seguro, el perderlos haría que falláramos en la misión y era valioso que los conserváramos  

-Y esto que es?- se preguntó Mishifu - creo que son amuletos o no sé - dijo Soarinng, cuando de repente sentimos que nos desconectamos por un momento, no sentíamos el suelo y de un momento a otro estábamos en el limbo, si estábamos nosotros cuatro, pero teníamos seis personas de gran tamaño enfrente de nosotros, aproximadamente de diez metros, nos sentimos diminutos frente a ellos

-Saludos Reencarnaciones- nos dijeron, nos dio o al menos a mí, un escalofrío al escuchar esas voces, tan imponentes ante nosotros, no tuvimos de otra que mirarnos entre los cuatro y hacer una reverencia, no sabíamos quienes eran pero nuestras mentes nos decían que debíamos inclinarnos ante ellos 

-Parece que si tienen modales eh- dijo una voz femenina, no sabía quien había dicho eso, no estaba viendo hacía arriba, solo sabía que tenia que mantener la vista hacia abajo o mi vida acabaría ahí mismo... - Un momento, Eres la Diosa de la Luz- escuche decir a Soarinng, me alarmé por que creí que no sabía que hacía, nos le que quedamos viendo por lo que había dicho -Vaya, parece que también nos conocen... entonces dejemos las cortesías para luego- dijo otra voz, yo seguía sin ver hacía arriba, por el temor, hasta que en el segundo siguiente escuché a Mishifu decir - No puede ser, eres el santo cura del Viento- me aterré cuando escuché eso