Belladona ©

Capitulo 24

     —Eres la dueña de vinos Palmer ¿No es así?.

     —Así es— le brindo una sincera sonrisa.

     —¿Nos hemos visto en algún lado?— ella habla mientras se me queda viendo extrañada.

     —Creo que no— le doy una sonrisa de boca cerrada— me tengo que retirar Gina, encantada de conocerte.

     —Igual Cassandra.

Sin más, sigo mi camino en busca de mi mamá y Stephan. Cuando estoy por llegar a la puerta del baño, está se abre y veo como sale mi madre con Stephan.

     —Hija estás preciosa.

Mi madre llega hasta mi me da un abrazo y un beso, el cual yo se lo devuelvo. Mi madre luce un hermoso y largo vestido color azul.

     —Tambien estás preciosa mamá— me giró hacia Stephan— y tu, estás hecho todo un galán mi amor.

Me inclino y le depósito un beso en la frente, comenzamos a hablar mientras íbamos caminando hacia la mesa donde se encuentra papá.

Al llegar a la mesa veo que Gonzalo y Emma ya se encuentra en ella, nos sentamos y comenzamos hablar mientras vemos cómo empiezan a llegar más personas, luego de unos minutos mi padre, Gonzalo y yo nos levantamos a saludar a todos los que se encuentra en la celebración.

Hemos saludado y hablado con más de quince personas y eso que todavía no a comenzado la noche. Veo como papá se despide del señor Alfonso, me despido de él y comenzamos a caminar hacia otra mesa y veo que en ella se encuentra Gaspar, Nathan, James, Nick y ¿Gina? ¿Que hace ella en esta mesa?.

     —Buenas noches caballeros, dama— mi papá asiente hacia Gina y está le muestra una sonrisa de boca cerrada.

Todos en la mesa saludan pero, no se porque siento el ambiente tenso, muy tenso diría yo. Nathan se levanta de la silla y viene hacia mi.

     —Cassy estás hermosa— me inclino hacia bajo y lo abrazo.

     —Tu también estás muy guapo
cariño— le guiñó el ojo y él se sonroja.

     —¿Y Stephan?.

     —Se encuentra en la mesa con mamá y Emma.

Nathan voltea y ve a su papá quién asiente y le dice que vaya con cuidado hasta la mesa donde se encuentra Stephan. Nick se levanta y viene hacia mi.

     —Estás que brillas Cassandra— me toma de la mano derecha y me da una vuelta mientras se me sale una pequeña risa— los discursos a mi me aburren pero, si lo vas a dar tu créeme que estare encanto de escuchar el discurso.

Me guiña el ojo y ahora río un poco más fuerte mientras niego con la cabeza.

     —Siento bajarte de la nube en la que estás montado muchacho, pero mi hija no dará el discurso de este año— mi papá le coloca una mano en el hombro y Nick me mira frunciendo el ceño, yo niego mientras sigo riendome— lo daré yo y espero que estés muy encantado en escucharme.

Todos en la mesa empieza a reírse y el ambiente que antes estaba muy tenso a disminuido un poco.

     —Yo seguiré saludando para después dar el discurso para que así empiece la fiesta.

Papa se retira y quedamos los seis en un silencio abrumador hasta que siento la voz de Gina.

     —Cassandra veo que te llevas muy bien con mi hijo.